꧁ ℕ𝕦𝕟𝕔𝕒 𝕋𝕖 𝕃𝕒𝕤𝕥𝕚𝕞𝕒𝕣𝕚𝕒 ~ ℂ. 𝔻. ꧂

Capitulo 28

Los pasillos de Hogwarts durante las noches no se parecian en nada a durante el dia, la luz de la luna entraba donde por el dia pasaba la del sol, de vez en cuando se podría ver cierta niebla entrar de los jardines, y esa noche no era la excepción, Alice caminaba tranquilamente por los pasillos de la escuela donde ni una sola alma se hacia presente, era común encontrarse a los fantasmas deambulando por los pasillos a esas horas pero esa noche se encontraba completamente sola. Miro abajo y se dio cuenta que no tenia zapatos, se encontraba descalza y con su pijama puesto, hizo memoria y no recordaba haber salido de su habitación. Se iba a regresar por donde vino pero vio que al final del pasillo entre la neblina se encontraba una gran criatura negra, que si no fuera por la neblina su oscuro pelaje se ocultaría entre las sombras. Sentía como si la llamara, el gran perro quiso que se acercara a ella y ella lo hizo, camino hacia el para quedar frente a frente, observándose a los ojos, al ver sus ojos supo que era el mismo perro que había visto en la casa de los gritos, lo supo por sus ojos, los cuales desde el primero momento en que los vio supo que se veían no como los ojos de un perro, si no como los de un humano, grises como los de ella.
Acerco su mano al hocico del animal para dejarse oler por este, para poder tocarlo sin peligro alguno, pero este se alejo de ella. Con un movimiento de cabeza le indico a la chica que la siguiera y salió corriendo, Alice no pudo ni pensarlo cuando corrió detrás del animal, en poco tiempo llegaron a el sauce boxeador, vio como la criatura entro en un hueco debajo de el árbol oculto entre sus raíces y desapareció por este. Sin pensarlo fue detrás del perro e inspecciono si era seguro no no entrar por donde el perro lo había hecho, rápidamente recordó el cuento infantil de Alicia en el país de las maravillas, ella era Alicia (Literalmente) y el perro negro era su conejo blanco. Escucho el llanto del perro provenir de dentro de hueco y no dudo ni un segundo en entrar para poder comprobar su estado y ver si se encontraba herido. Callo por el hueco como si de una resbaladiza se trastase callendo sobre su trasero, se puso de pie y saco su varita de su bolsillo para iluminar su camino, vio que se encontraba en un pasadizo que aparentemente la llevaria a donde fuera que se encontrara el animal. Mientras mas avanzaba mas notaba que el pasillo empezaba a hacerse mas largo, con el tiempo llego a una pequeña puerta la cual atravezo y la dejo en lo que ella reconocio como la casa de los gritos, miro al suelo y vio las manchas de las pequeñas patas del perro decorar el suelo, sabia que si las seguia llegaría a donde fuera que estuviera el animal. Siguio las pequeñas hueyas hasta lo alto de la escualera, miro hacia ambos lados de el pasillo solo para ver que una habitación a su derecha estaba siendo iluminada desde dentro, sin pensarlo se acerco cuidadosamente a esta para inspeccionarla, de algun lado detras de ella aparecio el gran animal y corrio hasta la puerta y la tacleo de un golpe, pero en lugar de que esta callera se convirtio en un monton de mariposas negras, junto con el perro. Alice no entendia nada de lo que estaba pasando a su alrededor, aun para el mundo en el que se encontraba todo estaba siendo extremadamente raro. Cuando estaba dispuesta a retirarse una voz se hizo presente dentro de la habitacion, era como los quejidos de una mujer, intento entrar a esta pero una barrera invisible se lo imponia

—Se suponía que era nuestro amigo— la voz de la mujer le parecio extremadamente familiar, hasta podria decir que le dio cierto reconfort escucharla, pero por mas que intentara, ponerle un rostro no podia recordarlo, vio como si estuvieran siendo creados por el polvo de dentro de la habitacion una mujer con una gran cabellera rubia se encontraba en posicion de ataque protegiendo a una prqueña niña de no mas de 5 años— ¿Porque haces esto Peter?

—Sólo sigo órdenes de mi señor— no reconocio de igual manera la voz del hombre pero supo que esta denotaba un gran nerviosismo —Solo dame a la niña, tu y Sirius podran tener mas.

—Para que el venga por ellos después— dijo casi sonando sarcastica —Crei que todo estaba arreglado cuando fui a hablar con la señora Black.