Capitulo veinticinco.

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A la mañana siguiente, desperté con dolor en el cuello, estaba en mi habitación, tirada en el piso, y las gemelas en mi cama. malditas, gruñí. 


Luego de que Derek me desatara. Papá había llegado y pues ellos se portaron como angelitos, cuantos los detesto. Me pare del piso y camine hasta el baño estirando un poco mi cuello. Entre en la ducha, y deje que el agua cayera por mi cuerpo. 


Me vestí en el baño. Y salí peinando mi cabello, Las gemelas aun seguían durmiendo, y fui por mi crema, la eche en su cara haciendo pequeños dibujos, en su cabello. Busque la cámara y le tome una foto. 


La venganza es dulce


Salí de mi habitación, y los demás estaban abajo. Me senté en mi silla de siempre, y espere el desayuno sin decir nada. Connor me miraba con el ceño fruncido, entrecerré los ojos, parece que estamos peleando con nuestras miradas. 


Denise dejo uno de los platos en la mesa, e interrumpió nuestro enfrentamiento de miradas, tome el pancake. El grito de las gemelas me hizo reír, y morder mi labio, Papá miraba la escalera por donde iban bajando ellas con la cara llena de crema. 

Me mordí la lengua para dejar de reír y me declaren culpable. Derek empezó a reír, y Connor, hasta Jai, y Papá trataba de aguantarse la risa, igual que Denise. 


— Ok. ¿Quien hizo eso? — Pregunto Papá. 


— ¿Como que quien lo hizo? ¡Tu hija! es más que obvio. — Chillo Mindy. 


— Oye, no me metas en tus locuras. — Hable, mordiendo el pancake. 


— Ah, no, Y ¿Quien será entonces? — Pregunto sarcástica Cindy. 


Fruncí mis hombros. — Elmo. 


Ellas me fulminaron con la mirada y subieron los escalones dando pisadas fuertes. Termine de Desayunar y Jale a Derek para salir de la casa. Entre en su auto en el copiloto, y el puso el auto en marcha. 

— Sabía que igual te vengarías. 


— Ya me conoces. — Sonreí. El negó con la cabeza. 


Al llegar al instituto, baje del auto y arregle mi mochila, camine hasta la entrada.
 

— Lia, Espera. — Escuche la voz de Derek,y me voltee. 


— ¿Qué? 


— Olvidaste algo. 


— ¿Qu...


Se acerco a mí sin dejarme terminar la frase y me beso. Tomo mi cintura, fue un beso tierno, sonreí en su labios y lo empuje un poco, estábamos en la entrada del instituto, cualquiera puede vernos. El sonrió, y yo negué con la cabeza, entre en el instituto. 

Camine hasta mi salón de clases. Me senté en mi silla entre medio, y saque mi cuaderno, tratare de mejorar la clase de Arte, así no tendré que tomar las clases particulares. 

Edward entro en el salón y al mirarme me guiño el ojo. baje mi cabeza hasta mirar mi silla, cero contacto con el profesor Lia. 

La clase empezó, Edward nos dejo hacer el trabajo en grupo, Logan estaba a mi lado, dibujando perdidamente en su cuaderno. Últimamente se había alejado un poco y no se porque me afectaba más de lo que deberías. 


— Hola. — Hable. 


— Hey. 


— ¿Estas enojado conmigo? — Me fui al punto. 


— No. ¿Por qué debería? 


— No sé, estas extraños. — Fruncí los hombros. 


— Es que... eh escuchado rumores. — Ahora el estaba algo nervioso. 


— ¿Rumores? ¿Cuáles? 


— Lia. — Me miro. — ¿Es cierto que te acuestas con tu hermano? 



Mi corazón dejo de latir, y abrí mis ojos. 


— ¿Qué? ¿De qué mierda estás hablando? — ahora estaba nerviosa, mucho. ¿de donde había salido eso? El único que sabía aquello, era Edward. y no creo que... mierda. 


— Naah, olvídalo, solo son rumores, no lo creí ¿Sabias? — El rio. — ¿Te imaginas acostándote con tu hermano? Es asqueroso. 

Reí con nerviosismo para tratar de disimular. — Si, asqueroso. 


Pose mi vista en el profesor, y el me miraba sonriendo. Trague en seco, Y negué con la cabeza sin dejar de mirarlo. Si había sido él, iba a matarlo, sin importar que sea mi profesor. El timbre sonó, y los estudiantes salieron apurados. Me quede sentada en la silla, esperando que saliera el último. 


Necesitaba hablar con Edward, el no despego su mirada de mi en ningún momento. La puerta se cerró. Yo lo miraba desafiante. 


— ¿Cuál es tu plan? — Hable, sin dejar de mirarlo, esto es guerra. 


— ¿Cual es el tuyo? — Se paró de su silla, y camino hasta su escritorio y se apoyo en el. 


— Yo pregunte primero. 


Me pare del asiento y me senté en la mesa de esta. 


— Solo hare que vengas a mí, por ti sola. — El sonrió con sus dientes perfectos y blancos. 


— ¿No crees que estas soñando mucho? 


— ¿Estás segura, Lia? — El se acerco a mí, no podía moverme porque la mesa me lo impedía, abrió mis piernas y se coloco dentro de estas. Fue hasta el mechón de cabello que salía de mi coleta, y la dejo detrás de mi oreja. — Te gusto tanto, que se que no vas a detenerme ahora. 


Se acerco a mí y beso mis labios, estaba algo sorprendida, El sostuvo mis manos para que no pueda moverla, y apretó sus labios con los míos. Mordí su labio para que se alejara, pero el solo gruño y siguió con el beso.  


Trate de mover mis manos, pero era imposible, el era demasiado fuerte. El sonido de algo chocar contra la ventana, alerto mis nervioso, Edward se alejo rápidamente, y poso su vista en la ventana rota. 


— Tengo que irme. 


Tome mi mochila y salí del salón rápidamente sin prestar atención, mis nervios estaban a mil, caminaba rápidamente por el pasillo. Me acerque a mi taquilla y la abrí, una hoja de color roja cayó hasta el piso, me baje para recogerla. 


Eres una chica mala, Lia.
Se lo que haces con tu hermano y tu profesor.

Deja de jugar y ven con alguien se verdad. 


Arrugue la hoja y trague hondo, todo esto está saliendo mal, muy mal, lo eche en el primer basurero que encontré y salí corriendo de ese lugar, me sentía atrapada descubierta, me senté en unos de los bancos ¿Ahora que iba? 


¿Si papá se entera? ¿Si Derek se entera de lo de Edward? 


Mi pie empezó a moverse rápidamente, ¿Quien había enviado esa nota? 


Una nota rosa, en tu taquilla Lia, ¿Quien podrá ser? Piensa, Lia, piensa. 


No entre a las otras horas, estaba tan nerviosa como para pararme de aquí, ya tenía dolor de cabeza de tanto pensar, no sabía ni hora era ni cuento tiempo llevaba aquí, pero Derek apareció delante de mí. 


— Hey. — Derek dijo dentro del auto. 


Me pare y camine hasta el copiloto, abroche mi cinturón. 


— Estamos en problema. 


— ¿Qué? — El levanto una ceja. 


— Alguien lo sabe... ya sabes... tu y yo. 


— ¿Quieres explicarte, Lia? 


— Si pues, recibí una nota, y pues decía que sabía lo que hago contigo, y que... ¿Sabes qué? No sé qué hacer. 


— ¿Qué hay de malo en eso? 


— ¿Como que Que hay de malo? ¿Papá? ¿Denise? — Le recordé. 


— Creo que hay que decírselo. 


— ¿Qué? ¡Te estás volviendo loco! 


— Empezaremos con mi madre, ella no se lo tomara tan mal, eso espero. — Lo fulmine con la mirada. 


— ¿Que piensas decirle, imbécil? Tú y yo no somos nada. 


— Ah cierto. ¿Quieres salir esta noche? — Pregunto de lo más normal. 


— ¿Qué? 


— Ya sabes, tú y yo, una cita. ¿Qué parte no estás entendiendo, Lia? — Pregunto el confundido. 


— Ya pues, está bien. 


— Bien. — El sonrió. 


Al llegar a casa subí a mi habitación, ahora era color morado, y había cambiado mucho, la nueva ventana era grande. y me dejaba mucho espacio para ver el Jardín. Deje mi mochila en alguna esquina, me saque el abrigo e hico mi coleta un moño. 


Mi puerta se abrió, y Connor entro en mi habitación, cerrando la puerta tras el. 


— Se lo que estás haciendo. 


— Ahora todo el mundo lo sabe todo. — Gruñí enojada, ya me estaba cansado. — Ahora ¿Que sabes tú? 


— Lo de Derek y tu. 


— No hay nada entre Derek y yo. — Dije fría, si me ponía nerviosa ahora, estaría perdida. 


— ¿Estás segura? — Sonrió. — Tengo prueba que puedo mostrarle a tus padres. 


— Mierda, déjame en paz, vete de mi habitación. — Me senté en mi cama, y lo ignore todo lo posible tecleando en mi teléfono. 


— Oh, querida Lia. — Se sentó frente de mi. — Te has salvado que aun no eh dicho nada, y es porque quiero aprovecharme de esto. 


— ¿Que quieres? — dije entre dientes. El me miro con una mirada de maldad, y una sonrisa en los labios. 


— Ya te diré luego. — Se acerco y beso mi mejilla. 


Se paró de mi cama, y salió de la habitación, fruncí el ceño ¿El me había besado la mejilla? ¿Porque mierda? Me deje caer en la cama y coloque una almohada en mi cara, gritando en ella. Todo me sale mal, siempre. 




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Pss, soy una mala prometedora, culpen a mi madre._. no quiere darme el Whatsapp. 
Cap dedicado a:  Marceli87
CHANCHAN... 








Mi vida con DerekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora