Nueve.

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La cabeza de Miles todavía trataba de entender y de sintetizar todo la información que en menos de 5 segundos había recibido.Caminaba completamente furioso, no sabía que lo enojaba más si la noticia, el hecho de que fuera Derek o su manera de reaccionar ante los hechos. Sabía que estaba mal, pero también sabía que cualquier hombre habría reaccionado así.

Tenía la mirada de Julie en su mente, como lo miraba con esos ojos que pedían perdón, que sentían vergüenza y al mismo tiempo intentaban encontrar un poco de comprensión.

Pero por más que le doliera, él no podía comprender, No en este momento, no podía entender, tampoco podía razonar, sentía asco por Derek, sentía asco por Julie, sentía asco por ese bebé que crecía en el vientre de la que él pensaba que era su futura novia.

Tenía planeado todo, la iba a invitar al baile, quería que se postularan como rey y reina, quería hacerla la persona más feliz, la chica más deseada, quería ir de la mano con ella por los pasillos y que todos se murieran de envidia, pero todo eso ya no significaba nada, ya no tenía sentido, ya todo era un sueño tirado a la basura.

Salí del instituto. No pensé en las consecuencias ni nada, sabía que después de la paliza que le había dado a Derek se merecía hasta una expulsión y si se escapaba estaba expulsado directamente, no me importaba nada, si no volvía a ver a esos dos, mejor.

Subió a su auto y tomó la carretera, apretaba más el volante. Creía que lo rompería, tomó velocidad, sentía la adrenalina en las venas. De pronto, vi como un auto del frente le tocó la bocina, me asuste y gire hacia un costado.

Golpe el volante mientras gritaba y lloraba. ¿Algo podía doler así? Nunca había sentido tanto dolor... Era todo, la traición de su mejor amigo, la traición de la chica que amaba, el hecho de no poder tenerla, y además pensar en todo lo que pasaría ella a partir de ahora. Por más que sintiera rabia, la quería odiar y no podía, la amaba, lo sabía y eso dolía, dolía amarla, amarla tanto que ya no la podía amar más. Se bajó del auto, lo cerró y caminó a unos 100 metros, donde estaba el lago. Prendió un cigarro, aspiró una gran calada y sintió como los pulmones se le llenaban de humo, tranquilidad y alivio.

Pasó su mano por su pelo y se acostó en el pasto, mirando al cielo. Hacía dos meses, en verano, había estado en el mismo lugar con Julie y los árboles habían sido los únicos testigos de sus besos.

Lloró de vuelta. Su teléfono sonó, no quería atender sabía que era uno de los chicos y no quería escuchar a nadie, miró la pantalla. Era Mark, a él no podía atenderlo.

—¿Qué quieres? —dije en seco.

—Hola, ¿cómo estas? Sólo me preocupo por ti.

—Estoy bien si eso querías saber. Todavía no sé, si colgarme de un poste de luz, tirarme de un puente o que me pise el tren,¿Con cuál crees que me muera más rápido?.

—JA, JA, JA. No me causa gracia, ¿dónde estás?.

—No te lo voy a decir Mark. ¿Para qué? ¿Para qué vengas, los defiendas y me digas que eso fue un error? ¡No Mark, eso no tiene solución! — en la voz de Miles se podía notar cuán lastimado estaba.

—Miles, no voy a hablar esto por teléfono, pero los dos sabemos que esto no fue a propósito y a mí no me engañas, decime dónde estas, no quiero que conduzcas así —Mark tenia razón, hace unos minutos casi choca.

—Por la carretera, por la misma calle del colegio. Estoy a 100 metros del lago —dije resignado.

—Espérame ahí.

Luego de 20 minutos, el auto de Mark apareció, caminó unos metros y se encontró con su amigo tirado sobre el pasto fumando un cigarro.

—¡Tira esa cosa! —dijo tomando el cigarrillo y apagándolo.

—Eh... Era el último —contesté alterado, Mark miro los paquetes vacíos.

—Miles... Tu pulmón está pidiendo a gritos que dejes esta mierda —le dijo tirándose al lado de él. Sabía que Mark sólo lo hacía por su bien.

El viento, las copas de los árboles, moviéndose a su compás y los dos amigos tirados mirando el cielo.

—¿En qué piensas?.

—No puedo odiarla Mark , lo intento, y no puedo. Es como si algo me aferrara a ella — dije mientras una lágrima corría por mi cara.

—Tu corazón te aferra —dijo, mirando a un punto perdido en el cielo.

Otra vez el silencio, pero esta vez fueron los sollozos de Miles los que desataron el ruido.

—¿Sabes cómo fueron las cosas? Yo sé que nada de lo que te diga va a calmar el dolor ni va volver tiempo atrás, ni va a ser que Julie no sea madre —Miles negaba con la cabeza—. Pero ellos no buscaron esto.

—¡Si no lo buscaron, no hubieran tenido sexo!.

—Estaban borrachos Miles. Esa noche estábamos todos borrachos de alguna manera somos todos culpables, nadie midió sus actos esa noche, ni siquiera yo.

—Tú no embarazaste a la chica de tu mejor amigo — el dolor de Miles se sentía en cada palabra — Es obvio que se deseaban, sino no hubiera pasado nada.

—¡Miles! Julie es hermosa, lo sabes. Sabes que para todos nosotros es hermosa, y todos con un poco de alcohol en la sangre nos entra deseo. ¿Acaso nunca hiciste algo que no tenías que hacer borracho?.

—¡No dejé embarazada a nadie, Mark, por Dios! ¡Estamos hablando de un hijo! ¡Un bebé!.

—¿Qué vas hacer?.

—Comprar una tarjeta de "Feliz dulce espera", ¿Qué esperas que haga? Para mí, no existen y si tú y los chicos van a estar de su lado bien, pero no esperen que yo los apoye.

—¿La vas dejar sola? Olvídate que ese hijo es de Derek, ¿vas a dejar sola a Julie? ¿En el medio del instituto? Sabes muy bien las cosas que van a decir.

—¿Qué es una puta? Ella se lo busco, además no va a estar sola. Tiene a Derek que es el padre de su hijo y a ustedes, aparte mira si van a ofender a la estrellita del instituto, ¡vamos! Seguro que le hacen una remera del equipo de fútbol y todo -dije en tono de burla.

—No te reconozco la verdad... —dijo parándose— No defiendo a nadie, Miles, y si me pasara a mí, sé que estaría igual que vos, te pido que te olvides de todo, y sólo te acuerdes de cuanto amas a Julie — lo miré.

—Me voy a olvidar de ella Mark ,ya no existe, ya no... — dejé de hablar porque sabía que iba a llorar de vuelta.

—Suerte con eso — Mark sabía que su amigo nunca iba a lograr eso, le tendió la mano y Miles se levantó, se abrazaron. Él lo necesitaba.

—Pero prométeme algo...

—Lo que quieras.

—Cuídala, por favor. Cuídala a ella y a su bebé — dije con lágrimas en los ojos.

—Lo haré —contesto y juntos caminaron hasta el auto.

¿TeamDerek o TeamMiles?

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¿TeamDerek o TeamMiles?

Espero que les este gustando! Y si lo hace regalenme una estrellita o un comentario.

¡Besos!.

#JotaRpe.

¿Y si fue un error? | Finalizada. Where stories live. Discover now