ホミタ2!

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—ya llegué.— cerré la puerta y avise de mi llegada.

—bienvenido.— apareció una mujer algo alta de lo promedio con una coleta de cabello negro que llegaba a su cintura y un gran cuerpo, cuanto amo a esa mujer.

—hola. —me acerque a ella y con una mano sostuve su cintura y le di un beso en su mejilla.

—hola.— me devolvió él beso en mi mejilla.— ¿cómo te fue?— y se sentó en unos de los sillones del pequeño departamento en él que vivimos.

solté un suspiro en signo de cansancio y al igual que ella me senté en él sillón color negro que se encontraba al frente mío.

—fue un día bastante extraño.— deje la mochila con mis pertenecías al lado mío pero esta en él suelo.

—¿por qué lo dices?— y puso su codo en una mesita que estaba al lado y colocó su cabeza en la palma de su mano.

— en la mañana pareciera que llegaron los extraterrestres y se llevaron a medio planeta.— explique de forma infantil mientras que con mis manos hacia ademanes de ovnis extraterrestres, mi hermana solo río.

— hermano.— me saco de mi pequeño juego de extraterrestres.— tal vez la gente no tiene dinero, tómalo como algo así, no quiero que pienses que es por qué tus pasteles son malos, al contrario, son excelentes.— ella siempre sabe levantarme él animo, por eso la quiero.

— tienes razón. — me levante junto con mi mochila en mano y me dirigía a paso firme hacia él comedor mientras que sacaba una caja trasparente con sobras de pasteles de la mochila que traía.

— traje sobras, ¿quieres que nos la cenemos?, o ¿haces algo?— y salí del comedor y me fui derecho a mi habitación, entre y aventé la mochila (y ni tenía idea de donde cayo, solo oí él sonido sordo) y me quite toda la ropa quedando solo en bóxer, vi mi algo marcado cuerpo en un espejo de cuerpo completo que se encontraba en una puerta de mi armario de ropa.

ahora que lo pienso... ¿qué clase de hombre normal tiene un espejo en su habitación? en realidad no tenía idea de como es que estaba aquí pero... lo importante es mantener la apariencia, ¿no?

—¡haré malteadas para acompañar las sobras!— escuche que grito, supongo yo que en la cocina.

—¡esta bien!— le devolví yo él grito.

e inmediatamente escuche la licuadora, mire a mi alrededor y tome una de mis toallas que estaba colgada en él respaldo de la silla de mi escritorio.

me la enrolle en la cintura y salí de la habitación.

- ¡oh, yeah, the crown...!— y ese es él hermoso canto de mi hermana, el cual parecía una vaca pariendo, hermoso de verdad.

me metí en la puerta que correspondía a la del baño, y solo me quite la toalla junto con la ropa interior y me metí en la regadera, espere a que él agua estuviera tibia y me metí, saque mi mano de la regadera secándolo con la toalla que traía hace unos minutos, y puse la primera canción que me aprecio en él móvil.

y dare apareció de un viejo "grupo" llamado gorillaz, muy buenos a mi parecer.

me deje llevar por la voz del cantante ficticio y él tono relajado que llevaba la canción, y a la vez algo infantil.

comencé a tararear la canción mientras que pasaba él jabón por todo mi cuerpo, y entre la euforia de mi baño, aparecieron esos ojos.

ese hermoso color rosado, y con aires salvajes.

hasta hace poco lo pude sacar de mi cabeza, era mas que obvio que me dejo totalmente embobado por el, pero... ¿por que?, percibí su olor, y notablemente era él de un alfa, entonces... ¿Por que sentía tanta atracción por él?

cafetería.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora