~7~

213 22 0
                                    


En otra parte del mundo...

El príncipe que se quería casar con Princesa, tal y como lo prometió, llego al día siguiente por la tarde al pueblo en busca de -lo que el creía- "su amada". Pero para su sorpresa no se encontraba en su casa y nadie sabia el paradero de la muchacha en el pueblo. 

Entonces volvió a emprender rumbo a su castillo, para ordenar buscar a toda costa a su prometida.

Habia tardado varios días en llegar a su castillo, ya que quedaba muy lejos e iba sin compañía. Una vez se acomodo en sus aposentos, pidió que le trajeran un café. Una sirvienta se lo trajo y una vez lo dejo, salio dejando la puerta entre abierta. El joven logro escuchar un rumor que la sirvienta le contaba a otra.

-Has oído.-dijo casi en susurro la joven morena, a la otra chica que era rubia, mientras se cubría la boca con su mano.- Se rumorea que en un pueblo lejos de aquí, se vio a una hermosa princesa, siendo secuestrada por un gran dragón rojo. Dicen que era bastante intimidante y que tiraba fuego por la boca mientras llevaba a la pobre princesa a quien sabe donde.-afirmo la sirvienta.-Por lo que me han dicho este rumor ya se a extendido por casi todo el país, muchos intentan buscar el paradero del dragón para rescatar a la princesa prisionera y casarse con ella, pero los que encontraron el paradero...-hiso una pausa para causarle intriga a su compañera.

-¿Que?.-pregunto la joven rubia.

-No han vivido para contarlo, muchos logran ver a la princesa en la torre y luego ven un infierno bañado en fuego.-dijo en un semblante serio, pero para después cambiarlo a uno de broma.-pero no lo se muy bien, eso solo ha sido un rumor que escuche en la ciudad, jaja.

El príncipe al escuchar eso, sabía a "que" se referían y a "quienes" se referían. Dio un gran golpe en la mesa que se encontraba enfrente de el, tirando así la taza de café. Logrando sobresaltar a las sirvientas, a lo que estas largaron un chillido del susto, dirigiendo toda su atención a este.

-¡RÁPIDO, DÍGANLES A LOS OTROS SIRVIENTES QUE ME PREPAREN UN CABALLO, MI ARMADURA, MI ESPADA Y MI ESCUDO. AHORA!.-grito furioso.

-Pero s-señor acaba de lleg-

-¡AHORA EH DICHO!.-interrumpió a la joven morena, dando otro golpe fuerte en la mesa.

-¡S-si!.-dijeron tartamudeando las dos al unisono.

_________

Ya han pasado tres semanas desde que llegaron y se instalaron en ese edificio que se caía a pedazos. 

Por dentro este no parecía tanto una ruina desmoronándose, Princesa y Lindwurn se encargaron de decorarla, pintarla e incluso remodelarla, volviéndolo un lugar mas acogedor. Con cosas que Lindwurn había conseguido de un pueblo cercano del que también conseguían alimentos y víveres. Aunque desafortunadamente se encontrara a cuatro días de lejanía, para el joven dragón no era tanta molestia.

Princesa, cuando veía venir a alguien que la quería rescatar, subía rápidamente hacia la torre y allí desde la ventana podía observar como Lindwurn salia a matarlo ya convertido en dragón. 

Siempre pasaba lo mismo, y ella estaba en contra de que mate gente, pero el la logro convencer de si no lo hacia no podían estar juntos.

Muy egoísta e injusto de su parte ¿no? Pero era algo necesario.

Hacia un día precioso afuera, los pájaros cantaban y el sol brillaba en intensidad, Lindwurn había salido hacia el bosque a buscar leña lejos de su ahora hogar, y Princesa se encontraba recogiendo flores fuera. 

De repente el canto de los pájaros se detuvo y el cielo se lleno de nubes grises. La joven escucho el trote de un caballo acercarse a ella, que se acercaba mas y mas hasta detenerse enfrente de esta. 

Al levantar la cabeza quedo en shock con los ojos bien abiertos como platos. Allí se encontró a un caballero de brillante armadura, montado en un blanco corcel con una gran espada en una mano y en la otra un escudo con un símbolo, que ella sin duda conocía muy bien. 

El símbolo del reino del príncipe, con el que estaba comprometida.

-¡¿Donde esta ese estúpido dragón?!.-pregunto con furia, mientras se bajaba del caballo y le agarraba el brazo con brusquedad a la joven, para que no lograra salir huyendo.-¡¿Porque te escapaste?! tu me perteneces ¡¿no lo ENTIENDES?!.-grito eufórico mientras la zamarreaba. Por otro lado Princesa se encontraba tan asustada que trataba de safarse del agarre del príncipe, mientras gritaba pidiendo ayuda y dejaba escapar una que otra lagrima.-¡ACABEMOS CON ESTO DE UNA VEZ POR TODAS!.-vocifero el joven desde dentro de la armadura, mirando hacia el cielo como si quisiera que alguien lo escuchase.

Y como si dios lo quisiera, un joven pelirrojo que andaba cortando leña en el bosque, logro escuchar el grito del príncipe y... los gritos de desesperación de su amada. 

Rápidamente se transformo en un enorme dragón rojo, dejando de lado lo que estaba haciendo. Y mientras levantaba vuelo a toda velocidad hacia el castillo en ruinas, rugía y lanzaba llamaradas de fuego.

Nadie sabia lo que les deparaba el futuro a los tres, ni mucho menos... 

Lo que iba a ocurrir...

~.~

"Princesa y el Dragón"Where stories live. Discover now