Serás mia [TERMINADA]

10- Más chantages

Marinette salió de la panadería de sus padres con la esperanza de poder despejarse un poco, se fue a un parque cercano de su casa donde estaba la escultura de Ladybug y Chat Noir. No pudo evitar pensar cuanto habían cambiado las cosas desde aquello, decidió sentarse en un banco contemplando todo el parque. Noto una respiración en su cuello y se giró lo más rápido que pudo se relajo al ver que era su mejor amiga Alya.

- ¡Hola Marinette!

- ¡Hola Alya! Me asustaste

- Perdona, no quería hacerlo

- No te preocupes- dijo con una sonrisa

- Me dijo Adrien que estabas un poco abrumada. Así que decidí ir a ver como estabas, pero cuando llegué tus padres me dijeron que habías ido a dar una vuelta, y me imagine que estarías aquí.

- Sí bueno, pero ya me encuentro mucho mejor- dijo volviendo la mirada hacía el parque- Alya tengo que contarte una cosa- Alya asintió preocupada ya que notó la seriedad en la voz de su amiga

Marinette le contó todo a Alya desde la nota, todo sin incluir lo de quienes eran Ladybug y Chat Noir y lo suyo con Adrien. Cuando acabó de contarle todo Alya la abrazó muy fuerte tanto que casi que deja a Marinette sin respiración, cuando se dio cuenta se diculpo y me soltó.

- Marinette, entonces Nathaniel no te cae bien, ¿no?

- No, ¿por qué? ¿ocurre algo?- la cara de su amiga se puso totalmente pálida- ¿Alya estás bien?

- Ahora que me acuerdo cuando subí a tu habitación me encontre con Nathaniel, me dijo que no estabas y que te estaba buscando. Que si te encontraba le llamará- la cara de Marinette se pusó seria.

- ¡Tenemos que ir a mi habitación!

En un momento las dos chicas se encontraban en la puerta de la habitación de Marinette. Marinette le pidió a Alya que si no salia en 15 min que fuera a avisar a Adrien, Alya no protestó. Se quedó en la puerta con el temporizador en la mano esperando a que su amiga saliese y le dijese que todo estaba bien, mientras tanto el tiempo seguía pasando.

- Dentro de la habitación-

Marinette entró cerrando la puerta a su paso, llamo a su kwami este apareció y Marinette se transformo en Ladybug. Un sonido hizo que ella se sobresaltara venía de la terraza, sin pensarselo dos veces subió las escaleras y entró a la terraza. Allí en la terraza se encontraba Nathaniel, lo que no la sorprendió. Él se encontraba sentado en una de las sillas de la terraza con un zumo en la mano.

- ¡Ladybug! Qué agradable sorpresa, oyé que tal si le dices a tu amiga Alya que pare el temporizador y que mañana os vais a ver en el instituto. Sino ella pagará tu fallo ¿entiendes?

Ladybug no se lo pensó dos veces canceló su transformación guardó a Tikki con varias galletas en un cajón y le dijo que no saliera. Su kwami obedeció al igual que su amiga Alya que paró el temporizador y se despidió de ella para verse mañana en el instituto. Marinette subió las escaleras para verse otra vez con Nathaniel.

- Bien hecho, yo ya pensaba que no ibas a hacerlo.

- ¿Para que has venido?- dijo con tono amenazante

- Solo he venido porque quería advertirte que dentro de poco todos sabrán sobre nuestra relación, te guste o no- dijo feliz

- ¿Por qué no dejas de molestarme? Yo debería poder amar a quien yo quiera, no a quien tu quieras que yo ame- dijo a punto de llorar

- Lo siento cariño, pero tranquila esto acabará pronto porque tú empezarás a amarme.

- ¡No me llames "cariño"! Por que tu y yo no somos nada

- Pero lo seremos, te lo prometo- le dijo y tras eso la besó Marinette se volvió a apartar de él- no te convendría hacer eso

- ¿Por qué?

- Porque un gato negro podría pagar también por tus tonterías, cualquier tontería más que hagas tus seres queridos lo podrían pagar muy caro. Está sera la última advertencia ¿entendido?- Marinette asintió y notó como las lágrimas se deslizaban por su cara-

- No llores- y la volvió a besar pero esta vez Marinette no se apartó por miedo a que le pasara factura a sus seres queridos- supongo que sabrás que si te niegas a hacer alguna cosa de las que yo te diga sera el mismo castigo. Una cosa no te vuelvas a acercar a Adrien o a Chat Noir, tu ya me entiendes- y se fue riendo

Marinette se quedo en el balcón sin moverse, las lágrimas le seguían cayendo. No podía moverse estaba completamente helada, no sabía cómo reaccionar.