—Sabes que te amo más que a nada, ¿cierto?—, tarareó Emmett a la chica mientras la atraía hacia un agarre más fuerte. Un sentimiento cálido emanando de ambos mientras ellos sólo estaban siendo felices de sostenerse el uno al otro.

      Violet levantó su cabeza de su hombro —. Claro que lo hago, al igual que sabes que yo te amo más que a nada también. Eres el amor de mi vida, oso polar, y nada cambiara eso.

      Emmett no había sido capaz de sacar sus ojos de sobre ella desde que ella había bajado por las escaleras como un ángel descendiendo del cielo. Él sabía que él no era el único advirtiendo su belleza, la persona más cercana a una diosa en este mundo, pero él estaría jodido si alguien más tenía la oportunidad de besarle como él lo hacía porque la forma en que ella le devolvía la mirada sólo sería para él y él pasaría una eternidad asegurándose que aquello fuera seguro.

      —Discúlpame, escuché que había una fiesta en la ciudad—, una profunda voz con un grueso acento apartó a la pareja, sacudiendo a Violet ya que ella no le había escuchado acercarse.

      Los ojos de Violet atraparon una sonrisa estirarse en el rostro de Emmett, la voz desconocida acercándose aún más.

      —Stone, ¡hijo de perra!—, exclamó Emmett, dándose la vuelta para que Violet pudiera ver el rostro del recién llegado vampiro. Él era un caballero de avanzada edad pero eso claramente no le hacía ser menos guapo. Ella observó cada parte del hombre de oscura piel y encantadora sonrisa mientras él saludaba a Emmett en un lujoso traje negro que demostraba su definida masa muscular. Él debía de pesar casi lo mismo que Emmett, lo que lo hacía increíblemente alto mientras ella se sentía como una pequeña niña entre entre a pesar que utilizaba sus tacones.

      Violet esperó pacientemente mientras ellos se daban un fraternal abrazo y todos observaban curiosos al recién llegado.

      —Emmett, te ves bien—, él sonrió al pálido vampiro cuando se separaron y Emmett dio unos pasos hacia atrás naturalmente, acercándose a Violet y envolviendo su cintura con sus brazos. Claramente, el hombre con oscuros ojos notó esto y la miró —. ¿Quién es ella?

      —Luther Stone, conoce a mi pareja, Violet Uley. Vi, conoce a uno de los más viejos amigos de Carlisle y uno de mis mejores amigos.., Luther Stone—, presentó Emmett a la híbrida y el vampiro.

      El vampiro de piel oscura asintió hacia ella, tomando su mano y besando sus dedos momentáneamente mientras hablaba con un acento británico —. Un placer, linda, debo decir Emmett.., te haz conseguido todo un ángel, ¿no?

      Emmett rió, Vi se sonrojó levemente mientras se aclaraba la garganta —. Es bueno conocerte, Luther––.

      —Stone, cariño, mis amigos me llaman Stone—, él le guiñó un ojo jugando, arreglando su traje mientras sus ojos se guiaban de vuelta a su mejor amigo —. Entonces, ¿cuándo se conocieron ustedes dos? ¿Cuándo fue la última vez que te vi, Emmett? Londres.., ¿a mediados de los ochenta?

      — ¿Ha pasado tanto? Wow, el tiempo vuela realmente—, respondió Emmett pero, entonces, miró a Violet y respondió el resto de sus preguntas —. Y el año anterior, nos conocimos antes de la batalla de los neófitos.

      —Ah, por lo que siguen en el estado de luna de miel, disfrútenlo ustedes dos. Después de unas centurias, comenzaran a batallar para alejarse el uno del otro—, bromeó él, una vez más sonriente de forma encantadora —. No, bromeo. Es más como si no fuera suficiente tiempo en el mundo para ustedes dos.

      Violet rió, especialmente cuando Emmett presionó sus labios contra su frente. Normalmente, ella hubiera bromeado, pero su intriga creció cuando él habló como si tuviera la experiencia en ello, pero lo extraño era que el hombre estaba solo. Ella prefirió mantenerse callada sobre aquello de todas formas.

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