capitulo VI

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Había comenzado a tramar una excusa para poder faltar a clases desde que llego el día anterior. Luego de aguantar el tormento de su madre al hablarle de su amiga nueva y de hacerle tragar diez tipos diferentes de remedios caseros para la jaqueca, excusa que dio a su padre cuando la retiró del instituto , vale destacar que todos eran horribles uno peor al anterior.
Mei se encontraba frente al espejo intentando acomodar sus rizos  que por algún motivo no querían colaborar, no sentía ni el mas mínimo interés en asistir a clases, pero sabia que excusarse con algún tipo de enfermedad no resultaría y no valía la pena volver a probar los mejunjes curativos de su madre. Bufo y decidió dejar que su cabello fuera libre solo por esa vez, tomo su bolso y bajo a desayunar, encontró a su madre haciendo zumo de naranjas y su padre leyendo el periódico

- Buenos dias- saludo sonriendo- papá me llevaras esta mañana a clases?- su padre levanto la vista y le dedico una mirada de compasión
- tendrás que ir con tu hermano, tengo una reunión en unas horas y debo prepararme- genial justo lo que necesitaba viajar con Bairon.
- Mei cariño tu hermano te dijo que el hijo de los vecinos jugara fútbol en el equipo. Al parecer era capitán del equipo de su antigua escuela -

- mamá no me interesa- corto la joven con un tono ostil

- jovencita deberías ser mas considerada. Tu hermano me contó que fuiste muy poco amistosa con el nuevo vecino. No te he dicho ya muchas veces que nadie jam-

- basta mamá. Tengo buenas razones para ser descortés pero por lo visto a ti solo te importa lo que mi hermano diga- su madre la miro estupefacta y su padre solo logro dejar escapar un <<Mey>> lleno de notable sorpresa- me iré en autobús no pienso viajar con Bairon- dio media vuelta y salio azotando la puerta.
Los días se volvían cada vez mas calidos , no seria la primera vez que tomaría el autobus , lo único malo era que debia salir del complejo en el que vivía. Todas las casas eran igual de ostentosas que la suya, grandes y con mucho espacio pero no lo suficiente para ser mansiones, su padre tenia diferentes franquicias de primeras marcas, todas ellas dedicadas a la gastronomía , ya sean comida rápida ,helado, cafés y bistros. Mei amaba comer en los locales de comidas sobre todos en los kfc o en los pizza huts. Su hermano se reía de su manera de comer de allí el apodo de bestia; la joven fruncio el ceño  no entendía el afán de su hermano con el nuevo vecino; lógicamente no sabia que había paso entre ellos pero, contarle a su madre que había sido grosera era demasiado. Estaba a punto de salir del complejo cuando vio que un perro se dirigía a ella corriendo con la lengua afuera, era enorme un gigantesco y peludo labrador negro, la joven se paralizo y cerro los ojos

-Thor no!- escuchó antes de caer de lleno al césped recién regado que lindaba con la acera.
Todo lo que sentía era el aliento caliente de aquel perro y el enorme peso de sus patas sobre su estomago, no lo toco por miedo a ser mordida.

- Thor; eres un mal perro. Malo- escucho decir a una voz masculina al tiempo que timoneaba del perro para sacarlo de encima. Abrió los ojos y vio allí parado al lado de ella a Crhistian con una gran sonrisa en su rostro, era una sonrisa burlona pero cargada de sinceridad- te encuentras bien?-

- tendrías que atar esa bestia podría matar a alguien- escupió con cólera

- a Thor?, jamas es un buen chico además aun es cachorro- le tendió la mano y ella lo miro desconfiada- vale Mei no te haré nada- el joven volvió a sonreír y ella tomo su mano para incorporarse.

- gracias- dijo y volteo para seguir su camino

-Mei- la joven volteo con sus ojos como platos, Christian se percato de esos hermosos ojos miel, los volvía a ver otra vez pero ahora cargados de ira

- que quieres Christian?- dijo casi gritando volcando toda su ira en esas palabras. El solo sonrió y señalo su uniforme

- no pensaras ir al instituto con tu uniforme así no?-
Mei lo miro sorprendida, bajo la vista y tenía dos grandes pies caninos en su camisa impecablemente blanca volteo y vio la parte de atrás verde y marrón ; recordó que había caído al césped.

- maldición- levanto la vista y vio la mirada del joven cargada de humor- y tu que me ves? Por culpa de eso estoy así- dijo señalando al perro que corría persiguiendo una mariposa a metros de ellos, su mirada se suavizó le pareció tan tierno era lógico que solo buscaba jugar con ella. Volvió a mirar a Christian que seguía viéndola risueño- no le veo el chiste-

-Mei de verdad lo siento mucho, el solo quería jugar- ella miro al joven y luego al cachorro que mas daba, ya no necesita excusas para no verlo hoy.

- si lo que sea, debo ir a cambiarme- dijo caminando en dirección a su casa.

- nosotros podemos acompañarte también debo cambiarme- Mei lo miro, no se había dado cuenta de que estaba sudado, tenia una camiseta blanca adherida a su cuerpo se notaba sus pectorales bien formados y los pantaloncillos se ajustaban a sus muslos, sintió una extraña sensación que subía por su columna y se apoderaba de su vientre. Que era eso?, Mei apartó la vista de él

-como quieras- dijo y caminó  por al lado del perro este dio un salto y se acerco a ella, lamió su mano y paso su hocico húmedo por su pierna.

- quiere que lo acaricies-

- no pienso hacerlo-

- no te gustan los perros?- la miró al rostro y se percato de que le sonreía al cachorro

- me gustan todos los animales pero soy más de los gatos- ella sonrió y lo miró a la cara tenia un aire simpático lejos estaba de parecer ese joven casi psicótico que intento besarla; sintió como si sus labios ardieran y la respiración se le entre corto, alejo ese recuerdo de su mente- tengo un pequeño gato que se llama pompon- le dedicó una sonrisa que lo dejo sin aire

-Mei yo- la madre de Mei dio un grito interrumpiendo al joven

- hija por el amor de Dios que te paso Mei- su madre sobreactuó la sorpresa era lógico eso
- mamá no es nada es solo que el perro de Crhistian me tiró al cesped-

- tu eres Crhistian?- su madre lo recorrió de arriba abajo su rostro entero expresaba admiración y se regodeo en la posibilidad de conocer al tan flamante joven- es un placer conocerte quieres desayunar?-

-no señora muchas gracias y-

- Mei por por de Dios ve a cambiarte- dijo la mujer con una mueca de desagrado- pasa joven por favor, sabias que soy amiga de tu madre?- Mei puso los ojos en blanco y se fue dejando a Crhistian con su madre, su la padezca pensó. El joven no pido evitar fijar su mirada en las piernas de Mei subiendo las escaleras- vamos Crhistian no seas timido-

- de verdad señora muchas gracias pero debo ducharme para ir a casa,Thor!- grito el joven y se alejo- hasta luego señora saludó levantando su mano

- saludame a tu madre- dijo la mujer- oh querido que joven tan adorable no crees- su esposo asintió sin darle importancia.

Mei entró a su cuarto ignorando los comentarios de su hermano sobre su ropa, se sentó en su sillón analizando mentalmente lo que ocurrió. Faltaba una hora aun para la entrada a clases. Mientras se cambiaba pensaba en lo diferente que se comportó Crhistian hacia un rato, quizá si siguiera así podrían llegar a ser amigos o más, fruncio el ceño y se repudio ella misma por pensar en esas cosas. Jamas podría llegar a gustarle alguien como él. Era arrogante y seguramente un nene de papi como todos en el instituto. O eso era al menos lo que ella quería creer

Bella Inocencia Where stories live. Discover now