Capítulo 6

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Me despierto muy deliciosamente, estoy sobre el pecho de Gabriel y siento algo duro en la mano, como no lo puedo ver lo aprieto y toco, no le encuentro forma y sigo apretando, de pronto escucho un gruñido muy profundo de Gabriel seguido de un gemido.

Me quedo paralizada, creo que se a despertado, sigo sujetando el objeto extraño, ahora esta caliente.

—Oh por Dios, Scarleth deja de tocarme así. No quiero abalanzarme sobre ti y hacerte el amor todo el día. No quiero parecer un adicto al sexo.

Rápidamente aparto mi mano y ruborizandome contesto.

—Eh, yo lo siento, no sabía lo que tocaba.

Acaricia mi mejilla y me besa muy suavemente, sinceramente quiero volver a hacer el amor con él, pero me da vergüenza decirlo. Toma mi rostro entre sus manos y me besa dulcemente. Suelto un suspiro involuntario y lo siento reír sobre mis labios.

—Te amo mucho Gabriel.

—Yo te amo mas, Scarleth.

Lo buscó con mi manos y cuando lo encuentro me subo sobre él, busco sus labios y cuando los encuentro lo beso. Siento algo duro tocando mi muslo, ya se que es. Y pareceré una loca pero muero por tenerlo dentro de mi de nuevo y no puedo aguantarlo mas. Las caderas de Gabriel empiezan a moverse en círculos, lo que causa que nustros genitales se rocen.

—Gabriel, quiero que me hagas el amor de nuevo.

—¿Estas segura? Aunque ya lo hicimos no quiero que te sientas obligada, además no se si algo te amaneció doliendo y no quiero causarte un desgarre.

—Tranquilo mi amor. No me duele nada.

—Esta bien, pero si quieres que me detenga lo haré.

Lo besé para que estuviese seguro, hicimos el amor toda la mañana. Luego nos duchamos juntos, me dio un poco de pena, pero Gabriel insistía que no debía de tenerla. Me paso el gel por todo el cuerpo y restregó mi cabello con Shampoo. Luego me secó el cabello y me quitó los nudos que quedaban. Nos vestimos y almorzamos. Después de comer fuimos a la sala de estar y nos sentamos en un sofá.

—Scarleth, tengo una sorpresa para ti.

—¿Una sorpresa, sobre que?—Pregunte confundida.

—Hace unos meses recuerdas que te pregunte si querías ponerte en lista de espera para recibir una donación de córneas y me contestaste que no, yo de igual forma lo hice, no porque me avergüence tener una novia ciega, ni porque me des lástima, sino porque quiero que conozcas el mundo, los colores, las flores, los animales, a tu familia, a mi y a ti. Hace una semana recibí una carta del hospital han donado unas córneas que son compatibles contigo, puedes operarte y verlo todo por primera vez, si quieres la operación puede ser dentro de unas semanas, si no deseas realizarte el trasplante lo entenderé. Pero piensalo.

Quede pasmada, muchas veces pensé que pasaría si pudiese ver, pero hace tiempo me resigne y acepté como ciega. Esta noticia me deja en shock, sinceramente no se que hacer. Muero por verlo todo, pero me da miedo.

—No lo se, lo pensaré, hablare con mis padres. Muchas gracias por preocuparte por mi, te amo—Contesto abrazándolo.

—Si no quieres aceptarlo, creeme lo entenderé.

—No es que no quiera aceptarlo, es solo que muchas veces desee esto y hace tiempo me resigne a que seria ciega siempre.

—Amor, sabes que el destino puede cambiar, las cosas suceden de pronto y cuando menos lo esperas.

—Lo sé.

Estuvimos abrazados hablando de muchas cosas hasta que Gabriel me dijo que ya era hora de irnos. Me guió al coche y partimos rumbo a casa. Llegamos a mi casa, Gabriel se despidió de mi con un beso y se marchó. Subo las escaleras lentamente hacia mi habitación. Cuando llego enciendo el estéreo, le conecto mi Ipod y me acuesto en mi cama. Thinking out loud de Ed Sheeran suena en toda la habitación, pienso en lo que hice con Gabriel, se sintió mágico, pero lo que acapara mi cabeza en este momento es la donación de córneas. Quiero esa operación, sé que debo hablar con mis padres, pero la decisión es mía. Hablaré con Gabriel para que programen la operacion lo más pronto posible. Pensando en la operación y escuchando a You and I de 1D me quedo dormida.
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Me despierto escuchando Up and Up de Coldplay, parece que mis padres no llegan ya que ubiesen apagado el reproductor. Me siento en mi cama y me estiro, parece que será un día caluroso ya que siento el calor emanar desde afuera. Me levanto y con ayuda de mi bastón me dirijo al baño, cepillo mis dientes, me desvisto y me meto a la bañera. Busco una esponja y cuando la tengo busco un gel exfoliante, tengo 5 geles, todos de diferente olor, tomo uno y huele a Manzana, no es este, tomo el segundo y huele a Rosas, este tampoco es, tomo el tercero y huele a Manzanilla, por fin. Agrego un poco a la esponja y me lo paso por todo el cuerpo quitándome algunas pequeñas imperfecciones que siento. Luego quito el gel y salgo de la bañera y me visto. Bajo a la cocina y tomo un vaso de agua. Mis padres no están. Me voy hacia la sala de estar, me dirijo a la estantería y busco un libro, toco su lomo para saber el titulo ya que son en Braille. Tomo Orgullo y Prejuicio de Jane Austen y aunque ya lo he "leído" muchas veces, lo volveré a hacer. Leyendo se me pasa el día rapidísimo, mis padres al fin llegan.

—Hola hija, ¿A que hora llegaste?—Pregunta mi madre.

—Llegue anoche.

—Oh, y ¿Como te fue con Gabriel?

—Muy bien. Mamá tengo que hablar contigo y mi papá.

—Esta bien, aquí está tu padre. ¿Que sucede, sobre que?

—Gabriel me puso en lista de espera para donación de córneas, me comento ayer, que hace unas semanas donaron unas compatibles conmigo. Les informo que lo decidí y me haré el trasplante de córneas. Quiero ver el mundo.

—No sabíamos lo que había hecho Gabriel, pero nos parece muy bien hija—Contesta mi padre.

—Gracias por apoyarme.

Mis padres me abrazan y llaman a Gabriel para decirle que  programe una cita para realizar  la operación dentro de una semana. Luego mis padres piden comida china para cenar y nos vamos a dormir. Espero con ansias que la semana pase rápido.

A la mañana siguiente Gabriel me llama para decirme que no podrá venir a verme ya que le estará ayudando a un primo a remodelar y acomodar su casa. En el transcurso del día recibo una llamada de Dana, me pregunta como estoy y como van las cosas con Gabriel, le cuento que ya hicimos el amor y se emociona mucho, le comento sobre la operación y dice que cuando ya pueda ver, podríamos salir con nuestros amigos a comer pizza o al cine. Le contesto que si emocionada. Hablamos de otras cosas y nos despedimos. Bajo a cenar, después subo a ducharme. Justo antes de acostarme recibo una llamada.

—Hola, ¿Habla Scarleth Montensse?

—Si, habla ella ¿quien es?

—Soy Jhon, el primo de Gabriel, debo informarte que estamos en el hospital.

Empiezo a temblar.

—¿Que le ocurrió a Gabriel?—pregunto.

—Estabamos acomodando unas cosas en la bodega, de repente unas cosas cayeron desde una repisa que estaba arriba y entre esas cosas había un ácido, le cayo en la cabeza, rostro, torso, espalda y brazos. Esta muy grave, el ácido ha estado en contacto con su piel por 15 minutos. No saben cuanto tejido se salvará

—Dios, no puede ser, ya mismo voy para el hospital—Contesto llorando.

—Mamá, papá—Grito desgarradamente

Rápidamente llegan a mi habitación. Estoy sentada en el piso llorando.

—¿Que sucede hija?—Preguntan asustados.

—Llevenme al hospital, a Gabriel le cayó un ácido en la cara. Por favor.

—Esta bien, cambiate vamos en seguida.

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