Siete - Nesquik

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-En serio pienso que tu hermana es rara -le dijo el rubio muy cerca de su oído y el chico dio un salto de la impresión.

Andie apenas vio a Luke cogió la caja de sus cereales favoritos y salió corriendo en dirección a otro pasillo. No sólo Michael le temía, si no que toda su familia.

-Creo que tienes una conspiración contra mí -mencionó Mike.

-De verdad intento ser agradable contigo -se encogió de hombros ojeando cada caja de cereal.

-No lo parecía la última vez -su voz tenía un tono rasposo y eso lo hizo sonreír.

-Fue una simple broma, no seas grave -murmuró desinteresado.

-No para mí.

El teñido trató de entrar a su casa por aproximadamente media hora, pero al no ver ninguna solución decidió sentarse sobre el césped y esperar a que su madre llegara lo más pronto posible. Luke se estaba devorando prácticamente todo el refrigerador, a través del ventanal podía notar lo desastrosa que estaba hecha su cocina.

El rubio al escuchar a alguien introduciendo las llaves en la puerta, lo miró con los ojos como platos y no dudó en salir corriendo por el jardín.

Desenlace: Su madre al ver su cocina en ese estado lo regañó y tuvo que ser su sirviente por todo un día. Y vaya que su madre era exigente, a cada momento le pedía un té o que le hiciera masajes en los pies.

-¿Qué puedo hacer para que no te enfades? -preguntó y Michael enarcó una de sus cejas. -Me expresé mal, no es como si me importara que estuvieras enfadado conmigo, para nada. Pero me siento un poco culpable porque me enteré de lo que pasó y la verdad es que no imagino a tu madre enoj... -el teñido cortó su inspiración.

-No entiendo por qué te pones nervioso -afirmó.

-No lo estoy -replicó con el ceño fruncido.

-Al menos podrías admitirlo, ¿no? -pidió.

-Cállate.

-Está bien, ya sé lo que quiero que hagas por mí -dijo mostrando su hilera de dientes. -Tres cajas de nesquik y mi leche favorita.

Luke tenía las manos en sus caderas y lo miraba fijamente, él no estaba bromeando pero tampoco creía que el rubio aceptaría gastar dinero por nada.

-Puedo hacerlo, pero sólo si me ayudas en algo -propuso. -Cuidar a esta adorable niña por esta tarde.

Una pequeña de unos cinco o seis años salió detrás de él, su pelo estaba tomado en una coleta desordenada y su camiseta se encontraba manchada debido a las gotas que caían del helado que engullía.

Michael la reconoció al instante, era la misma niña que hace unas semanas se marchó con las cajas de froot loops que Luke le ordenó.

-¿Bromeas? es un demonio -farfulló y la niña lo fulminó con la mirada.

-No lo es, además, puedo decirle que te golpee y lo hará -habló él. -Créeme, tiene fuerza -señaló su antebrazo en donde había un moretón.

-¿Tengo otra opción? -Luke negó con la cabeza y le hizo una seña para que lo siguiera.

Michael aprovechó de tomar rápidamente las cajas de nesquik y la botella de leche, para luego dirigirse a la caja registradora.

-Sabía que no te olvidarías -masculló él pasando la tarjeta de crédito por la máquina.

En silencio emprendieron camino a la que suponía ser casa de Luke, la pequeña estaba concentrada en beber las gotas de helado que escurrían por la palma de su mano.

Cereal (ADAPTADA) MukeWhere stories live. Discover now