Capítulo 34: Verdades

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Caminó entre la gente, perdiéndose entre la multitud de los que se habían reunido para disfrutar del festival. Algunos copos de nieve empezaron a caer a medida que Naruto se alejaba de allí. Quería llegar a su hotel, estar con su hijo y relajarse, olvidarse por un momento de todos los problemas, estar únicamente él con sus pensamientos. Quizá Sasuke no podía imaginarse nada de todo aquello, pero para Naruto, Neji había revuelto en un turbio pasado del cual trataba de huir.

Cuando consiguió llegar al hotel y entraba por el hall, escuchó a su espalda la voz profunda de Sasuke llamándole. Al parecer había llegado antes que él y le esperaba en el hall. Aquello le sorprendió, no esperaba tener que cruzárselo una vez más. Aprovechó a quitarse la bufanda mientras esperaba a que el moreno llegase hasta él.

- ¿Podemos hablar? – preguntó Sasuke.

Naruto miró al ascensor. Quería descansar, irse con su hijo a la habitación pero también era cierto que en algún momento debería contar la verdad de todo aquello. Quizá era mejor quitarse ese peso cuanto antes y acabar con todo.

- ¿Te apetece un té? – preguntó Naruto mirando la cafetería del hotel.

Sasuke sonrió y le indicó con la mano que pasase delante de él. Naruto se quitó la chaqueta y al llegar al bar, la dejó bien colocada tras su silla mientras Sasuke pedía un par de tazas de té para entrar en algo de calor en esa fría noche. Se sentaron frente a la gran cristalera y mientras Naruto miraba a la gente y las parejas pasear bien abrigadas entre los copos de nieve que caían, Sasuke traía las tazas y se sentaba frente a él.

Naruto cambió la visión a su humeante taza. Estaba caliente y enseguida puso las manos rodeando la taza para entrar en calor. Sasuke le observaba. Parecía tan calmado pese a la situación que había vivido momentos antes. Aun así, sabía el esfuerzo que hacía aquel chico hiperactivo para mantenerse tranquilo.

- Ya te conté lo de mis padres – dijo Naruto mirando nuevamente por la ventana.

- Lo del accidente, sí, lo recuerdo – comentó Sasuke.

- Mis abuelos vivían allí en Hokkaido. Habíamos ido a verles y de paso mirar yo la universidad. El día del accidente... todo mi mundo se derrumbó. Fueron mis abuelos quienes me dieron la noticia de que mi madre había fallecido y mi padre estaba grave en el hospital. Cuando ellos se fueron al hospital me llevaron con ellos pero... supongo que no aguanté la presión. Tenía diecisiete años y se suponía que debía estar feliz porque iba a ingresar a la universidad, pero estaba en una sala de hospital recibiendo la noticia de que no volvería a ver a mi madre y que era posible que tampoco a mi padre – Naruto sonrió un segundo algo frustrado – supongo que esos son los casos donde cometes las locuras de las que luego te arrepientes. Me fui a un bar, mentí sobre mi edad, me colé con un carné falso y me emborraché, no quería saber nada de la vida durante unas horas. Era la primera vez que bebía.

- Pero no has vuelto a beber.

- No – sonrió Naruto – ya tuve bastante con aquella vez, créeme. Me emborraché demasiado – dijo Naruto al final –al día siguiente estaba en casa de mis abuelos y a las pocas semanas, sacaron a mi padre del hospital así que volvimos a casa. Yo renuncié a la universidad por cuidarle, me necesitaba más que nunca, no era capaz de levantar cabeza después de lo de mi madre.

- ¿Y Kaito? – preguntó Sasuke observando el brillo que subía a los ojos de Naruto.

- Él... vino poco después de eso. Fue la decisión más dura y complicada que he tomado hasta el momento en mi vida, pero no me arrepiento. Él lo es todo para mí, es mi hijo, yo lo llevé durante nueve meses dentro, ya lo quería desde que me enteré que venía. Por un momento pensé que quizá era mejor abortar, no sabía nada de su padre, seguramente no volvería a saber de él, me iba a tocar cuidarlo solo y eso me asustaba. Pero... no pude. Después de perder a mi madre no era capaz de deshacerme de otra vida, casi sentí como si la vida me diera algo a cambio de mi madre, sentía que era importante que viniera, que mitigaría nuestro dolor. Es el ojito derecho de mi padre – sonrió Naruto – su esperanza de vivir, le da alegría y a mí también. Llegó en el peor momento pero es lo mejor de mi vida.

El último partido (Naruto, Sasu-Naru) Where stories live. Discover now