❁Capítulo 4❁

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Entré en la gran mansión con muchos nervios, pués al ver los tipos de chicos que eran no era muy cómodo estar ahí, sentí a alguién detrás de mi.

—¿Quién fué? —me giré y pude ver a Reiji

—¿Qué cosa? —no entendía

Se acercó a mi acortando la distancia entre nosotros oliendome, la verdad me hizó sonrojarme.

—¿Q-que haces?

—¿Fué el? —ya entendía, se refería a el señor Sakamaki

—Si.. —desvíe la mirada, luego vi a los demás hermanos.

—Nfu~Espero ser el afortunado —me miró de pies a cabeza

—Nee Teddy, Huele muy dulce ¿No creés? —sé perfectamente a que se refería

—Sh... Son muy rudosos—Un rubio dormía

—Tsk, ¿Otra más?

—Ore-sama será su primer todo—me sonroje

—Esperen, no entiendo nada—Los miré a todos

—Ella no será de nadie, no es una novia sacrificada, ella ya tiene un prometido—Reiji se acomodó sus lentes

Bueno, todo era mejor que aguantar los abusos de mi padre, luego vi a una rubia en la sala, al verla me dió una sensación incómoda, comence a tocer a lo que luego miré mi mano con la que me tapé la boca y había sangre, ¿Qué me sucede? Rápidamente hice mi mano un puño.

—¿Dónde está el baño? —Reiji me guió hasta allí

Todo era bastante elegante y lindo a la vez, entré en el baño y limpié mi mano,luego me miré en el espejo, claro ya no estaban las marcas de golpes eso me tranquilizaba un poco. Salí del baño y allí estába Reiji

—Ven, te mostraré tú cuarto

Caminamos al segundo piso, pasamos muchos minutos caminando y llegamos, era una habitación blanca con detalles en color café, dejé mi maleta y me giré hacia el.

—Muchas gracias, la verdad eres la persona más amable que e conocido—dí una reverencia

— Vamos rápido, aún falta para la cena—tomó mi muñeca y comenzó a caminar rápido, llegamos a una biblioteca la verdad parecía un sueño.

—Puedes tomar el que gustes—comence a recorrer rápidamente los pasillos, admirando las estanterías llenas de libros.

Miré a Reiji que me seguía con la mirada, quizá me veía ridícula o como una niña.

—Eres un demonio, ¿no? —su pregunta fue repentina

—Si, la verdad me hubiera gustado no serlo—bajé la mirada

—¿Porqué?

—Pues jamás e podido ver mi verdadera forma ,mi padre dice que se muestra por si sola con la persona que uno deseé pero creó que jamás la podre ver,cortaron mis alas cuando era pequeña..

—Pero,¿Podrían volver a salir,no?... —Sonreí un poco

Estabamos tan cerca que me sonroje, yo estaba de espaldas en una estantería y el estába al frente mío, cada vez se me acercaba más. Luego tomó mis muñecas dejandandolas a cada lado de mi cabeza, esto me estaba preocupando un poco hasta que senti su fría lengua en mi cuello cosa que me hizó estremecer.

—Déjame quitarte ese asqueroso olor—mis piernas temblaban

Sus colmillos rozaban mi piel y luego sentí como la atravesó, dicen que si un vampiro muerde a un demonio, éste siente placer y yo lo pude comprobar.

—Ahh... —unos cuantos gemidos salían involuntaria y sigilosamente de mi boca, casí inaudibles.

—Al parecer es cierto lo que dicen—me sonroje al instante

Vi a la rubia de antes llegar a la biblioteca con una cara algo nerviosa al vernos en aquella poscición tan comprometedora.

—Reiji-san... —acaso estaba ¿Triste?

—¿Qué quieres humana? —se le notaba algo enojado por la interrupción de ella

—N-no importa.... —salió corriendo

Reiji seguía sosteniendo mis manos, el me miró en silenció hasta que me soltó.Mis muñecas estaban algo rojas

—Me disculpó por hacerte daño—miró mis muñecas

—No te preocupes.. —Aún estába aturdida

Miré hacía el pero ya no estába, además estoy algo hambrienta. Recordé que había un cementerio aquí cerca, pues yo me alimento de almas en pena, al recogerlas ellas pueden descansar en paz. Salí de la biblioteca y me dirigí a mi cuarto, me cambie por algo ligero.

Opté por un vestido blanco corto, caminaba por los largos pasillos de la mansión y vi a la rubia de antes,se me acerco.

—Buenas noches,me presento soy Yui,Komori Yui—trataba de hablar correctamente pero no le resulto en absoluto

—Un gusto,soy Kurosaki Midori—di una pequeña reverencia

—¿Estas perdida?—asentí con una sonrisa—Yo te ayudo.

Mientras me llevaba hacia el cementerio me di cuenta que es una chica bastante agradable y servicial,claro no la educaron con unos modales perfectos pero eso era lo que menos me importaba.

—¿Que quieres hacer en el cementerio? —me miraba dudosa

—Vine a tomar las almas

—¿Que almas?, acaso...

—Soy un demonio, pero tranquila no te haré daño, me alimento de las almas en pena para que puedan descansar en paz—miré alrededor—Pero me gusta estar sola...

—Bueno si quieres me puedo ir

—No, si quieres puedes quedarte a mirar—me sonrió

Trate de concentrarme  y sucedió.

Las estrellas en tus ojos-Reiji SakamakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora