inesperada

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Ayer recibí una llamada muy inesperada. Era Kate, me preguntó cómo estaba y me dijo que me quería mucho, me dijo que vendría a verme y, por décima vez, me dijo que me quería mucho.
Me convencieron de unirme al equipo de baloncesto del trabajo, aunque creo que no es una gran idea resuelta interesante tener algo que hacer los los lunes, miércoles y viernes por la tarde, creo que será algo bueno.
Aún te extraño, incluso con la práctica y el aumento de actividad que tengo, no puedo evitar pensar en las pequeñas cosas que hacíamos juntos, en lo diferente que sería de tenerte aún conmigo. Desearia ser lo suficientemente fuerte para dejar de sentir esta necesidad de ti que me corroe el alma.

Déjame Pensarte ||short story||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora