♦Tiempo♦

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Yamaguchi llego a su casa cansado, su madre había salido a comprar así que se podría decir que tenía casa sola durante...unas horas.
Su mente era un remolino de emociones mezcladas entre positivas y negativas, tenía que liberarse de nuevo de esas ataduras que lo lastimaba y bueno, allí estaba, parado frente a su ventana dudando si era algo normal desahogarse de esa manera. Abrió la ventana y volteo a ver hacia al cielo nocturno, la media luna era la que resaltaba esa noche y sin importarle la falta que hacían las estrellas, abrió la boca algo nervioso, tomo aire y dejo salir las palabras que tenía callado durante todo el día...

Era difícil, lo sabía pero de alguna forma enterraría esos sentimientos tan dolorosos —Ya estaré bien...— intentaba darse ánimos —Soy fuerte, puedo lograrlo solo...—

Yamaguchi sabia desde un principio la reacción que tenía Kei al estar junto ese gato negro, pero aún así reunió bastante fuerza para confesarse. Sosteniéndose de un hilo de esperanza para creer que sería correspondido y de alguna forma terminar juntos y felices, aunque desde lejos se notaba que ese no sería el resultado.

Al principio creyó que todo iba a estar bien, ambos eran grandes amigos ¿no? Sin embargo la indiferencia del de lentes ya había sido mucho y ahora Yamaguchi quería poder sonreír por si mismo, algo realmente bueno era que al menos habían dos personas que lo intentaban ayudar.

(...)

Una semana... Dos semanas... Tres semanas pasaron volando, no hubo ninguna interacción entre ambos chicos, cada quien iba haciendo de las suyas sin embargo eso no evitaba que los de su equipo se encontrarán preocupados por esta situación. Una pequeña competencia amistosa, pero importante, se acercaba y ellos querían intentar calmar las cosas...

—¡Kageyama!— hablo el pecoso con una sonrisa, este se sobresalto y al notar de quien se trataba se tranquilizó —Por esa reacción supongo que no tengo que decírtelo otra vez...—

—¡No! ¡ya van cuatro de ustedes que vienen!—

—Ya...pero no es nuestra culpa que te comieras los bollos de carne de Hinata... Eran los últimos— Kageyama chasqueo la lengua y cuando quería reclamar algo fue golpeado por una mochila que apareció de la nada

—¡HIJO DE TU FRUTA MADRE!—

—¡CORRE YAMAGUCHI, CORRE!— Los del equipo empezaron a reír al ver aquella situación mientras que Tadashi solo reía nervioso mientras notaba como sus amigos se iban corriendo a anda saber donde

—Yamaguchi, vamos a ir a ver al profesor Ukai ¿nos acompañas?— hablo el albino con una dulce sonrisa, el pecoso negó con la cabeza

—¡Lo siento! necesito buscar mi libro, lo deje olvidado en el salón...— se rasco la cabeza sintiéndose algo torpe, Tanaka junto con Nishinoya gritaban y hacían cada tipo de ridiculeces mientras que Asahi los intentaba calmar pero sin éxito hasta que Daichi se harto y los calmo... A las malas, Suga y Tada solo reían. Yamaguchi se despidió de todos ellos y tomó camino rumbo hacia su salón.

Todo estaba anormalmente calmado, un sentimiento de inquietud albergaba en Yamaguchi pero aún así siguió. Al entrar a su salón no había absolutamente nadie, parecía como si el tiempo se hubiese detenido, Yamaguchi busco y busco su libro hasta encontrarlo debajo del escritorio del profesor, suspiro aliviado y algo distraído salio del salón sin mirar al frente.

El tiempo había llegado... Yamaguchi chocó con alguien y temeroso miro hacia enfrente... "No puede ser..." pensó.

Estoy tan cansada U.U
Llevo 4 noches sin dormir bien :'v
Alguien acabe con mi sufrimiento! :"v
Lo siento por publicar tarde (?)
Y gracias por las +500 leídas ;u; son mi felicidad :'D

Bajo La Luna [TsukiYama]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora