XV

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Hoja tras hoja era arrancada brutalmente del calendario, donde cada una tenía grabado un día  de la semana. Al contarlas todas darían como resultado dos años de la boda de Terrence Grandchester y para aquel entonces su esposa Evelyn ya le tenía una muy buena noticia.

—Buen día mi amor— Dijo la joven con su misma voz chillona de siempre.

—Hola— saludo un tanto frio Terry.

—¿Tienes compromisos hoy?— pregunto con pícardia.

—No muchos...— respondió pero ella lo interrumpió.

—Entonces vamos a comer— exclamó emocionada.

—Evelyn... Solo quiero descansar— pidió, mientras estaba molestandose por el comportamiento de ella.

—Andale... Solo un ratito— rogó y el joven no tuvo más remedio que aceptar. Sabía que era su esposa y no podía escudarse en otra cosa, sabía perfectamente desde que tomó la decisión de desposarla que su vida sería así.

—Esta bien...— contestó y no le dio tiempo de terminar porque ella se abalanzó sobre él.

Después de ir al teatro los dos jóvenes fueron a un restaurante de Nueva York, muy cerca de Central Park, donde la comida era exquisita y por supuesto todo estaba muy caro. Todos al verlos llegar juntos lanzaron miradas de felicidad porque compartirían el lugar de comida al lado de dos estrellas muy famosas, y que eran esposos; claro una de las parejas más jóvenes y sensacionales de la época.

La comida paso rápidamente y pronto Evelyn llamo al mesero, haciendo un tipo de señal que Terry no pudo descifrar. Al cabo de un buen rato el joven del servicio traía una charola de plata cubierta con la tapa. Extendió la charola a Terry que no sabia que hacer exactamente, y Evelyn le dijo que abriera la charola y tomará su contenido.

Al descubrir el contenido el castaño no sabia que tipo de juego era ese, ya que había un sobre y dos copas así como un broche de color dorado que decía Grandchester con letras itálicas.

El chico no tenía ni la menor idea de que es lo que se escondía en el interior del sobre, y la joven lo tomo extendiendolo a su marido. Éste con cierta curiosidad rasgo el papel y sacó la hoja aun doblada, con sus dedos delgados comenzó a hacer que la hoja volviera a su estado normal, dejando ver letras en ésta. Sus ojos azul verdoso seguían la trayectoria que marcaban lo escrito con tinta negra y cuándo su vista alcanzó un punto en específico, sus ojos tomaron un brillo especial. Era felicidad.

Su vista se cristalizó por las lágrimas que comenzaban a agruparse en sus ojos, no podía creer que era verdad lo que había leído. Su hijo venia en camino. Su primer hijo estaría con él dentro de siete meses más. Lo único que hizo el chico fue abrazar a la mujer, sin importar quien era su madre un sentimiento de amor crecía en su corazón al saber que Evelyn tenía en su vientre a una vida creciendo que también era parte de él mismo, era parte de ellos dos, el bebé era de él por lo que sería padre,

¡Terrence Grandchester sería padre!. Queriendo hablar abrazo más fuerte a Evelyn pero su garganta no respondía, la palabras no salían. La felicidad era inmensa, sin pensarlo esa noticia cambio su vida por completo. Sin importar que la madre de su primer hijo no fuera la que siempre soñó, estaba más que feliz.

Su vida tomo al fin un sentido por el que vivir, todo había cambiado con el saber que venía en camino un angelito. Que a su parecer sería el primer fruto de una entrega de amor, pero... La verdad es que ese primer fruto ya tenía dos años de haber nacido y vivía felizmente esperando la llegada de su hermanito o hermanita en compañía de sus padres, en Florida.

Sí, Candy y Elliot ya habían aceptado que algo más fuerte que una amistad comenzaba a llenar su corazón, y no evitaron el consumar por completo su matrimonio. Esto los llevo a pronto recibir noticias de que serían padres por segunda ocasión, cosa que emocionó muchísimo a Anthony.

Meses después se enteraron de que muy pronto igualmente los Grandchester serían padres. Esta noticia sí afecto un poco a Candy aunque estando al lado de Elliot se paso rápidamente tal efecto que ocasionó en la joven, por lo que nada podía arruinar la felicidad de saber que su hija, porque era niña, estaría pronto con ellos. Su nombre sería Darlene White Green.

Palabras del corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora