²ERUPTION

P R Ó L O G O

      Como se predijo, su piel no brillaba, lo que era una marca para los muertos vivientes, para la chica híbrido eso sólo era una ventaja, sin ninguna desventaja persiguiéndole... bueno, ninguna que a Violet le importa admitir. Por lo que ella había abandonado la residencia Cullen espontáneamente, y ahora ella tomaba asiento en uno de los solitarios bancos de la iglesia, mientras esperaba por alguna indicación de que estaba perdonada o que alguien escuchaba.

      Su rodilla fue de arriba a abajo en un estable ritmo mientras su respiración se alentaba y ella se relajaba, sus emociones por una buena vez emanándose una sobre otra. Ella sintió todo, dolor, desesperación, pena, odio a sí misma, confusión, la lista seguía y seguía debido a un largo mes en el que no había sido capaz de expresarse correctamente.

      Cuando pareció que la iglesia se encontraba vacía, ella miró la estatua de Jesucristy sonrió entre lágrimas.

      —Discúlpame padre por... ¿haber pecado? ¿Es así como va? No lo sé honestamente... no he sido una buena católica como podrías decir. La verdad sea dicha, no sé porque estoy aquí, para ser completamente honesta, estaba esperando que este sea un momento de claridad donde encontraría los respuestas correctas para el infierno.., whoops lo siento, no se supone que maldiga —oh, ¿a quién engaño?—. Soy un pecado viviente pero, oye, aquí estoy y pido disculpa por ello, por lo que supongo que no interesa si maldigo, ¿o sí? No creo que te interese, ¿verdad? Es sólo que raramente hablo sin maldecir y.., estoy saliendo de mi camino, déjame volver a empezar.

      Sus ojos se cerraron por un momento, dejando una masiva cantidad de frío aire mientras sus nuevos pulmones lo recolectaban todo. Usando su nueva y mejorada mente para juntar sus pensamientos y buscar la manera perfecta mientras ella volvía a comenzar su monólogo.

      —Básicamente, J grande, vivo en un mundo cagado y no, no me refiero a todas las cosas que suceden alrededor del mundo ni en éste país, a pesar que realmente deberíamos tener una charla sobre eso porque hola el mundo literalmente se está yendo al infierno pero no hablaremos de aquello ahora.., lo que intento decir es que mi vida personal está arruinada y no sé como arreglarla. Doy un paso adelante y retrocedo diez más. No me malentiendas, el chico bueno es increíble, hermoso y algo a lo que me aferró para mi propia salud mental, pero el hombre malo.., me está llevando a la tumba. Y no, no me refiero a la tumba en realidad porque ya he estado allí, no te preocupes, volveremos a ello. Quiero decir que, lo que ha estado pasando en mi vida últimamente ha sido una mierda y, bueno... supongo que aquí es cuando cuento toda la historia de mi vida.

      >> Mi papá era un perezoso... él se fue tan pronto como nací y Sam tuvo la edad suficiente para encargarse de él mismo. Mi madre era genial y se encargó de nosotros, pero ella estaba enferma, realmente enferma y murió. Sam, mi hermano mayor, hizo lo mejor para cuidarme, pero siempre sentí como si fuera una molestia para él. Lo detenía para ir a la escuela, de enamorarse completamente y sólo cuando las cosas no podían ser peor, él cambió. Él se convirtió en un lobo y eso combino con el estatus de alfa. Los chicos alrededor comenzaron a cambiar y mi novio en ese momento también lo hizo, él se enamoró de la chica nueva y, bueno.., eso se fue al diablo como todo lo demás. Abandoné La Push para ir a Seattle, donde con esperanza mi vida sería mejor, pero apenas fui capaz de saborear la libertad cuando los neófitos... o vampiros vinieron a por mí. Y, entonces, conocí a Emmett y, por primera vez en mi vida, todo mejoró, con él todo fue mejor y las cosas mejoraron con Jake. Mi hermano y mi novio fueron capaces de llevarse bien y todo pareció mejorar. En realidad, me engañé a mí misma para creer que podría ser feliz y no sólo estar bien... creí que estaríamos bien.

      La voz de Violet hizo una pausa, sus marrones ojos llenándose de lágrimas que amenazaban con caer en forma de cascada por sobre sus angulosas mejillas. Ella no quería llorar... esto era lo suficiente humillante sin vacilar con el resto de sus palabras, pero diablos... no había forma de mostrar como se sentía. Por lo que ella libró las cascadas, dejando caer las rápidas gotas por su rostro mientras las limpiaba. Sus labios se partieron para inhalar una profunda bocanada de aire mientras se concentraba.