꧁ ℕ𝕦𝕟𝕔𝕒 𝕋𝕖 𝕃𝕒𝕤𝕥𝕚𝕞𝕒𝕣𝕚𝕒 ~ ℂ. 𝔻. ꧂

Capitulo 21

Habían pasado ya varios días desde esa tarde donde sin darse cuenta, había perdido sus amistades, que si de por si eran escasas, ahora lo eran mucho mas. Su mejor amiga, Angelina, por una razón que desconocía se encontraba cada día mas distante con la chica, Alice creía saber la razón y la entendía, sabia que aunque no lo aceptara sabia que lo que una cosas que habían dicho las chicas Ravenclaw en la carroza era cierto, y posiblemente su amiga se encontraba avergonzada por esto. Después estaba Harry, la razón de porque cada vez que la veía en los pasillos la evitaba con miedo era completamente desconocida para la chica, sentía curiosidad por saber qué razones tendría, pero simplemente no encontraba la motivación de acercarse a preguntar. La razón por la que los gemelos y Alice se evitaban no era desconocida para nadie, como si fuera fuego, la noticia de que Fred había besado y declarado su amor a su mejor amiga, se había propagado en cuestión de horas, no habían hablado del tema, ambos con miedo de arruinar su amistad de tantos años y al mismo tiempo avergonzados por las acciones que habían tomado desde que sucedió. Y por ultimo se encontraba Cedric, este no era que evitara a la chica, al contrario, había escuchado mas de una vez por los pasillos que estaba tratando de encontrar el momento para hablar con esta, de igual manera que todos sabían lo de Fred, todos habían visto el final de la salida donde había salido de las carrozas insultando a un montón de niñas de tercero, claro esta que nadie sabia el contexto en general de la situación, solo sabían lo que se habían encargado de decir las niñas, que era muy alejado de la verdad, pero esas cosas no le importaban a Alice, lo que de verdad le importaba era la falta de acción por parte del tejón, le lastimo que a pesar de ser amigos no hubiera hecho ni un mínimo intento de parar los comentarios, y mas justo después de haber descubierto una mínima atracción hacia el, o al menos eso era lo que se permitía aceptar.
Estaba cansada de ser una adolescente, siempre le parecieron extremadamente aburridos ese tipo de historias donde adolescentes sentían que se les acababa el mundo solo por pequeños chismes o problemas amorosos, y de un momento a otro se encontró atrapado en uno, parecía una de sus peores pesadillas. Durante la clase de runas antiguas donde se encontraba sola sentada en el fondo del aula decidió que era momento de volver a organizar sus probidades y buscar lo que realmente era importante, que era su padre.

El profesor Lupin le había prometido ayudarla de cierta manera en la búsqueda de su padre, esto había hecho que tuviera una gran estima hacia el hombre, pero en las semanas pasadas había estado siendo evitada por este como por sus amigos estos días, cada vez que se quería acercar al profesor por un nuevo acertijo este la evitaba diciendo que estaba muy ocupado y que en otra ocasión seria, las primeras veces lo comprendió ya que después de todo era un profesor, pero cuando la excusa se volvió tan recurrente empezó a dudar. Justo ese día había sido el dia en que el profesor Snape cumplía su sueño y impartió la clase ya que aparentemente su profesor habitual se encontraba indispuesto. Al terminar la clase sentia dudas sobre el tema expuesto y como era de costumbre se iba a acercar a su profesor en busca de explicaciones.

—Profesor Snape— dijo con su libro abrazado a su pecho como de costumbre, este soltó un gran suspiro de pesadez al escuchar su voz

—¿Que quiere ahora señorita Reckless?— desde que había llegado al colegio no había sido del agrado de su profesor de pociones, no es que fuera extraño para alguien de su casa, pero ella sentía que había algo mas, algo fuera de su persona. El mismo profesor le había dicho en mas de una ocasión que era una estudiante extraordinaria, por lo cual era una lastima que fuera ella, en el momento no supo como tomar ese comentario y hasta el día de hoy no le encontraba lógica a su insulto que era un cumplido

—Solo quería saber si la próxima clase el profesor Lupin estará aquí— le dio una falsa sonrisa solo para hacerlo enojarse y confundirse mas, había descubierto que las muestras de felicidad incomodaban al profesor, por lo que lo hacia con gran frecuencia cuando se trataba con el —Tengo varias dudas sobre el tema de hoy que seguro usted no va a querer responder.