Antes del fuego✔

6. Papá y pizza

Cuando llego con lo comprado en el súper mis amigas están sentadas con cara de aburridas en el porche de mi casa. Han venido en el auto rosa de Cheryl.

―¿Em, por qué no entraste a clase? ¿Dónde andabas metida? ―Cheryl me regaña de primera, y yo levanto las dos bolsas con las compras que hice en él súper.

Sonrío para disfrazar mi frustración después de lo acontecido, porque no tengo de otra.

―En serio, llevamos horas esperándote. ―Ella insiste en su enojo.

―Chicas no exageren, que no ha pasado tanto tiempo ―resoplo y me dirijo a abrir la puerta.

Entro en casa y ellas me siguen. Una vez dentro y resguardadas bajo techo descargo las cosas en la mesa del comedor. Lo cierto es que el sinsabor de lo sucedido aún no se me quita. Me sacudo un poco y las hago que me sigan a mi habitación en el segundo piso.

―¿Qué te pasa? ―Cheryl me increpa―. Ese idiota de Ian te dijo algo feo otra vez, y por eso no entraste a la clase ―añade y su tono es más conciliador.

―No me lo van a creer; pero, me he tropezado con Jeremy. ―Lo saco finalmente de mi pecho y me lanzo sobre Cheryl llevándola sobre la cama con toda mi fuerza―. Ella se sorprende con mi agresiva reacción.

―¿Dime que es cierto lo de Kate y tu primo? Porque si no es así nos meteremos en serios problemas. ―Le reprocho en la cara.

Phoebe resopla por mi acción, y Cheryl me mira horrorizada y colorada, y sé que se pone así de fúrica cuando ponemos en duda sus noticias, y eso es suficiente para saber que no miente; y por mi bien le creo. Además, él nunca lo desmintió.

―Em, ¿nos vas a decir por fin que es lo que te pasa? ―Phoebe es la que pregunta ahora.

Suelto a Cheryl y me siento en el piso abrazada a mis rodillas. Y no me queda más remedio que ponerlas al tanto. Primero con la llamada de Ian, y que espero no vuelva a llamarme; aunque hasta ahora no lo ha hecho. Y después sobre mi doble encuentro con Jeremy, excepto que omití lo cruel que fue conmigo cuando intenté...

¿¡Hacer que!?

¡Santo cielo!

Cada que lo recuerdo no dejo de sentirme estúpida. Luego contarles todo el rollo, hicimos a un lado el tema para no amargarnos más el rato y pasamos el resto de la tarde comiéndonos los pasabocas, y las bebidas que traje, mientras actualizamos el blog de Cheryl sobre moda, y nuestros perfiles. Cada semana los cambiamos para no parecer retratos viejos, y también para festejar aprovechando que mamá no estaba y no teníamos su prohibición maestra de comer comida chatarra. Ordenamos pizza a nuestro gusto.

―Me encanta esa sugerencia para el verano. ―Phoebe aplaude el estilo elegido por Cheryl para el blog.

Seguro no demoran en comentar sus seguidoras. Lo cierto es que destacamos. No somos las más populares; pero tampoco impopulares. Somos el término medio de la sociedad estudiantil, y el asunto con Kate es que ella está en la inalcanzable cima de la popularidad.

―¿Ustedes saben si la madre de Jeremy tiene problemas con la justicia? ―Les pregunto a ambas, mientras reviso mi galería para subir fotos nuevas a mi red social.

Ellas me miran rayado. Pero Phi como cariñosamente le llamo, después de meditarlo un poco es la primera en hablar.

―¿Con la justicia? Se supone que ella conoce bien la justicia. Es abogada; aunque... ―Ella se corta la frase y yo la animo para que continúe con lo que ha picado un poco mi curiosidad.

Cheryl frunce el ceño hacia mí y me da una mirada extraña. Sí, esa que dice, "y a ti que demonios te interesa eso".

―No es por chismear; es solo que Max me contó que el juez Ross y ella se van a separar. No sé si es definitivo; pero, ella lo pasa terrible porque quizás le deje en la calle. ―Phoebe expone el resto, finalmente.