17.¿Otro mundial?

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POV Silvia

Levante la cabeza de la almohada y la giré para mirar el despertador, que no paraba de sonar. En el marcaban las siete de la mañana. Puff... Debería ser ilegal tener que despertarse a esta hora. Me di media vuelta y metí la cabeza debajo de las sabanas, con la intención de volver a dormirme. Cuando ya casi estaba completamente dormida, mi madre entró mi habitación con una sartén en la mano. Espera, espera ¿Que leches hace mi madre con una sartén en la mano?. Con la esperanza de que mi madre me dejara dormir tranquila cerré los ojos. Pero el sonido de la sartén impactando contra mi escritorio, me sorprendió.

-Mama- dije intentando sonar lo más  relajada posible.-¡Deja ya de darle leches al escritorio!-

-Vale, vale. Ya paro- dijo mi madre, un poco asustada por el grito que le había soltado.

-Gracias- dije.

-Déjate de gracias y vete preparándote, que el desayuno ya está listo- dijo, antes de salir de mi habitación.

Me levanté de la cama y me metí al baño para darme una ducha. Después de ducharme, lo cual me despejo mucho, rebusque en el armario hasta encontrar mi uniforme. Cojo mi mochila y me fui a la cocina. Cuando entre a la cocina vi que mis padres ya estaban desayunando.

-Buenos días- dije, para después sentarme en la mesa.

-Buenos dias, hija- dijo, mi padre sin quitar la vista del periódico.

Justo después de que terminase de desayunar, alguien llamo al timbre.

-Hola, Celia- dije al ver a la peliazul entrando por la puerta.

-Hola, Silvia. ¿Vamos?- dijo Celia.

-Si, si. Vamos- dije.

Celia y yo salimos de mi casa y pusimos rumbo al instituto. Al llegar vimos que las demás nos estaban esperando en la puerta del Instituto para que fuéramos todas juntas a clase.

Las clases pasaron lentas, muy lentas, y fueron aburridas, muy aburridas... Que novedad.

-Silvia ¿Vamos a por Celia, para ir al entrenamiento con ella?- me dijo Nelly, a lo que yo asentí.

Fuimos a clase de Celia y después nos fuimos a el campo de fútbol. Al llegar todavía no había nadie, entonces decidimos ir a los vestuarios a cambiarnos. Al salir ya estaban todos.

Busque a Erik con la mirada pero no lo veía, entonces fui a preguntarle a Bobby a ver si sabía dónde estaba.

-Bobby, ¿has visto a Erik?- le pregunte.

-¿A Erik?- me dijo y desvío la mirada.-No. Creo que hoy no podía venir a el entrenamiento- dijo.

-¿Bobby, por qué me mientes?- le dije, mientras le miraba fijamente.

-¿eh?- me miro, confuso.

-Cuando mientes siempre desvías la mirada- le dije.

-Silvia, yo no te puedo decir nada. Erik es el que te lo tiene que contar, no yo- me dijo.

-Vale, después de el entrenamiento hablaré con el- le dije.

El entrenamiento transcurrió normal. Justo cuando estábamos a punto de irnos, el entrenador dijo que nos tenía que decir algo, muy importante.

-¿Que es eso tan importante que tenías que contar entrenador, Travis?- dijo Mark.

-Lo que pasa es que dentro de una semana se va a celebrar el Fútbol Frontier Internacional- dijo el entrenador.

Todos nos alegramos muchísimo, porque eso quería decir que íbamos a volver a ver a todos los amigos que conocimos años atrás. Algunos hasta se pusiera a gritar...

-Callaos, por favor. Todavía no e terminado de hablar- dijo el entrenador enfadado, todos nos callamos.

La verdad es que el entrenador Travis da bastante miedo cuando se enfada.

-Bueno, a lo que iba. Mañana diré quienes vais a formar parte del Inazuma Japón. Ya podéis iros- dijo el entrenador, para después irse.

-¿Chicas, que queréis hacer ahora?- dijo Sue.

-Podríamos ir todas juntas a cenar- dijo Tori.

-Lo siento, chicas pero yo mejor me voy a ir a casa, que estoy muy cansada- dije.

-¿Segura?- me dijo Celia.

-Si, tranquila- le dije y me fui.

Tenia pensado ir a la casa de Erik. Después de lo que me había dicho Bobby, necesitaba saber que era lo que me tenía que decir Erik.

Cuando llegue a casa de Erik toque al timbre y me abrio la puerta, la madre de Erik.

-Hola, Silvia. ¿As venido a ver a Erik?- me dijo con una sonrisa.

-Es que, como no a venido a el entrenamiento me he preocupado- le dije.

-Lo que a pasado es que Erik tiene fiebre y por eso no ha ido a entrenar- me dijo.

-ah, vale. ¿Puedo verle?- le pregunté a la madre de Erik.

-Claro, Esta en su habitación. Seguro que se alegra mucho de verte- me dijo y yo me sonroje.

Abrí la puerta de la habitación de Erik y me encontré con un Erik dormido. Me senté en el borde de la cama y empezé a acariciar su pelo delicadamente. Que guapo esta mientras duerme... Vi que se estaba despertando.

-Silvia...-dijo.

-Vuelve a dormir. Que tienes fiebre- le dije, dulcemente.

-Silvia, te tengo que decir algo- me dijo seriamente.

-Dime- le dije.

-La selección estadounidense me a llamado para que juegue en su equipo, en el Fútbol Frontier Internacional- me dijo.

-Eso es genial Erik- vi como su rostro se entristecía.- ¿Que pasa Erik? ¿Eso es algo bueno, no?-

-Claro que es bueno. Pero no voy a poder estar tanto tiempo contigo- me dijo dulcemente. Si me sigue hablando asi voy a morir de ternura.

-Si crees que te vas a librar tan fácilmente de mi vas listo Erik- le dije mientras sonreía.

-Te quiero- me dijo.

-Y yo a ti- le dije.

Erik me abrazó haciendo que mi cabeza quedará apoyada en su pecho. La verdad es que se está muy agusto así. Estuvimos como una hora abrazados hablando de cualquier cosa que se nos viniese a la mente. Pero entonces mi madre me llamo y me dijo que tenía que volver ya a casa. Me despedí de Erik y volví a mi casa.

Continuara...

No me matéis por llevar casi un mes sin actualizar pero no he tenido tiempo y cuando lo tenía no tenía inspiración. Espero que os haya gustado por que me a costado escribirlo.

Julia<3

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⏰ Última actualización: Oct 11, 2016 ⏰

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