La corbata roja

Cuando El Amor Nace

DIEGO

Iba por uno de los pasillos de la escuela y de pronto siento chocar con algo. Inmediatamente empiezo a tantear para ver con que me tropecé, cuando toque algo suave en el suelo, quise saber que era y pronto lo descubrí

Me tape los oídos al escuchar un quejido como de un animal moribundo que provenía de un pequeño gatito gris con unos ojos grandes y expresivos...

Cuando trate de cogerlo para examinar si no lo había lastimado, el condenado gato me lanzo un zarpazo con sus ponzoñosas garras, dio un brinco para atrás y se puso a relamerce la patita izquierda y alejándose un poco mas de mi.

Deje de verlo mientras examinaba mi herida causada por sus garras pero al ver que solo eran unos rasguños leves, volví mi vista al animalito y me quede boquiabierto al descubrir que ya no estaba el gatito gris, si no que en su lugar era la chica de la corbata roja que me miraba con recelo sosteniendo su pierna izquierda con dolor...

Me desperté asustado y lleno de sudor por todo el cuerpo y con un dolor agudo en mi mano por culpa del dichoso sueño, que digo sueño fue casi una pesadilla... ¿Cual era el significado de ese sueño y el intercambio del gatito con la chica?

No comprendía nada, mire la hora y apenas eran las tres de la mañana, eso significaba que me quedaban menos de cuatro horas para poder conciliar el sueño, pero de manera algo idiota pues no pude volver a cerrar los ojos en lo que quedaba de la noche pues cada vez que lo intentaba, el rostro flacucho de esa chica venia a mi mente. Que me sucedía con ella, que rara era, seguía con eso que ni amigos tenia y no le importaba andar insultando a diestra y siniestra

Así se me paso el tiempo restante pensando en la chica de la corbata roja y su serio odio hacia mi en mi sueño, cuando sonó la alarma a las seis imedia me levante sin haber podido dormir nada.

Llevaba un humorsito de los mil demonios y no quise saludar a nadie en la escuela, así que puse la capucha de mi abrigo en mi cabeza y camine por las orillas de los pasillos, justo enfrente de los casilleros, la vi, vi a esa chica hablando con un profesor un poco preocupada y al mismo tiempo con un poco de timidez... Me acerque un poco mas para oír la conversación

-Lo siento Cristina -se llama Cristina wow, por fin se su nombre

-Pero si no elevas la nota en clase no podre hacer nada por ti, yo se que es doloroso la Pérdida de tu ultimo familiar cercano -¿Que? es huérfana -Pero eso no tiene que incidir en tus notas, tu eras muy buena a comienzos de semestre. La vida no se detuvo con la muerte de Alberto, hay que seguir adelante

-Lo se, señor Salas pero no se como solucionarlo

-Tocara un tutor

-Todo menos eso

-Deja ya ese desprecio por los demás niña, consigue uno o repetiras año

-¡¡¡Esta bien!!! - Lo dijo de una manera tan resignada y agacho su cabeza con desgano, por un momento le tuve lastima

Era mi momento de atacar

-¿Con que necesitas un tutor en matemáticas eh? -le susurré de muy cerca, la sorprendí dado que dio un tremendo brinco sacándola de sus pensamientos

-Y a ti que te importa -logro decir toda nerviosa cuando me volteo a ver -Nota mental: no le gusta que la sorprendan

-Bueno -le Sonreí pícaramente -soy bueno con los números - puse una mano en mi pecho -Y estoy dispuesto a ayudar

-Solo para joderme el día, Me dices eso, no gracias -respondió furiosa

-Claro que no niña, pero, si no quieres mi ayuda me voy -di media vuelta y pensé que me detendría pero en cambio ella fue la que comenzó a caminar para el lado contrario, que obstinada pensé, niña caprichosa.