Capitulo 3: algo en común.

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"El amor no es coincidencia, algunos creen que es parte del destino, juntando a dos almas con intereses en común, vaya yo a saber, lo cierto es que aún estando en contra, jamás querría que él me soltara de sus brazos"

-Tmmmh, Tmmmh- suena el despertador a las 4:10 am del día martes, a pesar de sonar tan fuerte, este no logra despertar a David sino hasta las 6:00 am.

-¡Demonios! es tardísimo. Perfecto, si ayer no llegue tarde, hoy si lo haré- Se levantó rápidamente fastidiado, su día había empezado con el pie izquierdo.

Después de alistarse lo más pronto posible, sale de casa en camino a la universidad.

••

-Profesor ¿puedo pasar?- dijo David a Ramón, su profesor de anatomía el cual siempre tenía su clase a la primera hora de entrada.

-A ver joven, la entrada es a las 7:00 Am ¿ya vio qué hora es?- respondió el profesor algo fastidiado por ser interrumpido en la clase.

-Si maestro, son las 7:12 disculpe por interrumpirlo- baja la cabeza y entrecierra la puerta para permanecer afuera mientras su clase termina.

-Pásele, pero que sea la última vez, debe de tener claro que aquí la disciplina es lo principal- contesta mirándolo directo a los ojos.

David pasa todo avergonzado por tal exageración del Médico Ramón  y al ver que su salón se encuentra lleno, no le queda más que sentarse en la esquina al fondo, donde a nadie le interesa si se acaba el mundo.

••

-Bien chicos, ahora necesito que armen equipos de 3 para que preparen una exposición del tema que les asignaré- dice el profesor.

-Lo que me faltaba, no puede ser, odio visitar casas ajenas solo para hacer tarea- pensó algo fastidiado David dejando caer su rostro sobre sus palmas que estaban en la mesa.

Sus compañeros estaban organizándose cuando de repente...

-"Heey, pssss, David"- se escuchó una voz.

-¿Ah? ¿qué sucede?- levanta su cabeza para observar quien lo llama.

-David ven, ya tengo a nuestro equipo de anatomía- dijo Samuel, aquel chico que decía ser su amigo siendo que apenas tenían un día de conocidos.

-¿Equipo? ¿en serio?, pero yo no te pedí qu...- David diciéndolo en tono sarcástico con la Palma extendida, dando a entender que no entendía el por qué.

-Calla y ven jajaja, que no tenemos mucho tiempo para decidir esto- responde Samuel mostrando esa hermosa sonrisa, vaya, y sí que era hermosa.

¿Alguna vez han apreciado el juego que hace la sonrisa con los ojos de alguien de quienes están enamorados? Pues eso mismo era lo que pasaba con Samuel, pero para variar, David no se sentía enamorado de él, ni siquiera un poco.

-Ahhh, ohhk ok- ya algo nervioso David, parecía que cada vez que veía a Samuel sonreír, no podía dejar de verlo.

-Bien mira, ella es Reyna, la conocí justo hoy cuando se sentó conmigo, es muy amigable y creo que te caerá muy bien, por cierto, vive en el mismo pueblo que nosotros- dice Samuel acercando a la chica y esperando que estos se den un saludo.

-Hola David, el chico que llegó tarde ¿no? Jajaja- responde Reyna sonando muy poco amable.

Samuel suelta una gran carcajada.

-Ehh, si, bueno, gusto en conocerte Reyna...- dijo rascando su cabeza, y no, él no tenía piojos, pero sufría constantemente por su timidez y vergüenza.

-No te sientas mal, a todos nos pasa ¿no?- dijo Samuel a David mientras miraba a Reyna en forma de burla.

-Bueno mira tú,es que es el primer día que me conoces, y ya estás contando lo que te comente hoy- dijo Reyna en broma refiriéndose a la falta que tuvo ella el día de ayer en la primer clase.

-Jajaja vamos, sólo bromeo- respondió este palmeando el hombro de Reyna y mirándola con ojos comprometedores.

-Uyy, ¿será que este ya se enamoro de la chica?- pensó David.

-"¡Riinggg, Ringgg"- suena el teléfono de Reyna.

-¡Dios, mi madre de nuevo! Es la cuarta vez que me marca durante este día, ahora vengo chicos, veré qué es lo que quiere- sale del salón Reyna.

-¿Y cuál es tu hobby David? Dime que te gusta hacer, digo, además de ser un aguafiestas- ríe Samuel siendo un poco pesado.

-¿ahhh? Ultimadamente, creo que no es de tu incumbencia eso- responde algo agresivo David.

-Oye tranquilo, solo bromeaba, disculpa- deja de reír.

-Que va, no te preocupes, es que hoy empezó mal mi día- responde David.

-Bien mira, que te parece si para mejorarlo, hoy por la tarde te invito a patinar ¿te gusta la idea? Así tu día puede mejorar, y claro, me refiero a eso porque la pasaras conmigo- le guiña el ojo Samuel a David, provocando en este una reacción extraña de escalofríos.

-"¿es real? ¿A este chico tan varonil le gusta patinar?"- pensó David y aunque no tenía una actitud machista, le sorprendía un poco porque los jóvenes heterosexuales no solían practicar ese deporte, ellos solo estaban interesados en jugar futbol.

-¿De verdad te gusta patinar? A mí me encanta, llevo 4 años practicándolo- contesta algo emocionado David.

-Jajaja no, que va, ni siquiera se como hacerlo, pero tú podrías enseñarme ¿no?- dice Samuel.

Justo en ese momento entra Reyna al salón y corta la platica, provocando que los planes de salir por la tarde no lograran concretarse.

••

-... Y salgan rápido que esta aula será ocupada por los alumnos del turno vespertino- gritó la maestra de la última clase, una maestra gruñona como esas enfermeras que desquitan su enojo contra tus venas.

-¿Y ahora? ¿Hoy si me acompañaras por la nieve?- insistió de nuevo Samuel, tal como el día anterior.

-Bueno, ¿este no se cansa? ¿Por qué no simplemente se va a casa y come allá?- pensó David.

-¿Si?- volvió a insistir Samuel.

-Ahhhh... Está bien, pero vamos rápido pues- se dirigió hacia la puerta.

••

Aquella tarde David descrubrió que Samuel era distinto a los demás chicos, a pesar de no saber su orientación sexual, pensó por un momento que podría ser un buen amigo, con la desventaja de ser muy lindo, y digo desventaja por el miedo a llegarse enamorar de él y que esto terminara en una decepción más.

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⏰ Last updated: Sep 27, 2016 ⏰

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Destinados a no ser (Gay)Where stories live. Discover now