una razón ||final||

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Siempre me pregunté qué era lo que pasaba por su cabeza, que sentía realmente cuando sus ojos se nublaban con lágrimas y evitaba hablar, cuando me mandaba las fotos de su mascota, incluso cuando no dejaba que subiera a su habitación. Me pregunté un montón de cosas de las cuales nunca tuve respuesta, tal vez fue mi culpa no prestar atención, tal vez si hubiera sido un poco más atenta me hubiera dado cuenta, tal vez y sólo tal vez, si hubiera estado más para él yo no estaría aquí, llenando mi quinto vaso de café mientras escucho los llantos de fondo, tal vez no tendría que planear un funeral y elegir un cajón si lo hubiera escuchado un poco más, si hubiera llegado un poco antes, si hubiera sido un poco mejor.
-Siento mucho lo que pasó -una voz femenina me susurra mientras me volteo para enfrentar a la persona-. Mis más sinceras condolencias.
-Gracias por estar aquí -digo en respuesta a la desconocida, Ojalá supiera si nombre, pero no lo sé y ella me sonríe con pésame y se va.
Jodidas palabras. Jodido pésame. Jodido "lo siento". Jodidas miradas volteadas hacia otro lado, jodidas personas con sus jodidos pensamientos. Estoy cansada de esto, de que la gente venga y me diga que lo siente, que comprende y que todo estará bien. Estoy cansada de escucharlos entre susurros decir que fue débil, que no fue una gran sorpresa, que era un chico raro.
Voy directo hacía su ataúd, pasando por las sillas donde están sus padres y los padres de Zayn, esquivando a sus hermanos y librandome del agarre de mi novio y de pronto todo se tiñe de rojo y los ojos me arden y las piernas me tiemblan y en todo lo que puedo pensar es en su voz, en su risa y en sus ojos, la manera en la que sus ojos se achicaban con su sonrisa y lo delicada que era su piel, la diferencia del tono de sus ojos en el sol y las sombras; lo recuerdo de niño, cuando jugábamos en el barro y corriamos por la calle y de adolescente cuando llorando me dijo que le gustaban los hombres y la inocencia en sus palabras desconocidas para nosotros en ese entonces, recuerdo los planes que haciamos sobre viajar por el mundo, lo recuerdo cuando se escabullia por mi ventana a contarme las cosas que le hacía sentir Zayn, y me recuerdo a mí, riendo a carcajadas aquella vez que pinte su cabello de morado sin su permiso, o cuando nos fugamos y fuimos a otro estado, y llamamos a nuestras madres llorando esa misma noche, me recuerdo a mí tomada de su mano, cuando me llevo al baile de invierno porque nadie me había invitado, lo recuerdo el dia de su boda, con su traje blanco y su sonrisa impecable, lo recuerdo de la mano de Zayn y su mirada llena de cariño, recuerdo la emocion en su voz cuando me dijo que habían obtenido el permiso fiscal para adoptar y a mí de nuevo, a él, a Zayn y a mi prometido, el invierno pasado, riendo y contando nuestras aventuras, contando nuestros accidentes y triunfos, había tantas historias que podíamos pasarnos la noche riendo de nuestras anécdotas, lo recuerdo tan bien que puedo sentir su aliento en mi rostro y su cabello haciendome cosquillas. Lo recuerdo todo, desde que teníamos 6 años hasta ayer por la tarde, cuando corría por las escaleras de su casa y abría la puerta, recuerdo entrar y buscarlo en todas partes mientra un sentimiento me estrangulaba el cuello y algo me aprimia el pecho, recuerdo haber visto la sangre primero, una mancha casi negra contra la madera clara y la manera en la que, más adentro, empapaba la lana de su alfombra, recuerdo haber visto su cuerpo despues; sus piernas estiradas y la ropa deportiva que llevaba; recuerdo el olor a azufre y el pánico que me carcomia las entrañas mientras mi mirada encontraba lo que más temía: su disfigurado rostro, recuerdo también la punzada en el pecho y el dolor en mis rodillas cuando caí a su lado, recuerdo no haber pensado en nada más que el dolor que me inundaba, en la sorpresa inicial y el ardor que le siguió, como si algo dentro mío estuviera ardiendo.
Dicen que el amor es compañero del dolor porque todo lo que amas te hace sufrir. ¿No fue eso lo que le paso a Liam? ¿No fue todo el amor que sentía por Zayn lo que lo llevo a vivir todo este infierno? ¿No es Liam, al fin y al cabo, el que me hace esto a mí? ¿No es el amor que le tengo el que hace que el alma me pese? Me preguntó todo esto, mientras lloro en suelo, a un lado de su ataúd, mientras su hermana me acaricia la espalda y llora conmigo, mientras todos los demás nos ven y mientras alguien, en algún lugar, ríe por las mismas cosas por las que algún día reí y nunca podre volver a reir con Liam.
No le bastó más que una recaída para dejarnos, sólo una razón y una oportunidad. La razón era su soledad sin el amor de su vida y la oportunidad era la calibre 22 de su padre mientras que yo, y todas las personas aquí, somos su consecuencia.

Déjame Pensarte ||short story||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora