Esta es la historia de un frió youkai y una gentil sacerdotisa, de como caen el las manos del amor y del deseo, conociendo por fin el amor correspondido y demostrando que la especie o el tiempo un pequeño detalle que se puede ignorar o arreglar.
- Mama - habla por primera vez Shippo desde que despertó.
- Si, Shippo - le contesto Aome con una tierna sonrisa y una mirada llena de cariño.
- A donde vamos - Pregunto Shippo.
- Con Sesshomaru - Respondió Aome.
- Porque mama - Volvió a preguntar Shippo con mucho interés.
- Rin esta enferma y como se que la quieres mucho, confió en que la ayudaras a mejorarse pronto y ha animarla - Respondió Aome con una sonrisa al pequeño.
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Mientras tanto Sesshomaru no podía sacar a cierta Miko de sus pensamientos, no desde que hablo con su bestia y poco a poco estos pensamientos fueron tomando otro rumbo, un rumbo algo morboso, se imaginaba ha SU miko desnuda bajo de el mientras el probaba esos labios que lo cautivaban y cada parte de su ser se calentaba por tal escena, aunque Sesshomaru no conociera el amor Aome le despertaba sentimientos desconocidos para el, deseaba que ella solo fuera para el, quería protegerla y tenerla siempre a su lado, ya no podía ocultar lo que sentía por ella y aprovecharía el tiempo que estuviese en su castillo para conquistarla y de esa manera nunca se separe de su lado.
Sus pensamientos fueron interrumpidos al captar el olor de Aome junto con el de otros dos seres, logro reconocer uno y al saber de quien era, se enfureció y deseo marcarla y hacerla suya, para poder impregnar su olor en su cuerpo y que ningún macho sea youkai o no, se le acerque y poder tenerla solo para el.
Cuando Aome al fin apareció en su campo de vista logro ver que en sus brazos llevaba una cría de kitsune, lo cual explica el segundo olor impregnado en ella, no protesto o hizo preguntas de que porque lo trajo.
- ¿Tienes todo lo que necesitas? - Pregunto Sesshomaru, sin esperar una respuesta tomo el bolso de Aome y se lo puso en el hombro y tomo ha Aome en brazos mientras esta tenia a Shippo cargado, para partir rumbo al oeste.
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Aome solo pudo ocultar tu grito de sorpresa y disfrutar de la sensación de protección que le brindaban los brazos de Sesshomaru, mientras el pequeño Shippo estaba maravillado por lo rápido que volaba Sesshomaru y disfrutaba la vista que les brindaba la noche.
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Al llegar al castillo fueron recibidos por guardias y un pequeño youkai verde llamado Yaken, quien se sorprendió al ver a la humana en los brazos de su amo, aun así no dijo nada por temor a su vida.
Una vez Sesshomaru piso el suelo del palacio bajo ha Aome de sus brazos, lo cual fue muy difícil para el porque una vez fuera de sus brazos añoro el calor que su cuerpo desprendía.
- Yuki - Dijo Sesshomaru y a los segundos llego una neko youkai.
- Si, amo - Respondió la neko youkai.
- Lleva al kitsune a un cuarto junto al de Rin, para que descanse y prepara una habitación para la miko continua a la mía.
- Si, amo - Respondió la youkai y se llevo a Shippo consigo.
- Yaken - Dijo Sesshomaru.
- Si amo bonito - Respondió Yaken.
- Paso algo mientras no estaba - Pregunto Sesshomaru.
- No, amo bonito - Respondió temeroso Yaken.
- Y Rin, ¿ como esta? - Pregunto Sesshomaru.
- No le ha bajado la fiebre amo Sesshomaru - Respondió Yaken.
