Capítulo.5 (¿Será?)

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Estaba en clases de física y el profesor explicaba algo de una ecuación, estaba mi cuerpo en esa banca, pero mi mente estaba en muchas otras partes, menos en clase.

- Joven Wells, ¿Cuál es la descripción de esta ecuación?

Guille, que estaba atrás de mi asiento, me golpeó levemente en la nuca y me dijo, ¡te hablan!

- ¡Joven Wells!- volvió a preguntar el profesor.
-¿Perdón?- Dije desconcertado.

Escuché risas, la verdad no me importó.

- Si no le interesa la clase ya sabe que se puede retirar, pero olvídese de seguir en el equipo de fútbol, ya sabe que tiene que tener un promedio, y conmigo no lo tendrá.
- Lo siento, no volverá a pasar.

¿Alguien le quiere repetir lo que he dicho al joven Wells?

Leo, levantó la mano y lo dijo, y al final me miró con una sonrisa malévola.

Definitivamente Leo, me odiaba y por una razón. ¿Pero que le hice?

Al terminar las clases, Val se acercó a mí.

- ¿Amor, que harás hoy?
- ¿Cómo se enteraron tus padres de la prueba? Le dijeron a mi padre, y ahora quiere que busque trabajo, no estaría mal sabes..
- Lo siento, mi madre la encontró en mi cuarto, no tuve tiempo de tirarla. Tal vez mi padre pueda darte trabajo.
- ¿Qué? Enserio crees que me dé trabajo después que se enteró de que tú y yo..
- Hay por favor, ellos ya sabían. Llevamos mucho tiempo juntos, y mucho tiempo sin también..

Me sonrió sensualmente y sonreí.

- Val, si apenas van tres días.
- ¿Qué a que no me extrañas?

Mi mente se quedó en blanco, y la realidad era que no y eso me puso triste. Pero no quería terminar con eso, me gustaba , estaba cómodo, o no lo sé. Ya no sentía muchas emociones en mi vida, muy seguido sentía la sensación de extrañar algo, algo que no tenía, algo nuevo, sensaciones nuevas, que ganas de brincar de la emoción al saber una buena noticia, que ganas de salir a bailar sólo, que ganas de ese dolor en la pansa de tanto reír, que ganas de ser feliz.

Con mis amigos, no podía o no me sentía cien por ciento cómodo hablando de mi relación con Val, creo que ya todos saben que esa relación ya es una mierda, menos nosotros. O yo si, y quizá también Val, pero tal vez tenemos miedo. O quizá me estoy cagando de miedo, en perderla y perderme.

- Claro que te extraño Val.
- ¿Entonces está noche en mi casa? Mis papas no estarán.
- Vale, ahí estaré.

Al llegar a mi casa, estaba Lucy, y me nació hablar con ella, sentía que me decía lo mejor para mí, y me ayudaba a saber que hacer con mi vida. Era mi pequeña, mi bebé y sonará chistoso pero era también como mamá, se parece tanto, mamá murió hace cinco años, y la que más lo ha sabido sobrellevar es precisamente Lucy.

- Hola, pequé.
- Hola, ¿Qué tal la escuela?
- Bien. Bueno no, me siento muy raro últimamente, siento que ya no encajó con muchas cosas.
- ¿Cosas ó personas?
- Personas.
- ¿Personas ó Val?

Me dió gracia, me conocía a la perfección.

- Personas, Val, mis amigos. No sé.
- Y si te despejas. Dimé una buena razón para seguir con Val.
- Es que ella no es la del problema, soy yo.
- Por eso dimé una buena razón para seguir.
- Quizá tengo miedo de estar solo o de terminar conocer nuevas chicas y que no le lleguen, con Val estoy muy a gusto.
- ¿La amas?
- ¿Qué?
-  Escuchaste bien, dijo riendo.

Me voy a bañar, iré a su casa. Me miró con ojos de angustia y le sonreí.

Camino a su casa, iba como en gris, O sea no sentía emoción sabía lo que íbamos a hacer, y no sentía nada.
Toque la puerta, y abrió rápidamente, ella se veía contenta o eso aparentaba. Subimos a su cuarto, y me dijo.
- Tenía tantas ganas, de verdad te extrañé.
- ¿Así? Veamos...

Mejor Juntos [COMPLETA] (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora