Anastasia, una adolescente amada por sus padres. A pesar de todo lo que tiene siendo millonaria, el dinero no le importa. Solo quiere estar con sus padres y su familia en Londres.
Un dia, un accidente de tránsito le quito lo más preciado, sus padres...
-deja de pensar en cosas, que estas por la nubes- me regaña Javier. Estamos en el gimnasio quemando calorías. Javier me tiene agarrado con una llave y me está comenzando a faltar el aire. Le pego en el hombro y me suelta.
-casi se me va el aire. Estoy con problemas- le digo.
-¿Qué tipo de problemas?- dice mientras camina en busca de unas botellas con agua mineral.
-quiero invitar a Ana al baile, sé que dirá que si pero no le tengo el regalo. No sé qué regalarle y tampoco tengo dinero- digo a mi pesar. No he trabajado en varios meses y mi madre no me ha dado mesada porque aún me queda 1 mes de castigo por el asunto de Jack.
-Grace se excedió con tu castigo pero debes comprenderla. Ella te adora y aunque la razón era comprensible jugar con los sentimientos de un tercero y más aún, la única persona que la ha ayudado son pedir nada a cambio, es obvio que el castigo seria grande- dice tranquilamente.
-¿cuándo le pedirás que sean novios?- le pregunto de la nada. Él se atraganta con el agua y me mira sorprendido.
-es muy pronto- dice serio.
-¿pronto? ¿En cuánto tiempo crees que me enamora de Ana? Mira, desde que ustedes llegaron a mi familia y hablo de los tres, los días se han vuelto más agradables. Pero debo recordarte que a mamá en este momento le llueven pretendientes- le digo.
-¡¿Qué?! Oh, genial. Dime quienes son y los machaco a golpes- dice enojado. Sonrió.
-no lo sé pero si no te pones las pilas alguien más llegara y se la llevara. Y la verdad, te prefiero a ti de padrastro que aún desconocido. Además me gusta esta vida y la imagen de padre que das no es nada mala- digo.
-gracias por las palabras y retomando el tema, Ana no es materialista. Con solo una rosa que lleves en las manos, la harás feliz. De hecho, odia el dinero más que nada en este mundo. Ella tiene la leve impresión que la muerte de sus padres se debió a eso. Al dinero de la familia Stelle. Si te has dado cuenta, últimamente Ana ha estado dando dinero a distintas asociaciones sin fines de lucro-
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-lo sé. Lo que me preocupa es que algún día quede sin dinero... para vivir cómodamente- digo.
-no te preocupes por eso. La fortuna de mi difunto hermano es inmensa. No estamos hablando de unos cuantos dólares, si no de unos miles de millones de euros. Así que tranquilo. Además varios de los negocios están cerrados por varios años más y seguirán generando utilidades- dice serio.
-entonces, no tengo ninguna oportunidad con ella- digo desanimado.
-¿Por qué lo dices?- me mira frunciendo el ceño.
-porque no tengo ni un centavo que ofrecerle. Soy un mantenido de mi madre. Lo mejor sería que no le pidiera que me acompañara a la fiesta. No tengo nada que ofrecerle- digo frustrado.
