Dear October [Traducción]

Let it happen

          El aire estaba espeso y la brisa fluía con suavidad por la noche. El rugido de un motor de coche se hizo escuchar y las luces de los vehículos encendidos parpadeaban, iluminando un camino de luz que se posaba suavemente en el suelo. La zona estaba llena de un enjambre de personas que aplaudían rebosantes de felicidad mientras el vaho salía de forma natural cuando estallaban en risas.

          Luhan entró en la amplia zona, con nerviosismo tragando la saliva que se acumulaba en su boca. El lugar estaba repleto de personas que alegres le daban la bienvenida a los coches que circulaban alrededor. Luhan supuso que eran los coches de competición de esta noche como se le dijo el otro día Baekhyun, el novio de uno de los corredores que se paseaba alrededor de esta área frecuentemente.

          El aire glacial pasaba más allá de su fina camisa por lo que rápidamente envolvió sus brazos alrededor de sí mismo como si eso pudiera mantenerlo caliente pero fracaso en el intento. Luego se unió a la multitud que gritaba alegremente y se tapó los oídos para evitar futuros daños auditivos. Esas personas podian ser tan bulliciosas en esas competiciónes tan violentas que posiblemente podrían causarle una lesión grave.

          Luhan se lo había prometido -a regañadientes- a su amigo quién quería ir a ver la carrera clandestina, algo de que los policías no tenían conocimiento ya que estás carreras eran compartidas en pequeños círculos de amistad. Para ser honesto, Luhan encontraba horrible venir a perder tiempo de su vida para ver esa patética competición. No quería ser testigo de las graves peleas que se armarian cuando el perdedor pidiera otra revancha o alguna persona gravemente herida por cualquier accidente de coche. Tantas posibilidades violentas llegaron a su cabeza atormentandolo que decidió que lo mejor era ignorar todo y comenzar a buscar a Minseok.

          Después de un rato, dejó de buscar a Minseok. Se dio por vencido y se sentó en un asiento vacío junto a una ruidosa multitud de personas que silbaban y reían histéricamente. Él no encajaba entre esas personas. Daban miedo. Probablemente la definición de locos si de él dependiera describirlos.

          ¿Dónde estaba Minseok? Se preguntaba Luhan, dirigiendo su mirada hacia abajo en las calles donde los coches retumbantes se estacionaban en un lugar y los corredores salían de sus propios vehículos para hechar un buen vistazo a sus oponentes. Luhan los observó detenidamente desde donde estaba sentado y vio la viva imagen de un hombre totalmente impresionante que salió de su Porsche 911(*). Con una pierna hacia fuera, Luhan vio cómo los pantalones de cuero ajustados abrazaron la piel de ese corredor. Luhan ya se veía asimismo como uno más de las cientas de personas que ese hombre tendría a su merced aunque el desconocido nisiquiera lo hubiera mirado. Ni una sola vez. Sin embargo ¿Cómo era posible que Luhan ya estuviera a su merced?.

    Observó a ese corredor que era admirado por la multitud, saludando a todos en su salida del auto. El viento crujiente(*) de la noche revolvía la cabellera del corredor, pasando a través del pelo como los verdaderos dedos de una persona. Oh, cómo este hombre tenía a Luhan sin palabras era completamente ilógico. Luhan tenía el ligero deseo de ir y ordenar ese cabello castaño, pero apretó los dedos, recordando que estaba mal de su parte interesarse tanto por un extraño. Un extraño encantador.

    "Es tan jodidamente caliente", comentó una chica, al lado de él, mientras chillaba con su amiga. "¿Lo conoces?"

    La otra chica se encogió de hombros, "Escuche que corre muy seguido por aquí y que no ha perdido ni una sola vez".

    A Luhan le pareció terriblemente estúpido escuchar su conversación, pero no pudo evitar hacerlo. Fue tentador. Quería conocer a ese atractivo hombre con características muy varoniles y hasta el mínimo detalle de él. Anhelaba ese hombre. Tenía esos ojos que parpadeaban en la noche cuando sonreía maliciosamente. Era todo lo que Luhan esperaba.