Capitulo 4

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―¡Sam, Alice! ―las llamé, mientras movía mi mano para que se acercaran. En cuanto me vieron caminaron hacia mí.

―En serio que me estas asustando Camila, ¿desde cuando llegas temprano? ¿Por qué actuaste tan extraño ayer? ¿Qué hiciste con Camila, eh? La quiero devuelta.

―No me pasa nada. ―ruedo los ojos. ―Decidí venir temprano para hablar con ustedes ―dije poniéndome un poco más seria.

Les conté lo que paso ayer, pero no mencioné ni una palabra acerca del casi-atropello.

―... ellos no me dan buena espina, nunca en toda mi vida desde que vivo aquí en Mideltown ha llegado tantas personas al mismo tiempo, son un poco extraños, ese tal Caleb, en serio se han salvado de topárselo.

―Yo también siento eso, ese tal Luke en un tanto extraño ―Sam se tensó pero lo disimuló ―pero, ¿Quién sabe seguro están un poco incomodos?, al fin de al cabo son personas que se mudaron a otra ciudad y lo más seguro es que esta familia vivía en un lugar muy diferente. Es normal.

―Bueno, tienes tu punto, tal vez solo necesiten tiempo, pero de igual manera sigue sin agradarme ese chico, Caleb. ―»el que te encanta es Tyler« borré ese pensamiento tan rápido como llegó.

Los nuevos habían llegado el martes, y ya hoy, jueves, en todo el instituto corrían diferentes rumores.

―¿Clase? ―les pregunté a mis amigas, mientras entraba con ellas por la puerta principal del instituto.

―Historia ―dice Alice arrugando su nariz.

―Italiano. ―Sam hizo una mueca ―No puedo creer que nos hayan separado. ―murmuró enojada

―Yo tengo historia con Alice.

―Entonces... ¿ingles, química y cívica son las clases que tenemos juntas? ―preguntó Samantha, yo asentí.

―Y física. ―dije

―Hey, espera, física no cuenta como clase ―dijo Alice hijo como si estuviera imaginándose ahí, y fingió un escalofrió.

―El profesor está equivocado, correr tanto no es sano, bueno ni mover un músculo, cuando tenga dinero demandare a todos los colegios que tengan física como una clase, deberían tener una clase de...

―Pero para eso están los recreos ―murmuré.

―Que aguafiestas Camila― dijo, mientras negaba con la cabeza.

Seguimos hablando (discutiendo) mientras nos acercamos a nuestra respectiva clase, historia.

A mí no es que no me guste historia (en realidad me parece interesante ciertos temas) es que no me gusta tener que estudiar con tantas fechas, prefiero los números en la matemática.

Entramos a la clase, y al parecer, por primera vez en años fuimos los primeros en llegar. Eso es nuevo para mí. Nos sentamos y esperamos a lo demás, minutos después el salón estaba casi lleno.

―Buenas tardes, se ven que están muy entusiasmados por el día de hoy- dice el profesor Evans entrando a la clase con cierto tono de sarcasmo. ―tomen asiento. ―dijo al notar que algunos compañeros hablaban entre sí, sin notar la presencia del profesor, todos nos sentamos y sacó unos papeles que supongo que son lo que vamos a escribir hoy, sacó un folleto que es el mismo que siempre usa donde tiene los nombres de todos para pasar lista, al parecer su pasatiempo favorito es hacer algún castigo a los que llegan tarde, aunque tengan justificación. ―Alice Anderson... ―dijo en voz alta mientras pasaba lista.

―Lamentablemente, presente ―dijo dramáticamente Alice, haciendo que todos rían menos el profesor, que la veía severamente, ella se encogió en su asiento y todos comenzaron a reír de su cobardía.

Lo que nadie diceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora