La revolución de los inexistentes

Prólogo

Isla Neptuno, Octubre 04 de 1869

Lord Federico Watson:

Inexistentes. Gente que trabajaba horas inhumanas al día, que tenía horribles condiciones de trabajo, que debían escoger a cuál de sus hijos alimentar. Inexistentes. Gente que moría por no ser atendida adecuadamente, o simplemente no tenían los recursos para pagar un médico, personas que veían morir a sus seres queridos de manera impotente. Inexistentes. Niños que perdían su infancia e inocencia en las minas o en el campo, alimentando a las bocas glotonas de la alta sociedad, niñas que tenían que prostituirse para poder sustentarse, y así satisfacer los deseos de la gente de cuna de oro. Inexistentes. Gente que era violentada diariamente y las injusticias arrebataban sus esperanzas, sin poder hacer nada, ya que la justicia existe solo para quien puede pagarla. Inexistentes. Gente a la que se le escapaba la vida de una forma miserable por no poder tener ambiciones ni sueños. Inexistentes. Gente que era juzgada por no tener valores, valores impuestos por los hipócritas que gastaban su vida dañando a las personas que nunca consideraron. Inexistentes. Ya era suficiente, suficiente de ser el asco de la sociedad. Inexistentes. Suficiente de ver la brecha que existían entre la gente real, y la gente que vivía una mentira. Inexistente. Suficiente de ser invisibles y de no ser una prioridad. Inexistentes. Era momento de hacerse notar, era momento de sacudir el escenario eliminando así las máscaras que ocultan el verdadero diario vivir. Inexistentes. Era hora de revolucionar a Inglaterra. Somos más que ustedes, si nos unimos podemos derribar las barreras de las desigualdad. Inexistentes. Es momento de que los que no existimos para la "sociedad" tengamos nuestro momento. Inexistentes. Es momento de la revolución de los inexistentes.

Lo peor de todo esto es que ustedes, gente falsa, ciegan a las personas que no conocen esta realidad, y debo admitir que yo estuve cegada por mucho tiempo, estuve cegada en mundo de lujos e hipocresía, mientras que mis iguales vivían penurias cotidianas. Penurias que ustedes conocían, y aun así no hacen nada al respecto.

Así que discúlpenme autoridades de Londres, declinamos su invitación a rendirnos. Somos invencibles.

Puede que fallezcamos enfrentándonos a ustedes, pero nunca desapareceremos, porque en todas partes hay inexistentes. En todas partes hay gente marginada y que vive injusticias diarias a costa de la felicidad de ustedes.

Personalmente tuve que vivir atrocidades para afrontar la realidad, y es momento de que ustedes las vivan también. Así que prepárense, es lo único que me queda por decir, ya que los inexistentes vamos por ustedes.

Londres caerá, y ustedes arderán por todas las aberraciones que han cometido.

Nos reuniremos en el infierno, estoy segura que nos encontraremos ahí

Anastasia Smith

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>NOTA DEL AUTOR: Sé que el prólogo es algo ambiguo, pero todo se volverá más claro en el primer capítulo. Por supuesto, cualquier sugerencia o comentario será muy bienvenido. Gracias.