Snapchat [YoonSeok] PAUSADO.

Día 12-Taehyung

La universidad y las clases de saxofón habían consumido prácticamente todo su tiempo. Solo salía de casa para comprar comida instantánea y bebidas energéticas que, a pesar de que no provocan ningún tipo de efecto en su cuerpo, le gustaba beberse tras una sesión intensa de estudio.

Pero ese día, cuando el reloj marcó las seis en punto y su mente se negaba a archivar más información sobre la geometría descriptiva, agarró su abrigo de lana y sin pensarlo se encaminó hacia Sweet Coffee.

Taehyung entró en la cafetería justo cuando la lluvia empezaba a caer con mayor fuerza sobre la ciudad. El ambiente acogedor del lugar le llegó como un soplo de aire cálido y por primera vez en días suspiró con tranquilidad.

Los labios gruesos de Jin se curvaron en una sonrisa cuando se sentó en el mostrador.

-No pensaba que vendrías.

Taehyung percibió un deje de felicidad en su voz, no supo si porque le hacía ilusión volver a verle o porque había pocos clientes y podía tomarse un respiro.

-Yo tampoco, pero sentía que los apuntes me estaban poseyendo y que mi cabeza haría boom y entonces me moriría y… ¿Me pones un batido? De fresa.

Jin asintió y empezó a preparar la mezcla de leche y fruta, aún desconcertado y algo preocupado por las palabras del menor. Entonces, recordó la conversación que mantuvieron una semana atrás.

-¿Qué era aquello que querías comentarme sobre Yoongi?

Taehyung le miró a través de las pestañas, su ceño denotando confusión, y su boca se abrió en un gesto de sorpresa cuando por fin recordó.

-¿No has notado a Yoongi hyung diferente? ¿Más feliz?

El dueño de la cafetería desvió la mirada, pensativo.

-Bueno, ahora que lo dices, sonríe más.

-Exacto. ¿Y sabes por qué? Porque está enamorado.

Jin no pudo evitar estallar en risas, cubriéndose rápidamente la boca con la mano al sentirse avergonzado.

-No seas ridículo, ¿de quién va a estar enamorado?

-De Hoseok, el amigo de Jimin.

La seguridad con la que lo dijo hizo que todo rastro de risa desapareciera.

-Eres tan exagerado... seguro que solo le cae bien, nada más.

-Tengo pruebas.

Jin agarró un trapo que descansaba sobre la encimera y empezó a secar cubiertos y platos, indicando a Taehyung con un movimiento de cabeza que empezara a hablar.

-Te diré todo lo que sé; han hecho videollamada, se pasan selcas y Yoongi le envió un snapchat rapeando.

Los tenedores y cucharillas aún mojados quedaron en el olvido.

-Bueno, puede que le guste un poquito.

El estudiante de arquitectura dio un sorbo de su bebida, elevando las cejas en un gesto que decía te lo dije, hyung.

-¿Y por qué no se conocen en persona?

-Porque Hoseok vive en Los Ángeles y ya sabes, está lejos, pero no te preocupes, hablé con Jimin sobre esto y tenemos un plan.

Jin entrecerró los ojos con desconfianza.

-Jimin y tú un plan.

Taehyung murmuró un sí, qué pasa, intentando hacerse el ofendido a la par que apretujaba la pajita entre su dedo índice y el pulgar.

-Nada, cuéntame vuestro maravilloso plan.

El menor emitió un sonido de emoción y alegría y se lamió el labio inferior, ansioso.

-Se acerca navidad. Tú estarás con tu familia, yo iré a visitar a mis abuelos y Yoongi hyung se quedará solo y triste, a no ser… Que le preparemos un viaje sorpresa a L.A..

Jin abultó los labios y parpadeó.

-No es una mala idea, ¿pero cómo pensáis hacerlo? Yoongi no es estúpido y se dará cuenta.

Opinó, mientras se acercaba a la caja registradora y le cobraba la cuenta a un cliente. Agradeció que el lugar estuviera casi vacío porque de lo contrario no podría conversar ni tres segundos.

-O no. Jungkook irá a visitar a Jimin, él puede ayudarnos con el billete y lo demás. Luego tenemos que prepararle la maleta sin que se dé cuenta, y por último encontrar una excusa que nos permita llevarle hacia el aeropuerto. Lo tengo todo controlado.

Jin se posicionó de nuevo frente a Taehyung, con las manos en la cadera y muchas dudas en la cabeza.

-¿Cómo vamos a prepararle la maleta sin que se dé cuenta? ¿Qué excusa te vas a inventar? Y por Dios, ni siquiera conoce a Jungkook.

-Tú tienes una copia de sus llaves, con ellas podemos entrar en su casa y prepararla. La excusa… tengo que trabajar en ella, y Jungkook pues un nuevo amigo, ¿no es todo perfecto?

Sí, claro, en la mente de Taehyung todo siempre era estupendo y de color rosa, pero Jin siempre se había considerado más realista que él y no confiaba cien por cien en que las cosas fueran a funcionar. Y quizá, se sentía un poco decepcionado y afligido porque Yoongi nunca le había hablado de ese tal Hosok o Hoseok.

-Bueno-suspiró, volviendo a la tarea de secar la humedad de los cubiertos-, aún tenemos tiempo para planearlo todo y mejor. ¿Ya te marchas?

Taehyung asintió, abrigándose de nuevo con la chaqueta de lana y dejando dinero sobre la superficie de cristal, el cual Jin se vio obligado a aceptar.

-Jin hyung, no le digas nada a Yoongi sobre lo que hemos hablado hoy. Si se entera de que sé su contraseña y le cotilleo el móvil me hará puré.

Asintió, prometiendo tener la boca cerrada y se despidió de Taehyung, quien abandonó la cafetería pensando en los apuntes que le esperaban al llegar a casa.