||She Killed My Ego|| (G-Dragon)

Capítulo 54: Sleep together.

—Ugh, idiota —soltó alejándose de mi mientras volvía reír ahora con más fuerza —Ya salgamos de aquí, Nana debe pensar que estamos teniendo sexo descontrolado.

—Al menos dejamos limpio, ¿no?.

—¡Ji Yong! —chilló rodando sus ojos para tenderme una mano y así caminar con ella hasta la puerta a la que ya le había quitado el seguro antes puesto.

—¡Espera! —jalé su mano para que voltease y aún con el mar de emociones dentro de mi pregunté —¿Me quieres?.

Una sonrisa brillante no tardó en aparecer entre sus labios levemente rojizos y sin esperar demasiado se acercó a mi rostro para susurrar en voz baja, casi como si me contase uno de sus mayores secretos...

—Te amo, Ji Yong.

~FIN POV JI YONG~

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"Todos necesitamos alguna vez un cómplice. Alguien que nos ayude a usar el corazón, que nos espere ufano en los viejos desvanes, que desnude el pasado y desarme el dolor. Prodigioso, sencillo, dueño de su silencio. Alguien que esté en el barrio donde nacimos o que por lo menos, cargue nuestros remordimientos hasta que la conciencia nos cuelgue su perdón. Cómplice del trasmundo, nos defienda del mundo, del sablazo del rayo, y las llamas del sol. 

Todos necesitamos alguna vez un cómplice, alguien que nos ayude a usar el corazón..."

Mario Benedetti, Cómplice.

💓

—Tienes una cara de mierda...— la voz burlesca de Seungri fue lo primero que oí al entrar a la camioneta, a lo que sólo respondí con un gruñido y un gran bostezo que casi me deja sin aliento.

Y en efecto, mi cara no me estaba favoreciendo en lo absoluto. 5:30 de la madrugada y un montón de maletas del staff estaban  siendo instaladas al interior de otros autos en destino al aeropuerto, dos semanas en China nos esperaban y una manga de conciertos bajo el cargo de los chicos.

Sabía que me aguardaba  lo mismo de siempre,  correr de un lado para otro, cumplir con todos los favores que me fuesen pedidos, alimentar a cada uno de los muchachos y asegurarme de que estuviesen bien durante toda la estadía en el grande asiático. No era algo muy diferente a lo que ya realizaba en la empresa, pero ahora todo el mundo estaría mucho más estresado, además de los pesados y constantes horarios de entrevistas y preparaciones. 

—Siempre eres una mierda Seungri— respondí mirándole con recelo.

—Ugh, punto para Coraline—escupió Seung Hyun sin siquiera quitarse su antifaz para dormir.

—Tsk, soy demasiado caballero como para contestarte—soltó el platinado con aire de indiferencia.

—Perdedor, querrás decir...— añadió Ji Yong mirándole de reojo, estaba sentado justo a la ventana y me hizo un espacio en el asiento, de manera que quedé sentada entre él y Taeyang. 

—Lo dices sólo para defender a tu novia—contraatacó terminando de acomodarse en su asiento, para así partir en rumbo al aeropuerto. 

—Tal vez—murmuró Kwon a medida que su brazo abrazaba mi hombro y me acurrucaba en él —Sí, es mía y de nadie más—susurró más para si mismo, a lo que no pude evitar sentirme como una porción de gelatina que poco a poco comenzaba a desparramarse.