Capítulo 24. El caso del Niño: Baño.

Start from the beginning
                                    

—Ya despertaste, alístate iremos a comer — sacudí la cabeza quitándome el poco sueño que me quedaba

—¿A comer? ¿Con quién? ¿Por qué? ¿A dónde? — Mary rio con mucha naturalidad.  No sabía a qué se refería, a lo lejos vi a John dándole unas cosas para la beba a la Sra. Hudson.

—Iremos a comer con Sherlock, John, tú y yo, a un restaurante en donde John y Sherlock decidieron compartir departamento, está a 10 minutos de aquí — se encogió de hombros, así era MARY Watson, resuelta, a veces envidiaba eso, no repensar las cosas — porque tú llevas aquí dos meses.

—Mary... Yo bueno, me siento feliz de que quieras... celebrar — carraspee — pero siento que es innecesario — La esposa del doctor levantó la mano para pararme.

—Vendrás — fue lo único que dijo, rodé mis ojos para luego ir al baño a cepillarme.

Me alegraba poder tener a Mary, pero, si Mike estuviera aquí las cosas fueran más sencillas, revise mi reloj, al dormirme no me había percatado de quitarme ni el abrigo. Eran las 7:00 pm, ¡Por qué había dormido tanto! Pensé que Sherlock me había dejado dormir tanto para adelantarse al caso.

Escuché un ruido que venía de la ducha, era el sonido de la cortina abriéndose, me di la vuelta bruscamente, para arrepentirme inmediatamente. Sherlock, estaba enfrente mío desnudo, su cabello caía por su frente y sus ojos se miraban azules por la luz del baño, intenté fijarme solo en eso, pero, se me hizo imposible. El abrió sus ojos como platos al verme.

—Lo siento — dije cerrando los ojos mientras me daba la vuelta — En serio yo no quería...

— ¡Sal de aquí! — gritó Sherlock al momento que yo huía al pasillo. Cuando llegue a la sala de estar mis mejillas tuvieron que parecer unos tomates, me tape con las manos el rostro.

Minutos después John subió las gradas, lo observé intentando no demostrar mi vergüenza, pero me era imposible. El rubor empezó a descender, cuando estaba a punto de desaparecer, escuche el portazo del cuarto de Sherlock, haciendo que el calor regresara a mis mejillas.

— ¿Qué le sucedió? — John me miró con ojos confundidos.

—Recuerdas el primer día que vine a Londres y en la mañana entre a tu baño— me tapé de nuevo el rostro con la manos— Pues creo que eso lo enfureció.

—John tardó unos minutos en procesar lo que le había dicho, cuando lo entendió una carcajada salió de él — Es... ¿De verdad? - pregunto entre risas.

—Sí — contesté muy avergonzada.

John no paro de reír hasta que Sherlock estuvo fuera de su cuarto, no pude verlo a los ojos como otras veces, sentía que si lo hacía podía volver a ponerme como un tomate. Mary se despidió de Rosie y luego de eso partimos a la cena de celebración. Me pregunté como era que habían logrado que Sir. Presumido asistiera sin renegar... Deduje que le habían dicho otra cosa o habían sido francos con él. Suspiré .

La lluvia que había caído durante la mañana y tarde permitieron que el cielo nocturno estuviera despejado. Recordé que cuando yo tenía como 4 años me encantaba ver las estrellas para dibujar en ellas algunos sueños. Mi madre me decía que cuando mirabas tan altos tus sueños pensaras que siempre están ahí, igual que las estrellas.

Usualmente al ir por la calle no solía poner atención en los demás, pero, en esta ocasión era mejor concentrarme en los peatones que cruzaban a mi lado, o el recuerdo de Sherlock saliendo de la ducha regresaba a mí. Negué lentamente parecía que el caso sería muy incómodo, no podía pensar en sentarme a la par de Sherlock en esos momentos.

My Reflection (Sherlock) (En edición) Where stories live. Discover now