Objetivo: Neverland

Capitulo 31: Un beso diferente

Narra Pan:

Cuando deje al capitán, me dijo que no se iría sin Dian, pero tiene un problema. Yo. Yo soy su problema, por que no dejaré que aleje a Dian de la isla. No dejare que la aleje de mi.

Estaba completamente enfurecido. El capitán hizo que me enfadara mas de lo que suelo estarlo ya.

Aparecí en la laguna de las sirenas. Necesitaba a Sophy, enseguida.

-¡Sophy!- Grite cuando llegue.

-No grites.- Dijo asomando la cabeza.- Se cuando bienes, Pan.-

-Te necesitaba lo antes posible.- Me agache rápidamente y me puse de rodillas.

-¿Y que nece...-

Antes de que pudiera terminar, puse mis manos en su cara, la atraje hacia mi y la bese.

-Pan espera...- Dijo Sophy alejándose.- ¿Que haces?-

-Lo que hago cada vez que vengo a verte, hermosa.-

-No... Este ha sido diferente...-

-¿Diferente?-

-Pan, estos son los beso que tu me das.-

Sophy enredo sus dedos en mi pelo y me beso dulcemente, como solo ella sabe hacer.

Pero yo no necesitaba dulzor, necesitaba pasión. Enrede mis dedos en su cabello mojado e intensifique el beso.

A Sophy no parecía gustarle mucho, dado que intentaba soltarse. Y al final lo consiguió, y al hacerlo me empujo tirándome al suelo y ella se alejó un poco.

-¿Que haces?-

-Pan, no se que te pasa, pero este no eres tu...- Le mire asombrado.

-¿Que? ¡Si que soy yo!-

-Mira, lo mejor sera que vuelvas cuando te sientas mejor.-

-Eh, eh, eh, eh.- Le agarre del brazo para que no se marchara.- No puedes irte y dejarme así...-

-Pan, suéltame, por favor -

-No.- Sonreí maliciosamente.- ¿Recuerdas que en esta isla mando yo? Sobre todo y todos. Y cuando te propuse venir conmigo, la única norma que te puse fue que me obedecieras. Y ahora te toca hacerlo. Quieras o no. -

Sophy comenzó a forcejear y al final consiguió soltarse de nuevo.

-Pan, me das miedo...- Después de eso se sumergió en la laguna dejándome solo.

¿Que le doy miedo? No entiendo por que me ha dicho eso. Me he quedado tirado en el suelo después de los empujones que me ha pegado.

Supongo que aquí ya no pinto nada mas. Me he transportado hasta mi cabaña, no quería ver a nadie.

-¿Que me esta pasando?-

Me encontraba fatal, me dolía mucho la cabeza, me dolía todo el cuerpo y mis piernas no me sostenían.

Me acerque al espejo y me mire la cara. Estaba completamente furioso. Tenia la cara roja, la sangre me hervía y mi mirada fulminaba. Acabe soltando un gran grito y rompí el espejo.

Mis piernas me fallaron y acabe en el suelo entre trozos de cristal que me arañaban las manos.

Me quede ahí, en el suelo, intentando contenerme para no matar a nadie, con las manos ensangrentadas.

-Crontrólate, vamos ¡Contrólate!- Me grite a mi mismo a la vez que cogía grandes bocanadas de aire.

Me mire en uno de los pedazos de cristal del espejo y vi que tenia una pequeña herida que cruzaba mi mejilla. Probablemente un pequeño cristal salto y me araño la cara.

¿Que me ha pasado?...

Pase la mano por mi mejilla e hice desaparecer la herida al igual que las heridas de mis manos.

Algo me pasa, y pienso averiguar que es. Nadie puede saber que pierdo los nervios de esta manera.