CAPITULO 4 "En pedazos"

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Para el otro profesor decir mi nombre era como presentarme, ¡Pero para ella no!, ya me caía mal, ósea ya había hecho muchos osos hoy, no quería hacer otro más ¿No se podía conformar solo con decir mi nombre?

―Amm... ―iba a empezar a hablar y me interrumpió.

―Pero levántate ―alzo la mano como seña de que me parara, en serio estaba haciéndome pasar por esto, este iba a hacer otro oso más ya lo presentía.

¡Trágame tierra!

Me pare y trague saliva esto me resultaba demasiado incómodo.

―Me llamo... Liliana... vivo... en... Lesme mmm ... ―realmente estaba demasiado nerviosa había hecho varias pausas por lo mismo y sentía muchas miradas.

―¿Lesme? ¿En la avenida? ―dijo y la mire confundida.

―Ah... bueno en las casas de por ahí ―dije tontamente.

―Ah... ―se me quedo viendo ―Cuéntanos algo de ti, aquí ya la mayoría se conoce, dinos algo ―insistió y sonrió, ósea ¿por qué sonreía? ni si quiera yo sabía que me gustaba, ¿qué iba a decirle?

Volteé a ver a todos y vi cómo me miraban esperando mi respuesta.

¡Vamos piensa rápido Lili!

Pasé la mirada por todo el salón, mientras lo hacía algo llamó mi atención y me concentré en eso, vi un lapicero color rojo en la banca de uno de mis compañeros y recordé el listón de mi cabeza que me había quitado mi mama en la mañana.

―Me gusta el color rojo ―dije sin pensar y volteé a verla.

En realidad, no me gustaba del todo, pero me hacía recordar varias cosas.

―Oh ¿rojo?... ­―se puso la mano en el mentón ―Ese es el color del amor ―sonrió de una manera que hizo que en sus ojos se les hicieran unas arrugas a los lados.

Cuando dijo eso al instante en mi mente vi esos ojos azules que aun recordaba y me sonrojé.

Ella me miro ― ¿Te sonrojaste? ―se quitó la mano y unos se empezaron a reír y otros me voltearon a ver más detenidamente, yo me senté rápido y tapé una parte mi cara con mi mano y desvié la mirada hacia abajo.

¡Efectivamente este había sido un oso exitoso!

―Bueno entiendo que tengas pena, pero en la clase no la tengas, si algo no entiendes quiero que me preguntes por favor o si no a alguno de tus compañeros, con confianza y sin miedo ―me miro y me sonrió, yo alce la mirada aun con pena ―Ah y bienvenida ―volteo y saco un plumón de sus cosas ―Bueno ahora si a trabajar ―escuche el "ah" de todos los del salón ―Ya chicos fueron muchas vacaciones, les anotare como trabajaremos este semestre.

Después de eso la atención de todos se fue para el pizarrón, la maestra anotaba y explicaba todos le hacían caso parecía tener un buen control del grupo a comparación del profesor pasado.

Agradecía que ya habían olvidado lo mío, en realidad jamás me había sentido tan avergonzada como hoy; escribía lo que estaba en el pizarrón y le ponía atención, por un momento me sentía normal, como una chica que asiste a la escuela, hace amigos y hace ese tipo de osos tontos, pero cuando escuche la campana todo lo que pensaba desapareció enseguida, ¡Yo no era igual a ellos!, no tenía problemas tan simples como los de ellos, ¿Por qué no era como todos ellos?

La maestra dijo algo antes de salir, pero no la escuche estaba demasiado hundida en mis pensamientos para hacerlo, la clase siguiente casi empezó en seguida y yo seguía pensando en lo iba a hacer o más bien en lo que haría.

Estrella FugazWhere stories live. Discover now