5. Un domingo peculiar

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Me desperté a las 5 de la mañana porque algo golpeaba mi ventana. ¿En serio? ¿Es que la gente no duerme? 

Con una notoria irritabilidad en el rostro me asomé a ver quien lanzaba piedras con tanta insistencia, y para mi sorpresa era Anabelle. Abrí la ventana y el frío de la calle me golpeó de lleno.

- ¿Qué diablos haces tú aquí a esta hora?

- Por favor Castiel, es urgente, déjame entrar a tu casa.

- ¿No podías esperar a intentar violarme en el insti?

- Vamos idiota, no estoy de bromas.

Fruncía el ceño con una expresión de preocupación. ¿Qué habrá pasado? Me puse una camiseta primero, pues solo tenia un pantalón de pijama blanco puesto. Le hice señas para que subiera, y le abrí la puerta. Como educada que es, entró empujándome a un lado y tirando una mochila que traía en el piso mientras se recostaba en el sofá.

- Entonces... ¿Vas a explicarme porqué me despiertas a las 5 de la mañana e invades mi casa?

Me miró en silencio unos minutos, con completa seriedad.

- ¿Aceptarías como respuesta que no puedo decírtelo?

- No.

- ¿Podrías por lo menos sentarte y que esto no parezca un interrogatorio para un criminal?

- A veces creo que lo eres -dije mientras me sentaba a su lado en el sofá.

- Mira Castiel, lo único que puedo decirte, es que necesitaba esconderme. Digamos que... por mi protección, debo alejarme de alguien que me busca, y aquí no me encontrará.

- Sabes, estoy dudando en si llamar o no a la policía.

- ¡No! Castiel no, por favor. Te lo ruego.

Su preocupación en el rostro me asustó. Recordé al encapuchado con el que estaba la otra noche. ¿Qué es lo que ella habrá hecho para estar en líos tan extraños? No me gustaría terminar siendo cómplice de una criminal o algo así. Pero, ella me mira con esos ojos brillantes, con el ceño fruncido que por alguna razón la hace ver tierna, y no puedo decirle que no.

- Bien, bien. Pero, ya que estás en mi casa, acatas mis reglas. No toques mi habitación, no toques los nachos de la cocina, y... cuidado con el perro -sonreí con burla.

- Sobreviviré.

- Ahora si me disculpas, voy a dormir otra vez.

- Si, si. Shu shu, fuera de aquí -me sacó la lengua, y su preocupación pareció quedar olvidada.

Me acurruqué entre las sabanas de mi cama, y cerré los ojos. El sueño me llegó de inmediato, con lo tarde que me acosté anoche, aun estaba muy cansado.


...


Desperté y vi la hora en el despertador. 10:00 am, amo los fines de semana. 

Tuve un sueño bastante extraño hoy... demasiado extraño. Bueno, no importa. Me estiré un poco, cuando oí un leve ruido. Me quedé quieto, escuchando con atención, parecía venir de la cocina.

Salí de la habitación y un olor a panqueques inundó el lugar. Espera... eso quiere decir... Rayos, no era un sueño.

Anabelle se encontraba en la cocina, preparando el último panqueque de una pila que tenía en un plato, con el cabello ahora negro, recogido en un moño descuidado.

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⏰ Last updated: Aug 31, 2016 ⏰

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Vidas oscuras (Castiel CDM)Where stories live. Discover now