Capítulo 1

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- Entonces hermanos no tienen que preocuparse por las criaturas sobrenaturales porque existe nuestro salvador que es Dios, quien nos ama por lo tanto nos protege, creamos en la palabra del señor, amén, pueden retirarse...

Todo el pueblo se levanta de sus asientos para retornar a sus hogares,  para asegurar sus puertas y tener fe en que todo va a salir bien, ya que siempre confían en mi padre, mas bien en Dios, pero mi padre como todo buen sacerdote inculca a todos a creer y sentir en sus vidas a Dios para librarse de cualquier peligro. Todas las tardes mi padre da su charla y consejos sobre que hacer en luna llena ya que es ahí cuando los lobos atacan al pueblo. Mañana será ese día, el día de luna llena, y como hija del sacerdote debo estar pendiente de que todo salga como se planea, se deben colocar las ofrendas, los refugios de niños y mujeres deben estar listos y por último la iglesia debe estar iluminada con velas.

Iba caminando por el bosque a recoger algunas flores, para ser precisa las favoritas de mi pequeña hermana Valery ya que está enferma y quiero verla feliz. Estaba distraída pensando en todos los preparativos de la noche hasta que un crujido llamó mi atención, parecía que el ruido venía de las ramas. El sonido no cesaba por lo que decidí buscar el causante del ruido. Di unos cuantos pasos cautelosa, el sonido era más fuerte aún, respiré profundamente para luego observar tras el árbol que estaba al frente, solté un grito muy agudo al sentir que alguien me tapaba los ojos y la boca, comencé a patalear con todas mis fuerzas, pero me soltaban, hasta que escuche una risa conocida y sin más suspiré aliviada.

-Elizabeth, pequeña tontuela ¿Por qué tan sola tan bella dama?- me dijo Math colocando sus brazos atrás como si fuese un señor muy educado, si supiera que no me causa mucha gracia, aún trataba de controlar mis respiración. 

- Math eres un idiota,  ¡Me asustaste animal! - grité lanzándole una de las flores que había recogido con tanto esfuerzo para mi hermana.

- Esa boca Eli, ese vocabulario no debería existir en un boquita tan pura como la tuya- exclamó haciéndose el ofendido.

-Perdón Math lo se, no lo volveré a hacer, solo que me asusté mucho- dije agachando la cabeza

-Oh vamos Eli deja de ser la niña perfecta, eres tan dulce y tierna que parece mentira, no te disculpes, me gusta que algo malo salga de tu boca- dijo Math riendo un poco al final y dándome empujoncitos con su codo.

- Cállate Math, mejor ayúdame a llevarle estas flores a Valery ¿De acuerdo? - dije alzando una ceja.

- Como ordenes tontuela- dijo riendo

Solo torcí los ojos por su comentario y seguí recolectando las flores con la ayuda de mi mejor amigo. 

- Oye Elizabeth... mírame, ¿te gusta mi peinado?- regresé a ver a Math y me encontré con su cabello adornado con un montón de flores.

- Math se supone que me estás ayudando, solo me das más trabajo.- traté de sonar dura pero no pude evitar reírme por lo que hizo. Math es muy... ocurrido? si esa es la palabra ocurrido, bueno pues es mi mejor amigo desde que tengo memoria, hacemos todo juntos, es como un hermano para mi, lo quiero demasiado a decir verdad, tenemos la misma edad, él es el mayor claro y en unos meses cumpliremos 19 y eso me pone muy feliz, a Mathi siempre lo he visto con ojos de amiga pero eso si es muy guapo, alto con sus ojos verdes, su cabello negro y etc. como decía es guapo es un muy guapo leñador y gracias a eso tiene unos brazos fortachones, no puedo negarlo, mi mejor amigo es muy atractivo.

- En que tanto piensas eh?- pregunta mi mejor amigo dándome un codazo

- Auch - este chico me las pagará, esta muy grosero. - En como me pude hacer mejor amiga de alguien como tú- le dije sacando una sonrisilla y con cara de asco.

- ¿Y como no ibas a serlo? si soy el mejor. - dijo el muy arrogante abriendo la puerta de mi casa, tan distraída estuve que ni cuenta me di que ya habíamos llegado.

Rodé los ojos, como siempre cuando ya no se que responder a sus comentarios.

-¿Mamá?- grité entrando a la sala - ¿Maaa?- nadie respondía.

- ¿Valery?¿ Valeeee???- grite canturreando la última letra.

- Estoy en mi cuarto Eli- gritó

Fui hasta su cuarto con las flores en mano y con Math siguiéndome, toqué delicadamente la puerta, un toc, dos toc.

-Adelante- escuché decir bajito a mi hermana

-Hola hermosa, mira lo que te traje.- dije mostrándole las flores

- ¡Vayaaa! están preciosas, ¡gracias! , creí que ya se habían extinguido estas flores, ¿Dónde las encontraste?- me dijo la pequeña de diez años muy emocionada.

- Es un secreto pequeña.- dije guiñándole un ojo

- Bueno las gracias son para mi cuñadita yo las conseguí,  mientras Eli se pasaba de floja- dijo el payaso de Math, siempre molestando con eso, a Vale siempre le dice que somos novios y la inocente se cree, pero lo dejo pasar.

- Calla, eso no es verdad- dije riendo un poco. -Bueno peque te dejo descansar mañana es luna llena y debemos estar con energía si?- le dije dándole un beso en la frente.

- Si Eli.- dijo mi pequeña hermana cerrando sus ojitos.

********
-Despídete - me ordenan tomándome muy fuerte del cabello.

- ¿QUÉ? ¡NO!- digo llorando a mares.

- No tienes opción,  pero si no quieres despedirte es tu problema preciosa.- dice el sujeto que no logro ver su cara.

El tipo alza una daga de plata e iba directo al corazón del chico que estaba en el piso, me frustraba mucho el no poder ver su rostro, la mano del sujeto iba firme y rápido hacia su pecho  y...

-bip bip bip bip bip

Por amor a Dios otra vez ese sueño durante un año, siempre es el mismo sueño no cambia absolutamente nada y siempre me quedo sin saber que pasa después, me quedo con la intriga y la desesperación del momento, ese sueño se ha vuelto algo tan importante para mí, se siente como algo real pero todavía inexplicable.

Apagué de una vez por todas la alarma, me levanté de la cama para comenzar mi día primero escogí mi ropa. una blusa manga larga al cuerpo, y una falda larga también, con mis sandalias cafés, ¿muy monja? tal vez pero como hija del sacerdote debo vestir así, sin mostrar mi cuerpo. Me duché lo más rápido que pude, me cambié y corrí hasta la cocina para ver a mi madre Susan sirviéndome el desayuno.

-Hola mamá estoy de apuro, papá me está esperando en la iglesia para preparar todo para esta noche,  al regreso como ¿esta bien?- le digo dándole un abrazo

- Esta bien cielo, cuídate mucho.- dijo devolviendo mi abrazo

Salí de casa lo más pronto posible y fui directo a la iglesia, al llegar vi a mi padre hablando con unas personas del pueblo para lo de hoy, cuando sintió que llegué se dio media vuelta para recibirme con un fuerte abrazo de oso.

- Llegó el día hija...- dijo serio

- Así es papa, así es... - dije igual de seria que mi padre.

Llegó la luna llena, llegó otro día para protegernos de la oscuridad, de la maldad, de la furia de los...

LOBOS

Eres mía mujer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora