IV

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–¡Hola!– Exclamó Sapphire abriendo la puerta de golpe provocando que Gold y Crystal se separaran.

–Sapphire, hay que tocar antes de entrar.– Reclamó Ruby entrando junto a ella.

–No me digas que hacer.– Respondió Sapphire.

–No peleen en casa de Crystal.– Intervino Emerald quién respetaba bastante a la recién nombrada.

–Bienvenidos.– Saludó Gold levantándose como si nada hubiese pasado.

Los invitados no tuvieron tiempo para responder el cortés saludo de Gold, pues cuatro chicos entraron al segundo. Eran Blue, Red, Yellow y Green. Saludaron alegremente, y para sorpresa de muchos, cuándo Red le sugirio a Gold tener una batalla de entrenamieto, este negó.

–¿Acabas de rechazar una batalla contra Red?– Preguntó Crystal preocupada.

–No creo estar al nivel de Red-sempai.– Respondió Gold algo avergonzado.

–¿Qué?– Todos miraron confundidos, incluso Silver que acababa de llegar.

–¿Crystal?– Preguntó Blue mirándola de forma acusadora.

–Gold, quédate aquí, volvemos de inmediato.– Pidió Crystal dirigiendo a la masa hacia afuera.

–Si.á Aceptó Gold sin problemas y todos salieron.

Ya en el patio, Crystal admiraba los rostros épicos de sus amigos, todos muy confundidos. En eso llegó el trío de Sinnoh, facilitándole las cosas a Crystal pues explicaría todo una sola vez. Esta miró por la ventana, y vio que Gold estaba tranquilo sentado en el sillón, por lo que procedió a explicar.

–Verán, Gold tuvo un drástico cambio de personalidad, ahora es tranquilo, dulce, y bueno, todo lo contrario a como era antes.– Explicó Crystal.

–Que dulce.– Sonrió Yellow.

–¿Cómo pasó eso?– Preguntó Platinum intentado buscar una explicación lógica.

–No estoy segura, pero creo que fue producto de una caída entrenando.– Respondió Crystal.

–¿Te gusta más así?– Preguntó Blue dándole codazos pícaramente.

–Gold no me gusta.– Negó Crystal sonrojándose.

–Crystal, nos conocemos poco, pero se nota a kilometros que sientes algo por Gold.– Comentó Diamond.

–Lo prefiero así.– Murmuró Crystal con la mirada baja para ocultar su sonrojo.– Hace lo que yo quiera y no me hace enojar.

–No entiendo.– Mencionó sin rodeos Red, mientras se rascaba la nuca.– ¿Por qué Gold está aburrido?

–¿No escuchaste nada de lo que dijo Crystal?– Preguntó Green a modo de regaño.

–Si escuché pero no entendí.– Respondió Red como era de esperarse.

–Digamos que Gold cambió su personalidad a una más tranquila.– Explicó Emerald.

–Ahora es aburrido como Ruby.– Añadió Sapphire con la intención de molestar al recién nombrado.

–¡Hey yo no soy aburrido!– Exclamó Ruby molesto.

–Bueno, vayamos con él.– Mencionó Blue con una sonrisa maliciosa.

–¿Que planeas Blue?– Preguntó Crystal.

–Nada, nada.– Respondió Blue sonriente.

Ya todos reunidos, procedieron a jugar al famoso juego del Rey. El juego consistía en enumerar papeles del 1 al 12, y a otro papel dibujar una corona. Al azar se sacaba un papel, y quien tenía la corona, era el rey. Este debía dar una orden, y no podía refutarse, es decir, rechazar.

–¿Quién es el rey?– Preguntó Red emocionado.

–Yo.– Mencionó tranquilamente Diamond.

–¿Cuál es tu orden?– Preguntó Pearl.

–Le ordeno al número 7, darme toda su comida.– Respondió Diamond con brillo en los ojos.

–¿Qué?– Preguntó molesta Sapphire, quién tenía el número 7.– Aquí tienes.

–Muchas gracias.– Agradeció Diamond mientras se hechaba a la boca unas galletas.

–Bueno, saquen papeles otra vez.– Indicó Platinum.

–Yo soy el rey.– Mencionó Green.

–Oh, yo quiero ser el rey.– Murmuró Blue cruzándose de brazos.

–Ya te tocará Blue.– La reconfortó Yellow.

–¿Cual es la orden?– Preguntó Emerald.

–Mm...– Pensó Green y luego sonrió.- Le ordeno a Blue quedarse callada por el resto de la noche, a menos que deba hablar por el juego.

–¿,Qué!?– Exclamó Blue.

-Las órdenes son irrefutables.- Indicó Ruby.

–Me las pagarás Green.– Bufó Blue.

–Bueno, sigamos.– Indicó Ruby revolviendo los papeles.

–¿Quién es el rey?– Preguntó Yellow.

–Yo.– Mencionó Gold tranquilamente.

–Cuál es la orden?– Preguntó Crystal.

–Le ordeno a todos hacer lo que Crystal quiera durante toda la noche.– Respondió Gold con un leve sonrojo.

Todos miraron sorprendidos a Gold. De él se esperaba otro tipo de cosas, pero esto mostraba que algo le estaba pasando, no era normal en él. Con esa orden, Crystal tuvo una seria reflexión en su mente. ¿Quién diría que un simple juego pudiese impactar tanto los sentimientos de una chica?

Crystal se sintió como una princesa y no le agradó. Ella es una chica independiente, no necesita que la mimen y era justamente lo que hacía este nuevo Gold. El cambio psicológico que le gustaba al principio ya no tenía el mismo efecto en ella.

–¿Te gustó mi orden Chris?– Preguntó Gold tímidamente.

–Este... Si, supongo.– Asintió Crystal nerviosa.– Gracias.

–¡Yo soy el rey!– Exclamó Blue emocionada.

–Oh no, ya me doy por muerto.– Se preocupó Green.

–Tu tranquilo Green, por ahora.– Respondió Blue, y su mirada pícara se fijó en nuestro protagonista.– Gold.

–¿Si?– Preguntó Gold.

–Te ordeno, que confieses tus sentimientos por Crystal.– Ordenó sin rodeos Blue.

Tu Esencia [Mangaquestshipping]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora