Capítulo 14: Un abrazo de él.

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*Si no leyeron WSWAV, Advierto que este capítulo contiene un GRAN spoiler u.u

Miro hacia en frente y no tengo la remota idea de qué debo hacer. Mis ojos se sienten llorosos y mis mejillas demasiado calientes. Estoy avergonzada, me siento expuesta y un poco timada. Sin embargo, no tengo derecho a sentirme decepcionada. Joseph no tiene ningún compromiso conmigo y es natural que esté saliendo con otra chica después de lo que vio en mi habitación. Aun así, no puedo evitar sentirme terriblemente mal. Había depositado ilusiones en él y duele saber que realmente no lo estaba tomando en serio. ¿Debería enfadarme y hacer como si no existiera?

Qué sé yo del amor, solo soy una romántica empedernida que no tiene más experiencias que sus libros.

El momento se torna más incómodo cuando el castaño decide avanzar unos pasos hacia mi dirección. En el transcurso siento que pierdo el aliento, no quiero iniciar "la conversación". De reojo, noto que sus manos continúan entrelazadas con las de ella. ¿Qué es esto? ¿Acaso iba a presentármela? Un bufido se escapa de mis labios, segundos después, niego con la cabeza. No, no deseo tener más humillaciones en un día, además, mi camiseta sigue manchada, no quiero seguir mostrando mi torpeza ante todos, y menos a ellos. Giro y nuestras miradas se encuentran. La muchacha mantiene la misma expresión desorientada del inicio; a su costado, Joseph al parecer trata de formular algunas palabras. Transcurren aproximadamente cinco segundos, eternos para mí y en los que espero al menos una disculpa. No obtengo nada de él, todo lo contrario, emite un simple "Hola Michi" y cuando dos de los asientos a sus costados se desocupan, ellos deciden tomarlos. Me quedo estática por un par de segundos más, asimilando que él no va a tratar de explicarme lo sucedido. Asiento y me digo interiormente que ya no necesito ninguna aclaración, esto es más claro que el agua. He sido vilmente engañada por un rostro amable, bonito y supuestamente sincero. Me siento tonta y algo estúpida porque, después de todo, Marlon tenía razón. Y odio eso, odio que siempre esté diez pasos delante de mí.

Cuando el autobús llega a mi destino, me dirijo rápidamente hacia la salida. Afortunadamente se encuentra en la parte trasera. Antes de bajar, tengo esa pizca de esperanza que siempre guardamos las mujeres ante una situación como esta. Tengo la pequeña idea de que él girará o tomará mi brazo antes de que cruce la puerta mecánica y me dará las explicaciones que tanto necesito. Pero no lo hace, y ahora la castaña tiene la cabeza acomodada plácidamente sobre su hombro y él lo permite. Lo permite porque son novios y yo simple y llanamente soy la otra. Entonces, la vergüenza se vuelve a transformar en furia. La necesidad de encararlo y decirle que... no tengo la remota idea de lo que saldrá por mis labios, se apodera absolutamente de mí, no obstante, cuando esa furia está a punto de convertirse en valor, el chófer grita:

— ¡Señorita! Retrasa mi tiempo y debo seguir mi ruta, ¿bajará o se quedará ahí todo el tiempo?

La vergüenza mala regresa.

Ambos giran. Siento la mirada de Joseph en mis mejillas calientes y sonrojadas. Bajo las escaleras y en poco tiempo la puerta de cierra tras de mí. Ya sobre la loza gris, veo el vehículo perderse en la autopista. Lo observo con nostalgia y siento el nudo pesado cada vez más insoportable. Mi pecho empieza a contraerse involuntariamente, mis labios se abren y trato de taparlos con una de mis manos. No tardo en percatarme que es un sollozo el que quiere escaparse de ellos. Mi vista continua sobre el largo camino delante de mí, el autobús ha desaparecido, él ya no puede verme y estoy completamente segura que no me oirá (a menos que tenga unos oídos superdotados). Sin embargo, no lloro, no lo haré. No ahora y no por él.

...

— ¡Bruja! —saludo a Annie en cuanto tengo un pie en su trabajo. He decidido venir a buscarla, pero no deseo agobiarla con mis problemas. Así que he metido mi tristeza en mi bolsillo y he sacado la poca porción de felicidad a relucir. Aunque... no sé cuánto tiempo pueda soportarlo.

WHEN SHE WAS HIS FRIEND.Where stories live. Discover now