"Jay lo tiene todo. Él tiene talento, millones de dólares, amigos y familia que lo apoyan. Tiene una carrera musical de éxito. Jay lo tiene todo, y al mismo tiempo, no tiene absolutamente nada.
Charlotte no tiene nada. Tiene belleza, tiene un buen c...
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"Tú conoces cada parte de mí, te dejo entrar, te dejo ver todo lo obscuro y los colores de mi habitación, déjame hacer eso por ti. Y cuéntame todo sobre tu pasado, por qué pintaste esas paredes de negro. Cariño, está bien, estás seguro conmigo..."
[In Your Room – Halestorm]
Las manos de Charlotte sudaban, bien, toda ella. Iba a arruinar su vestido, pero los nervios se la comían viva. Iba a conocer a los padres de Jay y a la semana entrante viajarían a Canadá para que él conociese a los suyos.
–Esto de que me hayas traído a comer en mi cumpleaños es lo mejor. – soltó Charlotte. – ¿De verdad no te importa que los chicos vengan? Es que hoy dijiste que vendrían tus padres también...
–No, la compañía siempre es buena.
–Se siente extraño... Muchas gracias. – la pelirroja le sonrió al camarero que le quitó el abrigo y le abrió la silla. –Nada de bares, nada de extremismo.
Jay la miró curioso.
–Si estoy siendo extremista, ¿no ves que este es un restaurant de lo más caro?
–Tienes razón.
Se miraron a los ojos.
– ¿Vas a pedir ya? – preguntó Jay.
–No, esperaré a los demás. ¿Sabes? Esto de tener una barriga que no deja de crecer me da dolor de espalda a veces.
– ¡Feliz cumpleaños Charlotte!
Y por arte de magia, los chicos llegaron primero que los señores Park. Gracias al cielo.
Felicitaron a su amiga, le dieron regalos, y se sentaron en la mesa para 12 personas.
– ¿Ustedes ya conocen a los padres de Jay?
–Sí. – Hyukwoo le dio un sorbo al champagne. –Creo que ChaCha también.
–Una vez los vi pasar por la empresa. – frunció el ceño. –La mamá de Jaebeom es muy agradable.
–Sí, tiene esos dos... ¿Cómo se llaman, Jay?
–Perros salchicha. – se echó a reír.
–Buenas noches. – una pareja de señores, de características asiáticas, llegaron. –Jaebeom, cariño, estás hermoso.
–Hola mamá. – la abrazó. Le dio un abrazo a su padre también.
Los señores Park saludaron alegremente a los amigos de su hijo, y luego miraron a Charlotte con curiosidad e incomodidad.
–Eh... ella es Charlotte. Es mi novia.
–Mucho gusto señorita. – los dos le dieron la mano, ella sin levantarse. La señora Park sonreía, extremadamente feliz. –Esta es la primera vez que nos presentas a alguien, Jaebeom.
