Quien diría que un pequeño juego del destino, en una de las tantas fiestas a las que hemos asistido en nuestras vidas; haya logrado cambiar nuestro futuro.
Llegaron al instituto todo estaba adornado de azul y amarillo los colores del colegio.
Este año parecía que había asistido todo el instituto. La gente estaba bastante animada, la orquesta del colegio, las porristas, los directores llenándose de orgullo y todo el alumnado y los padres de los chicos alentando el equipo.
Derek ya tenía una beca pero si quería seguir jugando fútbol en la universidad tendría que sorprender a esos señores que estaban en la primera fila esperando el comienzo del partido.
Julie iba abrazada a Josh cuando vio la cara de nervios de Derek, en el medio de campus calentado.
-Josh ve tú a guardar los lugares, yo hablo con Derek y subo -Josh asintió y dejo a la futura mamá, que desde donde estaba le chifló a Derek y este corrió hasta el costado de la cancha.
-¿Estás bien? Tú tranquilo todo va a salir bien -dijo ella acariciando su mejilla-. Estamos acá para apoyarte -puso la mano de Derek en su vientre y él abrió grande los ojos.
-¡Pateó Julie! ¡Lo sentí pateó! -dijo él emocionado.
-¿Ves? Él cree en ti, te está apoyando, te dice que patees fuerte esa pelota, olvídate de los de la universidad. Es tu último partido en el preparatoria, disfrútalo Derek -dijo alentándolo.
-Lo haré, por ti y por nuestro hijo o... hija -dijo. Se agachó para hablarle a la panza-. Estamos juntos en esto, ¿no? -besó su vientre, luego besó la mejilla de Julie y corrió a la cancha para retomar el calentamiento con una sonrisa.
Julie se dio vuelta para ir a su asiento cuando notó la mirada de alguien sobre ella.
-¡Hey, tú! -dijo Julie caminando hasta donde estaba la chica.
-¿Yo? -dijo la chica confundida.
-Sí, tú. Eres Lena, ¿no te acuerdas de mí? Soy Julie -dijo amablemente.
-Sí, claro. Te reconocí por la...
-¡Oh, sí! Por mi panza, no puedo disimularla mucho -ambas rieron-. ¿Viniste a ver a Derek ? -preguntó Julie, con una sonrisa.
-Sí... Yo... Él me invitó -dijo Lena nerviosa.
-Que bueno que viniste, se va aponer muy contento cuando te vea -Lena le sonrió-. Ven, ven a verlo con nosotros -tomó su mano.
-Yo no quiero molestar -dijo tímida.
-Tú no molestas, al contrario, Derek se va a poner feliz de verte al lado de su bebé -dijo sonriendo.
-Claro -dijo Lena mirando la gran panza de Julie, y juntas subieron hasta donde estaba los demás chicos.
Derek no era el único de su grupo de amigos que estaba en el equipo, Andy también era parte, y Sarah se moría de los nervios. Él también se la estaba jugando por una beca y si la ganaba, iba a poder ir a la universidad que quedaba cerca de la de ella, estaban de novios hace ya 5 meses y ninguno quería separarse.
Después de unos minutos el árbitro anunció el comienzo del partido. Mark, Erin, Sarah, Josh, Dana, Lena y Julie estaban sentados mirando atentamente cada jugada de los chicos. No había ningún gol, pero lo estaban haciendo muy bien, siempre que estaban cerca del arco. Algo pasaba y la pelota no llegaba a gol, pero siempre estaban cerca.
Derek constantemente daba órdenes y se pasaba la mano por su frente a causa de las gotitas de traspiración y la frustración por no anotar puntos. Julie sentía como si en su panza hubiera una revolución, será que el vínculo padre e hijo que había formado Derek con su bebé era tan fuerte, que esta su propio bebé no nacido, tenía nervios.
-¿Me puedo sentar acá? -una dulce voz la sacó de sus pensamientos y clavó los ojos en el moreno que la miraba con una dulce mirada.
-Cla-claro -dijo ella dándole una sonrisa y Miles tomó asiento.
-¿Empezaron hace mucho? -preguntó calmado.
-20 minutos -dijo ella mirando al frente. Le era difícil mirarlo a la cara, sus manos temblaban, se había levantado una fría brisa.
-Estás temblando -dijo Miles tomando su mano. Julie sintió como si nada más existiera a su alrededor, extrañaba sentir la piel de Miles contra la suya, lo extrañaba tanto. Miles se sacó su campera y se la puso sobre los hombros.
-No tenías porqué, Miles -dijo ella pasando los brazos por la campera mientras él la ayudaba.
-No quiero que te enfermes, menos en tu estado -dijo él sonriendo, Julie se perdió en su mirada, los dos se estaban mirando como si a su alrededor no existiera nada, cuando un grito de sus amigos los sacó de trance.
Andy había anotado un gol y Derek lo levantaba, festejando con los demás compañeros.
Ambos rieron a su falta de atención al partido y volvieron la vista a la cancha.
Cuando Julie no se daba cuenta, Miles ponía sus ojos en ella, se veía tierna. Estaba nerviosa, tenía sus manos sobre su panza y la acariciaba como para transmitirle paz. Tenía los ojos brillantes, Miles creía que nunca la había visto tan hermosa. Se la vía tan grande, tan segura de sí misma, tan mujer, el viento desordenaba su pelo y el vestido dejaba ver sus piernas hermosas, la panza de Julie era tan hermosa.
Eso pensaba Miles, y para él, era la chica más bonita en todo el instituto y esa panza todavía la hacía más adorable, una sonrisa se formo en sus labios, al recordar que nunca la había dejado de amar.
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¡Hola! No iba a actualizar hoy, Pero estaba en la facultad :| sin nada que hacer y dije... ¿Porqué no?.
Además ustedes también querían esté encuentro ¿verdad? Aww no son unas ternuras.
