Capítulo 4

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La vio y sonrió. Estaba completo y feliz con ella. Ella se acercó y le sonrió alegre, mostrando su verdadera yo, no la mujer que todos creen que es.

-"Te amo"- exclamó ella, entre los brazos del chico

-"Yo también"- contestó el muchacho, deseoso de besar sus labios

-"No, no podemos. Sabes que por mí te besaría en todas partes, pero recuerda que yo tengo una familia y una reputación; no puedo andar por ahí besándome con un chico al que le doblo la edad"- pronunció la chica, y el chico asintió triste

-"Tienes razón, no podemos arriesgarnos"- dijo, y ambos entraron en la casa, donde manifestaron su amor de la forma más pasional.

*****

-"¿Mamá?¿Papá?"- dijo asustada

-"No, tus papás ya no están. Ahora tendrás unos nuevos papás"- pronunció aquel hombre, de dentadura metálica que resplandecía en la oscuridad

-"Pero yo quiero ir con papá"- pataleó ella

-"Lo siento"- dijo el hombre, y al instante se despertó de golpe

Llevaba días soñando lo mismo. Una niña pequeña, de unos dos años como mucho, perdida por una mansión que buscaba a sus padre. Y entonces aparece un hombre y se la lleva. Y todo desde que llegaron al pueblo.

Bueno, técnicamente no solo sueña con eso, sus sueños van alternando entre ese horrible sueño, y los ojos de Benjamin. Nunca le había pasado esto, por lo que se sentía bastante extraña, pero en su defensa diría que los ojos del chico tienen un color especial, envolvente, tranquilizante, son...mágicos.

Sonrió ante esa idea, y se alistó para ir al instituto.

*****

-"Señorita Van Kurt"- la llamó el profesor de matemáticas, odioso a su parecer

-"¿Qué quiere?"

-"Eh, quería decirle su nota en el exámen, pero debería esperar al señorito Collingwood"

-"Claro"- esperaron unos minutos, y Benjamin apareció por la puerta

-"¿Me había llamado?"- preguntó, y el profesor asintió acomodando sus gafas

-"Si. Quería informarles de que la nota de la señorita Van Kurt es un nueve y medio, pero que aún así va a seguir requiriendo de sus clases particulares"- anunció el hombre

-"Pero profesor, ¿No cree que con un nueve y medio ya no necesita clases?"- preguntó Benjamin confuso, Anabelle lo miró triste. Eso lo desconcertó más

-"Ammms...si, pero la señora Van Kurt lo ha querido así. Aunque si usted tiene algún inconveniente podemos asignarle otro profesor"- murmuró incómodo

Benjamin enseguida rechazó la oferta, aunque debía haberla aceptado, sabía que no podía alejarse de Anabelle. Él la necesitaba para poder pensar en algo que no fuera su desastrosa familia, o su mal estilo de vida. Sin duda, Anabelle le había calado hondo.

-"No, no, yo puedo seguir dándole clases, sólo que es extraño que la madre pida eso, es cómo quitarle tiempo a su hija..."- dijo, y comprendió un poco la mirada triste que le otorgó Anabelle anteriormente

El profesor le miró duramente, y se sintió un tonto por preguntar, ya que seguramente que él pensara eso y que encima fuera verdad heriría a Anabelle; y no se dio verdadera cuenta de ello hasta que vio una lágrima descender por su mejilla. Lo notó como un fuerte golpe en el pecho, en el corazón.

Se acercó instintivamente, y ante la incrédula mirada del profesor, la estrechó entre sus brazos mientras le acariciaba el cabello tranquilizadoramente.

Ella se aferró a él y lo abrazó haciendo el abrazo más intenso, y eso a él le supo como la gloria.

Ella se tranquilizó al rato, y se separó avergonzada. Benjamin le dedicó su sonrisa de marca registrada; el levantamiento tembloroso de las comisuras de sus labios. Y ella se derritió completamente.

N/A: INTENTARÉ HACER UN MARATÓN CON VARIOS CAPÍTULOS MÁS ADELANTE

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⏰ Last updated: Apr 27, 2014 ⏰

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