Cocinamos un desayuno diferente y este fueron waffles con chocolate y sin olvidar él te de jazmín que al parecer a Alan y a mí nos encantaban, tomamos todo en la bandeja caminamos hasta llegar a la mesa de café que estaba en el patio.

Nos dispusimos a comer, entre chistes y bromas, mientras que veíamos como el invierno abandonaba su estación para darle pie a la primavera.

Luego de terminar y ayudar a Alan a limpiar la vajilla, nos encontrábamos de nuevo en el salón de arte, en la misma pose que me encontraba ayer con su jersey y a Alan de nuevo observándome y pintándome con esa precisión que me encantaba de él.

POV ALAN

Liesel Esme la mujer que me tiene rendido a sus pies, cuando la traje aquí, debo ser sincero creí que escaparía a la semana y yo quedaría solo, rechazado, pero no fue así, es cierto escapo, pero no volvió a intentarlo, ¿Por miedo? No, no lo creo.

Esel, ha sido toda una aventura conocerla, conocer sus gustos, hacerla reír, dios esa es mi parte favorita, sus risas, su melódica risa, podría dormir solo escuchándola, me encanta ¡TODA! Ella me encanta, más de lo natural, ella le da sentido a mi vida.

Desde hace una semana hemos tenido pequeños roces, roces que han logrado volverme loco, sus labios han estado a centímetros de los míos, pero... ¡Dios! No he podido besarlos, no tengo el coraje de hacerlo. Sé que ya lo hice, ya la besé, pero no quiero volver hacerlo, hasta que ella me lo permita, porque no puedo, aunque sé que perderé el control un día, y está muy cerca, porque sé que ella también lo desea.

Lo sé, en la forma en que me mira, en la forma de la que me sonríe, el día que la deje salir de su habitación, ese día en que vio el piano, me sentí feliz, verla feliz, tenerla a mi lado me hacía feliz, otra cosa que me sorprendió fue verla, ayer preparando el desayuno para mí.

Preparando algo para mí, su piel esa piel que tanto admiro, esa piel con la que tanto sueño, sé que le importo a Esel, me lo ha demostrado y sé que enamorarla de mí y hacerla mía está cerca, no puedo separarme de ella, no ahora, si no perdería todo mi esfuerzo, todo mi trabajo todo se iría la mierda y no me lo permito. Ella será mía.

La veo ahora, como me observa fijamente, mientras que yo la pinto, la retrato solo para mí y claramente ella se deja hacerlo, cuando le dije la idea le encanto y verla con mi Jersey favorito es una bendición, verla de esa manera tan dispuesta a mí, me encanta.

Es tan excitante imaginarla solo utilizando mi jersey, sin ninguna prenda debajo de ella, y yo poder quitar esa prenda que nos separa.

Sé que este pensamiento; es impuro, pero a la mierda, todos los pensamientos que vienen de mi hacia ella son impuros, románticos y cursis

Enfermo lo sé...

- ¿Cuánto falta?

Pregunta sacándome de mi fantasía.

- Falta poco solo agrego las sombras, y la pintura estará lista.

- ¿Soy una buena musa?

Mmm eres mejor que eso.

- Eres la musa perfecta. Un poco más... y ¡listo!

- ¿Ya está lista?

- Sí, ven a verla.

No tuve que volver, a repetírselo, ella se levantó del sofá caminando hacia mí, y cuando ve el estrato sus ojos se abren y una sonrisa se extiende por su rostro.

- Wow es realmente muy hermoso, pintas muy bien.

- Yo creo que la que hace el retrato hermoso eres tú.

Se sonroja ante tal comentario, pero sigue viendo el retrato maravillada.

- Además, mi jersey se ve muy bien en ti.

- Gracias – Toma la prenda y la hala hacia arriba quitándosela antes de detenerla parte de su camisa sube con el jersey dejando ver parte de su sujetador.

Y rápidamente suelta la prenda como si esta quemara, pero a camisa se engancha a la parte trasera del sujetador. Y de acto hace colocarla más roja, lo cual me resulta más que adorable. Aunque ya es costumbre que Liesel, viva sonrojándose.

- Quieres que... ¿Te ayude?

- No... Eh, yo puedo sola. – Empieza a moverse tratando de alcanzar la parte trasera de su sujetador, y sin notarlo lo desabrocha – Yo... Lo sien...

- No te disculpes, déjame ayudarte

Asiente dejándome encargarme de la situación, me coloco detrás de ella y con cuidado saco el jersey de su cuerpo, con suavidad levantó la camisa dejando ver su espalda baja, estoy nervioso de perder el control, yo con Esel no tengo control, y tenerla de esta manera de estar rozando su piel, con tanta delicadeza, de estar viendo su cuello, a ese cuello que quiero morder, lamer, chupar, ¡todo!

Sin alargar mi tortura, tomó las esquinas del sujetador para abrocharlo, y siento como ella está igual de nerviosa bajo mi tacto, lo abrocho y se oye claramente como liberamos la tensión.

Ella queda de espaldas a mí mientras mis manos descansan en su cintura, me acerco a su oído susurrándole.

- No sabes cuánto te deseo ahora...

Sexy estrella, o sensual, dulce, o atrevido comentario.

¿A quien de ustedes les gustaría ser secuestrada por un alan cale? respuesta please...

Charly

Dulce Estocolmo. © #MMA2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora