No me enamores demasiado #ESP2

Capitulo 6: Pasado

Emily

Me quede sin aire por lo que pareció una eternidad. Eso era lo ultimo que me esperaba que dijera. Pero sin duda, no lo decía en serio. Solo quería que no me enfadara, y era demasiado tarde. La rabia corría por mi cuerpo. Todo lo que había hecho por él y él no lo apreciaba. Siempre me había preocupado tanto por Alex mientras él se dedicaba a burlarse de mi. Y seguía haciéndolo... Mi rostro fue cambiando de tranquilidad a furia mirándole mal.

-¡Eres un hipócrita! ¿Como te atreves a decir que eres tu él que no importas? -Levante la voz estallando dándole con mi dedo indice en su pecho, para demostrar lo indignada que estaba. Una vez estallaba muy pocas cosas podían pararme, por no decir ninguna. -¿¡Acaso pensaste tu en mi cuando aceptaste la maldita apuesta!? ¿¡O pensaste solo en ti y en el dinero que ganarías!?

Cogí aire ya que mi pecho subía y bajaba con rapidez. Mi mirada estaba en el suelo moviéndose constantemente para intentar tranquilizarme. Levante la mirada hacia Alex que estaba mirando hacia el suelo con el ceño fruncido y apretando la mandíbula. Como reprochándose lo que había hecho, o pensando en otra cosa. Parecía perdido, confundido y furioso.

-¿Pensaste en mi en algún momento? -Dije con la voz mas baja, sintiendo un nudo en la garganta que ataba las palabras. -¿En mis sentimientos? Me hiciste creer cosas. Me hiciste creer que te importaba...

Las lagrimas empezaron a caer por mi mejillas, me senté en el suelo y hundí mi cabeza entre mis rodillas mientras abrazaba mis piernas contra mi pecho. No se oía mas que el ruido de la lluvia chocando contra el suelo.

Me preguntaba que haría Alex, y fue entonces cuando note sus brazos a mi alrededor. Deposito un besito en mi cabeza y susurro. -No llores princesita. -Yo sentía que mi mundo se me venia encima pero tener sus brazos a mi alrededor me hacían sentir mas protegida. -Te estas empapando. Vamos, te acompaño a casa.

Me susurró y me ayudo a levantarme. Al levantarme del suelo mi falda goteaba ya que el suelo estaba encharcado, y yo me había sentado en él. No quería que me viera llorar. Odiaba que me vieran llorar. Y mucho mas si sabia que no le importaba a esa persona.

Al menos se disimulaban bastante bien con las gotas de lluvia. Me limpie con la manga de mi chaqueta y empecé a caminar hacia mi casa. Al principio hubo silencio, y fue Alex quien tomó la iniciativa de hablar.

-¿Por qué crees que lo hice Em? -Carraspeo.

Los dos sabíamos de que tema estaba hablando, no hacia falta ni concretar. Me sorprendió la pregunta y mas viniendo de él.

-Creo que los dos lo tenemos claro. -Murmure frunciendo el ceño. Empezando a enfadarme al recordar lo que había hecho.

Él caminaba tras de mi arrimados a la pared para taparnos lo mas posible de la lluvia. Aunque ya para qué.

-No creo que esté tan claro... -Contradijo.

-¿Como que no? -Me giré deteniéndome en seco. -Lo demostraste.

-No Em. -Negó. -No tienes ni puta idea.

Fruncí el ceño mirándole mal. -Cierra la boca Alex. No soy una de tus putas como Pene, a mi no tienes derecho de hablarme así.

-Yo al menos no estoy jugando con dos tíos a la vez. -Soltó apretando la mandíbula.

-Wow. -Le miré alucinada. -No, claro que tu no juegas con tan solo dos tías. A ti no te vale con tan poco. Tu necesitas todo un harén de tías. Pero solo para ilusionarlas y luego joderlas. Te acabas aburriendo de una y vas a por otra. Usarlas y tirarlas. Es tu lema. -Dije con dureza. -Y bueno... ¿seguimos hablando de jugar Alex? ¿Quieres? ¿Quien acepto una puta apuesta para jugar conmigo?