Deanwood

Capitulo 10.

(Chloe)

Pasó su mano entre las hiedras de su cabello, símbolo de que estaba nerviosa y a la vez enojada. Pero ¿quien no lo estaría? El hombre que le gustaba era un hombre lobo, para variar también era su profesor, y él muy miserable no le había dicho nada con respecto a lo primero.

La cosa es: si tu eres honesta desde el principio con una persona, ¿por qué esa persona no hace lo mismo? Claro, hay que saber que siempre hay que dar sin recibir nada cambio. Sin embargo, ¿quien realmente hace eso? Vamos, que cualquier cosa mínima que uno siempre hace, lo hace por algún beneficio propio.

Suspiró con pesadez y alzó la mirada para ver a Harry, él cual la miraba con gesto preocupado y sus ojos brillaban de arrepentimiento.

— Chloe, lo puedo explicar —habló tropezando con las palabras, sus nervios eran notorios. Algo que no pasó por alto Chloe.

— ¿Explicarme él qué, Harry? Creo que no hay mucho que explicar aquí, eh –se cruzó de brazos, mirándolo con seriedad.

– Quiero que entiendas, Chloe, que no es nada fácil llegar a una persona, y más sí es tu alumna, y soltarle "mira, soy un hombre lobo" –al ver que la castaña lo escucha atentamente, se arma de valor y se acerca más a ella–. Ponte en mi lugar... Si tú fueras sobrenatural, ¿Se lo dirías a todo el mundo?

– Pero es que yo no soy todo el mundo –al terminar la oración, el bufido que soltó Harry se hizo oír por toda la habitación–. ¿Qué?

– ¡Que no me estás escuchando! ¡Solo escuchas lo que te interesa! ¿Puedes entenderme un poco? –suspiró con cansancio–. Chloe, me importas y no quería espantarte... Tenía miedo de que te fueras.

El corazón de Chloe se arrugó al escuchar eso, ¿Cómo podía ser tan tonta y testaruda? Harry tenía razón, no puedes decirle a la primera persona que eres sobrenatural... Que ella duró años en confesar a Fergie lo que era, y eso que se conocían desde pequeñas. Debía dejar el orgullo a un lado y perdonar a Harry. Además, tampoco es que ella ha sido muy honesta con él.

– Tienes razón, Harry –descruzó los brazos y suspiró con rendimiento–. Entiendo tu punto a la perfección.

— ¿Ah si? —el profesor no se lo creía, ¿Había logrado entrar en razón a Chloe?

— Mmjum —asintió la castaña—, además que sería desmoral si me molestara... —al ver la cara de confusión de Harry sonrió un poco con aire confiada, le iba a decir en ese momento—. Pues verás, Harry, que no eres el único sobrenatural aquí...

— Sí, eso lo sé —se aclara un poco la gargants—, Fergie hace menos de 30 minutos estaba apunto de arrancarme el corazón, no creo que los humanos hagan eso —rió con nerviosismo.

La castaña al escuchar el nombre de Fergie, se acuerda que ellos no son los únicos en esa habitación. Se volteó con lentitud, buscando a sus amigos con la mirada, y cuando los encontró no dudó en correr a ellos al ver la situación en la que estaban.

No era una escena digna de admirar, pues daba mucho asco. La rubia estaba toda ensangrentada abrazando a Will con ambos brazos, en sus ojos se veía que estaba conteniendo las lágrimas. El chico que salvaron (el vampiro) estaba a unos centímetros de ella, viendo la escena con aburrimiento, o eso daba a entender.

¿Qué estaba pasando?

(Fergie)

Estaba al frente del espejo, alisando con sus manos la falda de aquel vestido negro que tenia para ese día. En sus ojos se notaba el cansancio, la tristeza y culpa que sentía. ¿Cómo pudo ser tan tonta? ¿Cómo dio a su hermano así como si nada? La única familia humana que le quedaba ahora se encontraba lejos de ella.

Miró por su habitación en busca de algo que la reconfortara un poco, pero lo que sucedió fue diferente... Los recuerdos la atacaron, recordar que en esa habitación jugó, peleó, compartió con Will... No hizo que se sintiera mejor.

Agudizó su oído al escuchar movimiento en el cuarto al lado de ella, era la habitación de Will, y se extrañó al escuchar sonidos provenientes de ella.

Salió de su habitación para adentrarse en la que era del castaño, y ahí se encontró a Chloe. Claro, tenía que ser ella. Su mejor amiga y a la vez la mejor amiga de Will. Tragó con fuerza al ver como ella abrazaba la almohada de su hermano, lágrimas empezaron a caer por su cara. Había perdido a su hermano para siempre.

— ¿Qué haces aquí? —la pregunta que le hizo Chloe hizo que su ceño se frunciera.

— ¿Cómo que qué hago aquí? —respondió ella—. Es el cuarto de mi hermano y tengo derecho a estar aquí.

— ¿Tu hermano? Mmmm, ¿Al que mataste? —las palabras de Chloe fueron soltadas con veneno—. Eres una asesina, Fergie. ¿Cómo pudiste hacerle eso a Will? ¡Aun tenía mucho que vivir! Un futuro por delante.... Y tu —la señaló con asco—, le arrebataste ese futuro sin duda alguna. Me das asco.

— Chloe, ¿estás escuchandote? ¡Que fue un accidente lo que pasó! Créeme que estoy sufriendo lo mismo que tú... Yo he perdido a mi hermano, y no sabes lo culpable que me siento por eso —pasó la mano por su mejilla, quitándose una lágrima.

— ¡Pues claro que te tienes que sentir culpable! Que todo ha sido culpa tuya, tu le ofreciste la sangre al vampiro ese. Y no lo deteniste a tiempo... Asesina.

— ¡No soy ninguna asesina! —gritó con fuerza, sentándose en su cama de golpe. Frunció el ceño al ver que estaba en su habitación, con su pijama puesta. Escuchó pisadas rápidas dirigiéndose a ella y alzó la mirada para la puerta, esta se abrió de golpe, mostrando a un Will con gesto preocupado—. ¿William?

— ¿Qué pasó, Fer? Tu gritó se ha escuchado por toda la cuadra —se acercó a ella y se sentó en su cama.

— Estás vivo —murmuró sintiendo sus ojos picar, salió de entre sus sábanas y abrazó a su hermano con fuerza.

— No por mucho si me sigues apretando así —la voz del castaño salió ahogada, pero no se escuchaba molesto.

Su hermano estaba vivo y eso la ponía muy feliz... Todo había sido una pesadilla.

*****

Estaban los tres reunidos en casa de la rubia, la cual hacia té. Chloe y Will estaban sentados en las sillas de la barra, esperando por el té.

— ¿Un baile de vampiros? —preguntó Will con el ceño fruncido—. ¿A qué viene eso?

— Según Edward es algo que hacen... ¿Mensual, anual? Ni recuerdo eso —respondió la rubia poniendo las tazas de té enfrente de cada uno—. A según siempre conversan cosas interesantes, cómo qué tipo de sangre es mejor, a quienes convirtieron en ese tiempo sin hablar... Cosas así —sacudió su mano con aire despreocupado.

— ¿No crees que hablen ahí de lo que ha estado sucediendo? —preguntó Chloe removiendo su té.

— Sí lo creo —respondió Fergie—, por ende iré con Edward para allá... Y tu me acompañarás —le guiñó un ojo con una sonrisa.

— ¡Genial! Iremos a un baño de sangre, que emocionante, ¿No? —la sonrisa de Will es de oreja a oreja.

— Tu te quedarás —soltaron ambas chicas a la misma vez y sin pensarlo agarraron su correspondiente taza de té para irse de ahí.

— Pe... Pero... Siempre negrean al humano —bufó para luego tomar un sorbo de té—. ¡Carajo! —se quemó con él.

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Esto ha sido todo, amiguitos.

Cris, no me mates.

Byee.