Capitulo 3: Desconectar

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Emily

Me quede todo el día en casa, viendo películas y enfadada con ellas por querer meternos en la cabeza la maldita historia del amor perfecto. Siempre dicen que vivieron felices y comieron perdices. Pero se les olvida especificar si juntos o separados.

Las películas, son tan perfectas siempre. El bueno siempre gana, el amor siempre vence, los problemas siempre se arreglan... Pero la vida no es así, hay problemas graves. Problemas bastante jodidos. Y el amor nunca es ni parecido a como lo muestran. ¿Que clase de chico daría la vida por ti en realidad? 

Ojala no existiera el amor. Quizá ni siquiera existe y es una invención de alguien para que compremos regalos a nuestra pareja, un anillo de compromiso y creemos una familia y así evitar la extinción de la raza humana. Porque sino ya me explicara alguien que sentido tiene todo. 

Termine de ver "A tres metros sobre el cielo" y baje a la cocina enfurruñada. -Mama, ¿porque no vivimos en una película? Nuestra vida seria perfecta.

-Y aburrida. -Rio.

-Pero perfecta. -Añadí. 

-¿Crees que merece la pena? Seria todo muy monótono. Incluso sabrías lo que va a pasar en cada momento, porque como es todo bueno. -Concluyo mi padre.

-¿Y a ti te gusta tener problemas? -Solté.

-Claro que no, pero cuando los superas aprendes. Sin problemas seriamos todos tontos, y no tendríamos nada que hacer aquí. -Explico. -Como cuando en los libros los personajes no evolucionan, se les llama planos.

-¿Me estas diciendo que la vida consiste en... consiste en superar una cadena de problemas que no pararán de aparecer frente a ti? -Murmure confundida.

-Bueno, no. La vida son un montón de cosas, que se pueden recoger en dos. Los buenos y los malos momentos. -Sonrió mi madre.

-Sin los malos no existirían los buenos. -Comento mi padre. -Igual que sin el frió no existiría el calor.

-Pues el amor no tiene sentido. -Susurre.

-Las mejor cosas en la vida no lo tienen. -Sonrió mi madre.

Subí a mi habitación y cogí el álbum de fotos que tenia de cuando era pequeña. La primera que encontré fue una de las mas divertidas. Estaba en mi pueblo, y con unas braguitas blancas y una camiseta interior, pero toda llena de negro, incluso la boca y la cara. Estaba tan manchada... Había metido las manos en el tubo de escape del coche de mi padre, y ellos decidieron hacerme una foto toda manchada, así para que no se me olvidara nunca.

Pase la pagina encontrándome con la foto de mi hermana y mía metidas las dos en mi cuna dormiditas. Recordaba cuando mi madre me contaba que mi hermana se colaba todas las noches en mi cuna para dormir conmigo, y como no era para dos personas, dormíamos las dos apachurraditas en ella. A su lado había otra foto mía de bebé, recordaba ese día. Mi madre me había recogido de la guardería y yo me pase todo el camino en mi sillita llorando hasta el colegio de mi hermana donde la recogimos. No pare de llorar hasta que la vi. Y me hicieron una foto con la mayor sonrisa de todas y con un montón de lagrimas en la cara.

Pase la pagina encontrándome con la foto que hizo que mis lagrimas empezaran a correr por mi rostro. Era una foto de mi abuela y yo. Yo tenia como unos nueve años. Estábamos en la playa, con los pies metidos en el agua y posando para la foto. La echaba de menos. Mucho, tanto que, sentía la rabia e impotencia de no poder hacer nada para tenerla a mi lado de nuevo. La gente muere, nadie sabe porque, simplemente pasa. Y es como si nunca consiguiéramos acostumbrarnos a ello.

Odiaba echar de menos. Echar de menos es una de las peores sensaciones que hay, cuando te falta algo, que no puedes recuperar y mucho menos reemplazar. Como mis amigos. Les echaba de menos, a todos y cada uno de ellos. Aunque encontrara amigos nuevos nunca serian ni parecidos a ellos. Guarde el álbum de fotos y me puse a ver la película "Cadena de favores". Quizá yo debería hacer algún favor a alguien. Empece a pensar y pensar cuando el timbre sonó.  Mis padres se habían ido a trabajar por lo que tuve que bajar yo y abrir.

No me enamores demasiado #ESP2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora