- No... - suspira – pero noto como se tensa cuando te escucha llegar a casa, o como nos evita.

- Joder... crees... - la piel se me pone de gallina solo de pensarlo - ¿puede pensar que no la queremos?

- Seguramente Luck... o que preferimos a Armida antes que a ella...

- ¡pero eso no es así! – digo indignado

- Ya lo sé cariño, por supuesto que queremos a las dos, bueno a los tres, los amamos, pero los comportamientos que tiene Olivia hace que nosotros seamos también más reacios, por miedo a su rechazo, son adolescentes no sabemos por donde va a salir.

- Entonces creo que debo de ir a tener esa charla con ella.

- Menos mal, que me vas a hacer caso – se ríe.

- Solo si me prometes una cosa – la acaricio la tripa.

- Sorpréndeme amor.

- Que cuando termine te quedes conmigo todo el día en la cama.

- Ums... me puede venir bien una compañía la verdad, esto es demasiado aburrido... pero...

- ¿pero....?

- ¿Y tu trabajo?

- Que le den al trabajo, hoy quiero estar con mi mujer.

- Entonces quedas totalmente invitado.

Después de unos cuantos besos más Nicki me echa de la cama y me pongo en camino para ir a ver a Olivia, la que casualmente está en su habitación con una amiga suya, que gracias a dios no es la loca rubia.

- Hola – mi voz las sorprende a las dos.

- ¡Hola! – una voz efusiva sale de la amiga de Olivia.

- ¿Qué quieres papá? – y aquí está la voz sin ganas de mi preciosa hija.

- ¿podemos hablar? – soy malísimo en esto de hablar o empezar una conversación.

- Si claro – se da la vuelta para encararme.

- A solas – digo señalando a su amiga.

- Si Lidia ya se iba, vamos a terminar este trabajo, ¿puedes esperarme en la terraza?

- Claro – digo y sin más me encamino a la terraza, no tengo ni puta idea de que la tengo que decir, o como tengo que empezar.

- Yo no he hecho nada – la voz de Olivia me sobresalta.

- ¿Y quien te ha dicho que te vaya a regañar?

- No se, es que como últimamente parece que todo lo hago mal.

- Hombre, todo, todo no Olivia, pero algunas cosas a lo mejor las tienes que cambiar ¿no crees? – digo mientras me siento en el bordillo.

- Ya me vas a venir con la misma mierda que mamá ¿no? Que si trata bien a Armida... que la integres en tu circulo...

- ¡Para! – dije un poco más fuerte de lo normal.

- ¿Por qué? Sé perfectamente que la preferís muchísimo más que a mí, lo veo siempre.

- No Olivia, no vayas por ese camino, y menos haciéndote la victima ¿vale?

- Oh si claro, de víctima – se cruza de brazos, y joder esto es malo, muy malo – estoy harta de tus miradas frías, o de tu poco afecto a mi ¿sabes? Me duele que ya no seas igual conmigo.

Ya no quiero vivir sin ti.Where stories live. Discover now