-Mejor sigue en tu trabajo – Dijo Taekwoon centrando su atención en lo que le faltaba por terminar.

Desde que Wonsik se había ido a Londres parecía ser como su mundo se desmoronaba por completo, le había realmente difícil fingir que todo estaba bien, aunque su mentira no había durado mucho, en su momento lo había hecho para no preocupar a su familia, pero era imposible disimular todo el dolor que sentía, el hecho que el rubio se fuera a Londres parecía haber sido el causante de que alegría se esfumara, había bajado su rendimiento en la universidad, le costaba trabajo levantarse, no comía lo suficiente y le costaba conciliar el sueño (Sabía que hubiese sido peor de haber seguido viviendo en el departamento de ambos, por lo que Wonsik le había dicho que volviese a casa de sus padres, así no se sentiría tan solo), lo extrañaba de una manera en la que nunca pensó extrañaría a alguien, pensó que un año no se le haría tan difícil, pero se había equivocado. Siempre agradeció el esfuerzo que su familia había hecho para enviarlo a Londres con él, había conocido el entorno en el que vivía y a alguna de sus amistades y eso era suficiente para estar tranquilo, sentía que todo su esfuerzo había valido la pena y eso lo tranquilizaba.

Lo difícil había sido volver de Londres, nuevamente había vuelto a experimentar ese sentimiento de desolación que parecía estar volviéndolo locos, todo eso lo estaba soportando por Wonsik, porque era su futuro y su sueño ¿Pero que había de él?, se preguntaba si alguna vez Wonsik pensó en cómo se sentiría.

Los meses iban pasando y el parecía estar mejor, en una de sus conversaciones por teléfono con Wonsik este le había pedido que por favor no descuidara su salud, que él quería que estuviese bien y la verdad era que él también quería estarlo, no le gustaba ese estado depresivo en el cual parecía estar sumido desde hace meses, pero Jaehwan había aparecido en su vida como un rayo de luz en la oscuridad, lo hacía olvidar sus penas mientras estuvieran juntos y de apoco su ánimo había mejorado considerablemente, le gustaba estar con él, le gustaba esa actitud tan espontanea que tenía y como parecía aligerar todo con una de sus sonrisas y bromas. Realmente le gustaba ese chico y cuando este a modo de broma había dicho que deberían salir, él había aceptado intentarlo.

No podía evitar sonreír al recordar cómo había conocido a Jaehwan, había sido en un trabajo de medio tiempo que había conseguido para promocionar una marca de caramelos, ese chico siempre iba al supermercado en el que trabajaba y lo había visto un par de veces a lo lejos, le llamaba la atención lo bullicioso que era, pero no fue hasta que se acercó a comprar de los caramelos que el ofrecía y con una facilidad impresionante se encontraba hablándole como si lo conociese de toda la vida, había seguido yendo a comprar aquellos caramelos y un día se atrevió a invitarlo a salir.

Se habían seguido viendo luego de eso, a pesar de que él había cambiado de trabajo. Había descubierto que Jaehwan estudiaba arte y que su facultad estaba realmente de la suya, por lo que se habían juntado un par de veces luego de terminar sus clases. Llevaba un mes saliendo con Jaehwan y desde hace meses que no sentía tanta felicidad, le gustaba todo aquello que estaba sintiendo, aunque aún no quería apresurarse en tener una relación formal, Wonsik había sido la única excepción que había hecho y por el momento no deseaba hacer ninguna más, una vez le habían dicho que él tenía fobia de tener novio, aunque Wonsik había desmentido aquella teoría, aunque en el fondo no habían estado tan equivocados, él solía decir que no quería enamorarse, que no le gustaba lo que eso parecía hacerle a las personas, generando decepciones y guiándolos a tomar malas decisiones, en su relación con Wonsik se había dado cuenta que no era así, que también entregaba cosas maravillosas, pero él había decidido que no se volvería a enamorar, no quería volver a experimentar lo que había sentido cuando Wonsik ya no estaba a su lado, si bien Jaehwan no parecía conforme con eso, había aceptado. No obstante desde que había comenzado su práctica, se habían distanciado un poco, ya no podían verse con tanta frecuencia, debido a que a veces él quedaba demasiado agotado como para salir, pero Jaehwan lo comprendía y eso le gustaba, aunque le había omitido que gran parte de su cansancio no solo se debía a su práctica, si no que a que Wonsik estaba en la ciudad y él no sabía que era lo que debía hacer.

Stupid loveWhere stories live. Discover now