Días restantes: 1.

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No sabía cómo describir su estado en esos momentos, quería ir a donde Daichi y golpearlo con todas sus fuerzas para que dejara de ser tan malcriado y Toshi, pues ya se le pasaría. El día anterior había gastado sus mensajes luego de intentar que ambos le respondieran pero fue más que un intento fallido. Ahora acababa de salir de sus clases extra oficiales, había tomado el camino al centro para comprar una tarjeta de saldo y luego se había desviado a varias tiendas donde se detuvo a comprar unas ciertas cosas. Principalmente presentes para sus chicos.

Su teléfono vibró en su pantalón y rápidamente lo tomó para verificar si era Daichi, pero era Yamaguchi.

[De: Yamatan.

Sugawara.... Perdone la molestia. ¿Está libre?]


[Para: Yamatan.

Buenas tardes, aún eres educado. Sí, estoy libre. ¿Cómo estás? ¿Pasó algo?]


[De: Yamatan.

Estoy bien, solo... Eh... ¿Dónde está viviendo? Es que discutí con Tsukki y aun no me habla.

Además, Hinata y Kageyama no están. Realmente quiero ir mañana, pero no sé que hacer.

TTuTT]


[Para: Yamatan.

¡Tranquilo, tranquilo!  Si vives en la misma dirección. Puedo pasar por tu casa. ¡Ese Tsukki!]


[De: Yamatan.

¿En serio? ¡Muchísimas gracias! Por favor no le reclame...]


[Para: Yamatan. 

¿Quieres contarme?]

Deslizó su teléfono a la zurda mientras abría la puerta del local con su mano derecha para poder pasar a la tienda mientras esperaba respuesta.

[De: Yamatan.

Se que puedo confiar en usted, pero me da mucha pena decírselo. Lo siento...]


[Para: Yamatan.

¡No te preocupes! Estaré aquí para cuando quieras. Ahora me retiro, ¿Sí?]


[De: yamatan.

¡Sí! Gracias de nuevo, iré a hacer mis deberes.]

Deslizó su celular por el bolsillo de su pantalón cuando terminó de escribirle. Se sentía a gusto volviendo a lo mismo. Poco a poco todos aparecían. Finalmente se dedicó a lo que iba, compras.

Había terminado en algo así:

Yamaguchi: Una fresa de peluche.

Tsukkiyama: Unos auriculares nuevos.

Hinata: Sudadera.

Kageyama: Un lindo peluche de cuervo que había encontrado y que había combinado con una corona de juguete.

Nishinoya: Sticker para teléfonos.

Tanaka: Una especie de figura extraña.

Kiyoko: Un colgante.

Hitoka: Un colgante.

Daichi: Correa de celular que iba a par con la suya.

Asahi: Finalmente a él le había comprado un set de cocina.

Había gastado la mayoría de sus ahorros, tendría que trabajar luego para reponerlo pero ver a los demás no le haría sentirse mal. Suspiró con suavidad mientras caminaba con todas aquellas cosas a su casa, de sus labios no se quitaba aquella sonrisa bobalicona que solía tener cuando algo salía muy bien.

Al llegar a casa lo primero que hizo fue dejar las cosas en su recámara para tomar la maleta más pequeña de la colección, empacó todo ello junto a dos mudas de ropa. Valía más que todo ser precavido. Decidió tomar una ducha después de ordenar bien sus cosas; al entrar en el baño se dio cuenta de algo: realmente extrañaba a su familia, pero también a su familia. Se sentía realmente solo a veces.

Poco a poco fue quitando prenda por prenda, cuando solo quedó en ropa interior se observó en el espejo que daba justo en frente de su lavamanos. Realmente había cambiado, pero seguía siendo el Sugawara cálido, amable. Su cabello había crecido ciertamente hasta que sus puntas tocaban su hombro y su complexión era más dura, estaba todo en su lugar sin embargo no lucía realmente masculino.

¿Cuánto habrás cambiado tú, Dai?

Tocó su pecho con suavidad y sus mejillas ardieron ante pensamientos que rara vez venían a su mente pero al no concebirlos como normales se sentía impuro. Sacudió su cabeza y se metió a la ducha fría para aclarar su mente.

A pesar de que había tomado una ducha, cenado, vio películas, jugó con su teléfono... Al acostarse nuevamente su cabeza se tornó un caos. Muchos pensamientos venían a él. Pero lo raro para él era que no estaba preocupado por los demás, ni nervioso por ellos.

Si no por Daichi.

Todo era por Sawamura.

Justo antes de caer rendido recibió un mensaje del susodicho.

[Sin asunto.

De: Dai<3.

¿Recuerdas nuestra graduación? ¿qué tenía algo que decirte? Pues no puede esperar más, ya se ha alargado demasiado y ante la posible intromisión de alguien prefiero dejarlo todo claro. Mañana necesito estar a un tiempo a solas contigo, se que es egoísta de mi parte, siendo el cumpleaños de Asahi, pero ya no aguanto más.

Espero que todo esto se aclare mañana.]


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