XIII

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— Chicas, creo que es hora de irnos de aquí — murmuró Percy, señalando la congregación de monstruos que había en la playa, Clarisse y Reyna encendieron el barco, esté poco a poco se empezó a mover alejándose de la isla.

— ¿Pasa algo? — preguntó Hylla, Percy se había mantenido en la cubierta observando el mar.

— !¡Detengan el barco! — gritó Percy sin apartar la vista del mar, aunque no lograba ver nada su instinto le decía que estaban en peligro. — Alguien cuide del Vellocino.

— ¿Qué pasa Percy? — preguntó Clarisse, Annabeth había ido por el Vellocino, mientras Hylla y Reyna sacaban sus armas, preparadas para el ataque. — ¿Es Enio?

La hija de Ares observó los aires esperando encontrar con alguna de las Keres, pero todo estaba tranquilo. — Hay algo en el mar, se está acercando a nosotros, espero que cuando nos detengamos lo tome como que no somos una amenaza — explicó Percy, sin apartar su vista del mar.

Hylla se mantuvo en silencio, sentía un escalofrío recorrer su cuerpo, solo había un monstruo que podía hacer eso. — Necesitamos encontrar algo que podamos incendiar — dijo la chica observando a su hermana. — La Hidra de Lerna es la que viene por nosotros.

Reyna de inmediato se adentro en el barco intentando encontrar algo que les ayudará, — Enciende el barco a toda potencia — pidió Percy, sabía que la Hidra se acercaría a ellos, había deseado que se tratará de alguna otra criatura. Hylla se internó en el barco, poco a poco la embarcación se empezó a mover.

 — ¿Alguna idea de como derrotarla? — preguntó Clarisse, observando a su alrededor intentando encontrar a la criatura.

Percy permaneció en silencio, había intentado usar sus poderes para ayudar a la embarcación para alejarse, aunque su tranquilidad solo duró un instante, el barco recibió una fuerte sacudida provocando que todos perdieran el equilibrio.  Una cabeza tipo serpiente emergió del agua, su boca estaba llena de filosos dientes, después de esa emergieron dos más. Las tres observaron la cubierta del barco, para después fijar su atención en los semidioses. Percy arrojó una ráfaga de agua en dirección a Clarisse, alejando a una de las cabezas de la hija de Ares. — No le cortes la cabeza — gritó Percy al ver lo que planeaba Clarisse. — Intenten ver si aquello aún funciona — dijo señalando el cañón, tan pronto la chica desapareció las tres cabezas de la Hidra se fijaron en Percy.

El chico dio un par de pasos hacia atrás temeroso, ya había visto a la criatura durante su entrenamiento pero verla en vivo era más aterrador. La Hidra permaneció unos instantes inmóvil, antes de que una de las cabezas se abalanzó sobre el chico. Percy rodó a su izquierda evitando el ataque mientras disparaba varias flechas que se incrustaron sobre el cuello. — Cuidado.

Percy volteó a su izquierda, el chico logro levantar las manos creando una barrera de agua, que lo protegió de una mordedura. Mientras el chico se protegía escuchó una explosión, la barrera de agua se desvaneció. Percy pensó que tal vez tendrían una oportunidad de escapar, aunque sus esperanzas se esfumaron mientras otras dos explosiones resonaban. Un escalofrío recorrió el cuerpo del chico, mientras veía que la Hidra había sido decapitada. — ¿Por qué lo han hecho? — escucho gritar a Reyna. Percy corrió a donde estaba Hylla, la chica estaba igual que él, podía ver el miedo en su mirada, — ¿Qué otro monstruo había en la isla? — preguntó Percy.

— Hay varios Cíclopes, Empusas y también una Quimera — explicó Hylla,  el hijo de Poseidón se adentro en el barco tenía que encontrar el frasco que le había dado Circe, sabía que la Hidra se sentía atraída por su aroma.

— Aquí estás — murmuró el chico guardando el frasco en su bolsillo y tomando la gorra de Annabeth, para después dirigirse a donde estaba Hylla.

— Acelerá lo más que puedas — dijo el chico, saliendo nuevamente a la cubierta, sólo lograron avanzar algunos metros antes de volverse a detener. Una cabeza nuevamente sobresalió del mar, aunque en esta ocasión acompañada de otras cinco.

Percy Jackson El Hijo de la CazaWhere stories live. Discover now