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(Cuando yo os diga tenéis que oír esa canción de aquí arribita ;3, hazedme caso eh xD)  


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HUNTER

La cara de Dana es un poema. La verdad es que no me esperaba para nada que reaccionara así, ni yo tampoco. Es decir, sinceramente no estaba pensando lo que hacía cuando la besé, solo la miré y vi esos ojos tan llenos de vida. Una vida enjaulada que está pidiendo a gritos que la liberen.

Y sin poder evitarlo, bajé la mirada hasta sus labios, que suelen mostrarme una sonrisa triste en un intento por parecer real. Y sentí en ese momento que quería hacer algo para que lo fuera, para que sus ojos dejaran de estar cansados y que sus labios se elevaran hasta el cielo, de verdad.

En ese mismo instante, elegí ser el que la hiciera feliz.

No nos equivoquemos, tan solo quiero que Dana esté contenta y cómoda, sin el miedo ese que siempre tiene a que la acosen. Solo lo he hecho para que la dejen en paz, nada más.

Cuando la señora Tanner nos pide amablemente que guardemos silencio para dar comienzo con las clases, nos colocamos en nuestro lugar, justo siendo la primera pareja y como bien dijo en su momento la directora, como los que abrirán el baile.

- No sé si la señora Tanner se fijado, pero no estoy prácticamente inválida para hacer este baile, tal vez con suerte, consiga que me sustituyan y así no tenga que bailar. – Murmura con la cabeza gacha mirando de un lado al otro para asegurarse de que nadie la oye.

- No creo que le interese lo más mínimo – Me río cuando levanta la cabeza al oírme hablar tan brusco. – Tú solo deja que yo te guie, ven.

Agarro sus muletas y con un gesto, hago que las suelte. Las dejo en el suelo y ella me mira expectante.

- Esto lo vi en una película. – La agarro de la cintura y levantándola unos centímetros del suelo, coloco sus pies sobre los míos.

Veo como su sonrisa se hace presente y comienza a reírse de la forma más aniñada posible, sé que la gente debe de estar mirándonos, pero me importa tres narices. Con ella parece que las cosas más estúpidas y simples, tienen algo.

- No sabía que hubieras visto Crepúsculo. – Chasqueo la lengua y le guiño un ojo.

- Esa era, Crepúsculo. Pues sí, pero en mi defensa te diré que todo el mundo la ha visto. – Ríe de nuevo y se fija en las parejas que tenemos alrededor. Todos están siguiendo los pasos que la señora Tanner indica pero nosotros solo nos movemos de un lado al otro. Básicamente estamos bailando un baile lento, pero somos tantos que no se nota la diferencia.

TU ELIGES (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora