- Creo que te llaman Christian,- dice.

- Ana no hagas caso solo sigue...- esta vez no tengo suerte. Ana se voltea y aunque Taylor le pide que apure el paso no le hace caso "como si fuera algo nuevo", hago lo mismo que ella y veo a Susana a una distancia considerable de nosotros y Sawyer la retiene. Miro a Susana de manera dura y amenazante, se zafa de los brazos de Sawyer y cae de rodillas en el piso con la cabeza abajo. Anastasia me mira confundida y asustada.

- Christian que pasa? Por que esta así? Pidele que se pare.- susurra, miro a todos lados y por suerte el estacionamiento esta vacío.

- Susana ponte de pie,- ordeno con voz dura. Anastasia se suelta de mi agarre y me mira con miedo.- Ve a la casa con Taylor. Voy hablar con ella y te alcanzó.

- Yo... no quiero dejarte,- susurra asustada,- Puedo esperar en...

- No. Ve a la casa con Taylor,- vuelvo a decir.

- Señorita Steele por favor vamos,- le dice y la agarra por el antebrazo, ella me mira pero en este momento solo miro a Susana.

- Christian,- susurra,- Te Amo,- suena derrotada, se da la vuelta y empieza a caminar hacia el auto, me doy la vuelta y nuestras miradas se juntan cuando entra al auto. Cuando veo que el auto empieza a alejarse y se que estan seguras. Enfrento a Susana que por alguna razón sonríe.

- Ahora tu y yo vamos hablar...

Le pedí a Sawyer que llevara a Susana a su apartamento en su auto y yo los segui en el Audi, mientras lo hacia le marque a Taylor para saber como estaba Ana. Me dijo que desde que llegaron a la casa y ella fue directo a la habitación, lo que mas me solo fue que estaba llorando. Eso no lo soporto. Me duele el alma que ella este así por mi culpa. Sabia que algún día tendría que contarle sobre mi pasado pero estaba retrasandolo lo mas posible.

Miro al mujer que esta sentada frente a mi, tiene la cabeza abajo y su respiración es agitada.

- Que pensabas que hacías comportándote de es forma Susana?- especto molesto y a punto de estallar. Golpeo la mesa con fuerza y ella salta del susto.- Nuestro contrato término y tenias terninante prohido acercarte a mi.

- No fue premeditado. Lo vi cuando iba saliendo del hospital y me dio curiosidad verlo andar de la mano con una mujer,- se explica.

- Pero no debiste hacerlo.- grito y me pongo de pie,- Eso que hiciste esta mal muy mal Susana.

- Si Amo. Yo se que esta mal. Se que merezco un castigo y estoy dispuesta aceptarlo.- se pone de pie y se pone en posicion sumisa frente a mi.- Castigueme Amo. Castigueme por favor,- súplica con voz sexy. La miro por unos segundos remontandome aquel tiempo donde disfrutaba azotando y follando a mujeres castañas en mi sala de juego hasta hacerlas perder el sentido. Nada de eso me llenaba, siempre sentí que me faltaba algo, ese vacío se hacia mas grande cada dia, pero todo cambio cuando conocí a ese hermosa castaña de ojos azules, fue como un hechizo. Ella me hizo ver el mundo de una manera diferente y ver que si puedo amar y ser amado.- Amo,- me llama y ese apelativo me molesta. No se como ni cuando lo hizo pero sus manos me extienden un cinturon,- Azoteme.

- No Susana. Yo ya no pertenezco a ese mundo.

- Ella lo cambio, la embarazo y me dejo. Le dio a ella todo lo que me negó a mi.

- Ese no es tu problema.- le digo y me fulmina con la mirada,- Ahora recoge todo lo que tienes en este apartamento, Sawyer te va llevar a Sea Tac y no quiero volver a saber mas de ti. Entendido?- preguntó con voz dura.

- Entendido...

Deja indicaciones claras a Sawyer, una maleta, aeropuerto y montar la en un avión. Asegurandose de recordarle que ya violo el contrato de confidencialidad y si no quiere un proceso legal, lo mejor que puede hacer es irse. Ahora lo que me preocupa es Ana, como voy a explicarle todo esto sin que esto afecte su salud emocional, no quiero que por mas malditas sombras a ella o la bebe le falte algo eso no me lo perdonaria. Llega al Escala en tiempo record y voy directo a mi habitación. Abro la puerta despacio y la veo sentada dandome la espalda y su mirada esta fija en la ventana. Camino despacio hacia ella pero su voz me detien.

- Eres un dominante Christian?- pregunta con voz raspoza y débil. Siento como retumban los latidos de mi corazón en mi pecho.

- Era un dominante,- contesto. Espero por unos segundos que parecen siglos una respuesta. Se da la vuelta y puedo ver sus ojos rojos y sus mejillas humedas.

- Eras?- pregunta confundida y sobre su nariz. Yo asiento y me acerco a ella. Limpio sus lágrimas y la siento estremecer.

- Después que te conocí todo eso quedo en el pasado.- me siento a su lado en la cama y agarro sus manos las cuales estan frías. La llevo a mis labios y las beso con ternura,- Me permites contarte una historia?.- ella asiente.

Suspiro fuerte y miro a la mujer que esta mi lado a la espera de una respuesta. Se que tengo que hacerlo pero ahora el miedo se apoderado de mi. Y su cuando sepa toda la verdad, me aleja? Se descubre el monstruo que soy? Siento sus manos acariciar las mías y junto nuestras miradas. Acaricia mi mejilla y yo recargo mi rostro en ella para disfrutar ya que puede ser el último.

- Sea lo que sea yo voy a estar aquí. No me voy a ir,- susurra. Abro mis ojos y ella sonrie sin que le llegue a los ojos. Algo le preocupa y no se que es?

- Tengo miedo que mis sombras las alejen de mi,- digo con voz entre cortada.- Yo...

- Te Amo Christian,- susurra,- Pero esto es algo que debemos hablar,- yo asiento y ella se acomoda en el respaldo de la cama. Me pongo frente a ella y acaricio sus manos. Sus mirada me insta hablar y por el bien de nuestro amor empiezo hablar.

- Mi niñez fue difícil. Mi madre era una prostituta que vendía su cuerpo para drograrse. Pasaba dias sin comer, su proxeneta me insultaba, nos golpeaba, apagaba sus cigarros en mi cuerpo,- un jadeo escapa de sus boca y veo como su hermoso rostro se llena de lágrimas las cuales limpio con ternura y pro sigo hablando,- Ella murió de una sobredosis cuando yo tenía cuatro años, dure cuatro dias con su cuerpo sin vida comiendo solo guisantes congelados.

- Por Dios...- solloza.

- Pero cuando me sacaron de ese hogar y me llevaron al hospital encontré a mi Ángel de la guarda. Ella me curo, se preocupo por mi y me adopto.

- Grace,- susurra y yo asiento.

- Los Grey me dieron un hogar, una familia. Cuando llegue a la casa ya Elliot estaba y Mía llego meses después haciendo que mi vida cambiara, por ella empecé a hablar, a reír, a compartir con mi familia. Todo fue mas o menos bien hasta que llego la adolescencia empecé a meterme en problemas en el colegio y fui expulsado de varios. Cuando tenia 15 años mi madre cansada de todos mis desplantes me mando a casa de una amiga a trabajar ya que estaban haciendo una remodelacion y ahí comenzó todo. Ella me introdujo a ese mundo. Era mi ama y yo su sumiso. Me enseño a tomar el control de las cosas, de mi vida a no dejar que la ira se apoderada de mi y que mejor que desahogandome sexualmente. Cuando tuve edad suficiente pase a ser Dominante. Buscaba mujeres con los mismos rasgos físicos que mi madre biológica, castañas, piel pálida,- eso la sorprende,- Las hacia mis sumisas, las azotaba pensando que se lo hacia ella por haber permitido que me pasara todo eso siendo apenas un niño,- suspiro pero ella no dice nada,- Luego las follaba hasta la inconsciencia.- ella no dice nada y veo en su mirada una lucha interna. Que estará pasando por esa cabecita?.

- Quieres que yo sea tu sumisa?- susurra asustada.- Por eso...- pongo mi dedo índice en su boca y la hago callar.

- Nunca he pensado en ti como tal. Tu llegaste a mi vida para darle sentido a mi existencia, para demostrarme que el verdadero amor existe que merece la pena amar y ser amado. Te quiero como mi compañera de vida. Mi mujer. La madre de mis hijos,- acaricio su vientre,- Quiero todo pero que sea junto a ti.

- Christian,- susurra y sus mejillas se llenan de lagrimas, me acerco a ella y la beso con ternura. Saboreo sus lágrimas en sus dulces labios y sus manos en mi cuello me pegan mas a sus labios mientras nuestras lenguas bailan una danza erótica.

- Dejame ser todo lo que necesitas,- susurro en sus labios mientras intento llenar mis pulmones de aire.

- Ya lo eres Christian. Te Amo,- la vuelvo a besar ahora con mas intensidad, con pasion y deseo. El beso se hace mas exigente y me acomodo entre sus piernas y recargo mi peso en mis brazos. Muerdo su labio inferior y un exitante gemido se escapa de su garganta. Estoy duro como una roca y solo ella puede ayudarme, no vamos hacer el amor pero voy a besar y acariciar cada parte de su cuerpo hasta hacer que grite mi nombre y yo el de ella...

El SucesorWhere stories live. Discover now